⚠️ Euphoria ⚠️

⚠️...⚠️

Hola, mi nombre es Stella Jacobs, tengo 17 años de edad y soy adicta, que gran presentación, bueno siempre desde pequeña me encantaba jugar a las Barbies, tener casas de juguetes y todo lo que una niña pudiera desear, la niña que siempre tenia que ir con diferentes estilos de ropa y de peinados muy cool.

Era tan popular, cada que pasaba por los pasillos de la escuela saludaba a cada uno de los alumnos que veía ahí, me pintaba los labios con brillitos y me sentía como una Kardashian.

Era la niña consentida de mis padres, tenía toda su atención pero Nate cambio demasiado y el es el que se roba su "atención".

Tengo dos hermanos llamados Aarón y Nathaniel y con ninguno de los dos me llevo bien, Aarón es un desperdicio de hombre en cambio Nate mi mellizo, es el mariscal de campo, el típico fuck boy de la escuela, con una relación no estable.

De mis padres no hay mucho de que hablar, no tengo mucha conversación con ellos, mi padre es dueño de casi medio pueblo y tiene una constructora bastante conocida por todos.

Empecé a drogarme cuando tenía 14 años por el motivo de que mis padres tenían peleas y mis hermanos siempre me hacían a lado porque no encajaba con ellos, me drogaba para escapar de la realidad, tengo "amigas" las cuales no suelo mucho juntarme con ellas por qué pueden llegar a ser demaciado hipócritas.

Por un lado está Maddy Pérez  que es novia de Nate, su relación es fastidiosa porque terminan y vuelven, Cassie y Lexi Howard que son hermanas, bastante distintas la una a la otra pero siempre están para cualquier favor como prestarme su orina como muestra de que no me sigo drogando.

También la reservada Kat Hernández que es una perra pero bastante oculta, con una mentalidad asombrosa, realmente virgen, también está Rue Bennett que también es adicta y la conozco desde preescolar, y por ella conocí a Fezco.

Fezco es un chico con un año mayor que yo y tiene un hermano bastante maduro para su edad, su nombre es Ashtray, Fez es el tipo que me vendió por primera vez un churro de marihuana.

Había tenido una pelea reciente con mi madre, por el motivo que baje calificaciones en la secundaria, esa era una etapa bastante complicada para mí, baja autoestima, familia que no te apoya, depresión, ansiedad, hermanos que tratan de ser mejores que tú, todo eso me pasaba a los 14 años.

Salí de casa en mi bicicleta y andaba sin rumbo, encontré una tienda y afuera estaba un chico rubio con hombros anchos, muy guapo para mis gustos, entre a la tienda y estaba un niño, agarre un refresco y lo pague, al salir me encuentro con el mismo chico pero ahora con Rue.

—Hey, no sabía que venías a esta tienda— Me empeze a acercar a ellos, el chico puso su mirada fría en mí.

—Oh si, el es mi amigo Fezco, Fez ella es Stella— Nos presenta Rue.

—Un gusto Stella— Fez toma mi mano en forma de saludo al cual fue correspondido de inmediato.

—El gusto es mío—

—¿Que te trae por aquí?—

—Solo quería escapar de mi familia, bueno eso es siempre— Bajo mi mirada a mis Adidas blancos.

—Tengo una solución— Fez saca un churro de marihuana— ¿La has probado?— Niego de inmediato.

—Yo la pruebo y es fantástica, tenlo por seguro— Dice Rue.

—¿Cuánto cuesta?— Empeze a sacar mi billetera pero Fez me detuvo.

—No nada de eso, la casa invita— Me lo entrega, y con gusto lo tomo, Fez me dijo como hacerlo, puse atención en cada palabra que salía de su boca.

Lo puse en la comisura de mis labios y Fez procedió a prenderlo, la primera calada y me ahogue, pero ellos decían que era normal, cada calada era más y más suave, sentía como si estuviera en un juego mecánico dando vuelta por el aire.

Desde entonces fumo, me meto cocaína y un sin fin de cosas.

Y también se podría decir que sentía una pequeña atracción por Fez, y admito que nos hemos besado un par de veces pero no más de ahí, nos tratabamos como amigos y el quería que dejara ya de consumir, pero me era imposible.

Cuando tenia 5 años, Nathaniel y yo eramos inseparables, teníamos los cumpleaños el mismo dia, salíamos del colegio tomados de la mano como las grandes mellizos que éramos.

Antes de los 12 años todo era tan perfecto, los hermanos mas envidiados por todos, hasta después de esa edad, pues Nate trataba siempre de "sorprender" a papá, siempre decia que mamá era una débil solo por su comportamiento y por no tener un trabajo y ser ama de casa.

Hace como dos veranos atrás cambie tanto mi ropa de vestir a mi personalidad, la primera vez que mis padres se dieron cuenta fue por el imbécil de Aarón sino nunca en su vida se hubieran dado cuenta de que su hija era una adicta.

Me llevaron de inmediato a un centro de rehabilitación y en cuanto me internaron hize lo posible para que me corrieran.

Había una niña con esquizofrenia y la niña alucinaba cosas, decían que si la niña empezaba a hablar cosas le teníamos que decir que no pasaba nada y que no le hiciera caso a su cabeza, pues así fue como le dije, o eso creo.

Estábamos en un círculo cerrado todos viéndonos, llevaba dos días dentro de ahí, la chica esquizofrénica no para de hablar que quería matarse, la chica estaba sufriendo.

—Hey, si ya no lo soportas mátate— No creí que mis palabras fueran indicio a un suicidio pero si después de esa tarde dijeron que la chica se había tirado de las escaleras algo que me alegro por qué lo hiciera, en su lugar lo hubiera hecho desde hace años.

Bueno no fue para tanto, recuerdo que en esos veranos ya no estaba la chica que llevaba su cabello demaciado arreglado o su ropa de colores alegres, y muchos decían que había desaparecido o siemplemente murió.

Opte por la segunda pues mi vestimenta era una polera, jeans mezclilla, tenis del color de la polera y una mochila gris dónde traía mis útiles escolares y mi equipo de supervivencia.

La vieja Stella había muerto o siemplemente estaba muy escondida y aterrada por todo lo que estaba pasando, la tonta y tímida chica se volvió una perra que dejaba sin palabras a los demás.

Está era yo, mi mente llena de sustancias y pensamientos suicidas, mi estómago con hambre y unos ojos que simplemente querían dormir.

Sip, esa era yo...