Luzu estaba distante. No sabia cómo actuar, a pesar del hecho de que Raúl le había pedido que tan solo pretendiera. ¿Cómo actuaba uno para pretender? Era un ciclo que no tenía respuestas.
El desayuno fue algo incómodo, pero Raúl se esforzó y le hizo sentir a Luzu como si necesitara esforzarse también. Mónica habia hecho café. Raúl le había pedido que el café de Luzu fuese negro. Luego, pidió leche con el suyo. Y cuando Luzu le dio una mirada, él sonrió y se encogió de hombros, avergonzado.
-Aún me acuerdo.- dijo. Luego abrió su boca, queriendo contarle a Luzu que cada tanto repasaba en su mente las cosas que le gustaban para no olvidarlas. Pero al final, la cerró y se escondió tras una sonrisa.
-Hay un árbol que no está muy lejos de aquí, Luzu. - dijo Raúl mientras que Mónica limpiaba y recogía su desayuno.
-¿Qué haras con el árbol?
Por un momento, Raúl miró con inexpresividad a Luzu, antes de verlo con ternura.
-Quiero tallar algo.
En ese momento, algo hixo click en la cabeza de Luzu. Recordó el viejo hobby de Raúl de escribir sus iniciales en la corteza de los árboles, diciendo que estarían allí para que todo el mundo las viera. Frunció el ceño.
-Auron...
-Vamos, luzu.
-No hagas esto.
Raúl perdió su equilibrio. Su sonrisa flaqueo visiblemente por un segundo.
-Sólo estaremos pretendiendo, ¿recuerdas?
La palabra clave era "pretender". Luzu no sabia porqué Raúl quería hacer algo tan cruel como pretender cuando ambos sabían que nada de lo que estaba pasando era verdad. Pudo ver como todo estaba hiriendo al castaño. Pero aún así, era solo por una semana y era la única condición que Raúl había puesto para firmar los papeles. Era lo menos que Luzu podía hacer así que, al final, asintió.
-okay.
En su corto tiempo allí, notó que Raúl hacia ciertas cosas con lentitud. A veces le tomaba un minuto procesar algo complejo y cuando tenía que llevar a cabo una actividad que involucraba mucho trabajo, Mónica estaba al rededor para hacerla por él.
Luzu no entendía todavía la relación de Raúl y Mónica. No sabía si era un ama de llaves, una sirvienta o una novia (aunque "novia" estaba fuera de discusión ya que sus interacciones de limitaban estrictamente a algo de hermano y hermana.) Pero incluso si Luzu no podia delimitar lo que era, sabía que Mónica era algo sobreprotectora con Raúl, fuera la razón que fuera.
Mientras caminaba por el vestíbulo, pudo escuchar las voces de Mónica y Raúl a la vuelta. Con sus oídos agudizados, Luzu no pudo evitar escuchar.
-¿Estás seguro de querer caminar tan lejos?- Podía escuchar que decía la voz preocupada de Mónica.
-He caminado hasta allí muchas ocasiones. Estaré bien.
-Pero eso fue antes...
-Estaré bien, tengo a Luzu.
La conversación terminó allí. Al momento siguiente, Luzu vio a Raúl doblar la esquina y caminar hacia él. Detrás suyo, Mónica intentaba mantener una expresión alegre en su rostro, pero Luzu pudo ver aquella mirada en su rostro llena de preocupación.
Caminaron por diez minutos en un sendero sólo para encontrar el árbol del cual Raúl estaba hablando cuando se salieron del camino. Tras una buena cantidad de vegetación, Raúl apuntó hacia un árbol que parecía ser el rey de todos los que estaban a su alrededor.
Luzu miro mientras Raúl inspeccionaba felizmente la base del árbol. Luego se sentó mientras Raúl empezó a trabajar en su pequeño proyecto. Al verlo notó algo cálido dentro suyo, solo con ver al hombrecito junto a aquel árbol gigantesco. Era una visión agradable y por primera vez en mucho tiempo, Luzu se permitió bajar la guardia.
Tras cinco minutos tratando de penetrar la dura madera, Raúl suspiró y se volteó hacia Luzu, tendiéndole su navaja.
-¿Puedes hacerlo por mi?
Él parpadeó antes de ponerse de pie, caminó y gentilmente le quitó el objeto afilado a Raúl.
-¿Es la madera muy dura para cortar?
-Es solo que estoy algo cansado.
Luzu le echó un vistazo.
-¿Dormiste bien anoche?- Hubo unos segundos de silencio antes de que Raúl respondiera un "sí ".- Entonces, ¿porqué estás cansado?- preguntó, volviendo a mirar hacia el árbol e inspeccionando el cuchillo.
-He estado enfermo por un tiempo...- contestó Raúl.
-¿Has ido a ver a algún doctor?
-Sí.
-¿Y?
-Dijeron que es solo un resfriado.- dijo Raúl apartando la mirada-. Dijeron que estaré bien.
-Sólo un resfriado ¿eh?
-Sólo un resfriado.
Luzu frunció sus labios y apuntó al árbol con el cuchillo.
-Bueno, ¿qué quieres que escriba?
-Binario.
Luzu dio un resoplido, pero sonrió con amabilidad de todas formas.
-siempre estas con el binario.
-Los números pueden decir cosas que los humanos jamás tendrían el coraje de poner en palabras.- dijo Raúl, devolviéndole la sonrisa.- Mientras que las palabras son confusas, los números son claros.
Se pausaron por un segundo, antes de que Luzu se moviera nuevamente y Raúl lentamente le recitara la secuencia. Para cuando Luzu hubo terminado, había pasado ya una hora y media. Al fin y al cabo, no fue tiempo desperdiciado. Hablaron sobre el pasado y los momentos que los hacían reír hasta que las lágrimas salían de sus ojos.
Raúl rió por primera vez en mucho tiempo y pareció liberar algo en los oídos de Luzu, mientras aquel hermoso sonido los llenaba. Durante tanto tiempo luzu había estado desprovisto de aquella risa que hacía que viera a Raúl como años atrás en el Instituto. Y ahora, resonando de nuevo en su vida, Luzu se vio inundado con distintos tipos de emociones. No estaba seguro de como sentirse. Todo lo que sabía era que sentía una calidez en su pecho y los latidos de su corazón volviendo a la vida.
Y para cuando todo había sido hecho ya, caminaron juntos de vuelta a la casa al ritmo lento y vacilante de Raúl, dejando atrás en el bosque un mensaje que rezaba:
"01000001 01110101 01101110
00100000 01100101 01110011 01110100
01101111 01111001 00100000 01100101
01101110 01100001 01101101 01101111
01110010 01100001 01100100 01101111
00100000 01100100 01100101 00100000
01110100 01101001"Y si Luzu hubiera sabido binario, habría visto que los números estaban tratando de decirle.
Aún estoy enamorado de ti.
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{10080} LUZUPLAY <<Adaptación>>
Fanfic"Le tomó dos semanas a Luzu el descender de su nube y reunir el coraje para acercarse al pequeño y vivaz muchacho de cabello castaño en una de esas tardes de ocio, pero sólo le tomó un segundo a Raúl para decir que si a lo que fuera que el chico alt...