Mi ser cambiaba por completo cuando tenia a ignacio en frente, ¡¿Por qué todavía causaba tanto efecto en mí!? ..
- ¡La puta madre!- grite con bronca al ver el recado del juzgado.
- Tenes que asesorarte lo más rápido posible..-. Hablo sole.
-¡Con que dinero amiga! No podría pagarle a nadie con lo que tengo.-.
- Mi prima conoce a un muchacho que está estudiando derecho, quizás nos pueda ayudar-. Respondió buscando soluciones.
- Si.. podrías llamarla para poder charlar sobre el tema.-. Le pregunté.
- Claro que si amiga-.
-¡Nina!- dijeron en unísono los pequeños, al ver como mi hija arrojaba los juguetes.
-Los juguetes no se tiran mi niña...- omití mientras le mostraba como debía jugar con ellos.
En que momento creciste tanto..
Terminamos de almorzar, le di la mamadera para que pueda dormir su siesta. Una vez dormida la lleve con Olga para que la cuide hasta que vuelva a casa.
- ¿Y esa carita?-. Hablo mi jefa apenas entre al local. - a que se debe-. Evite contestarle y solte un suspiro.
Me sentía tan cansada que no tenía ni fuerzas para hablar.
- No me digas que de nuevo apareció- me consultó por Emanuel.
- Esta vez el no tiene nada que ver..-.
Por suerte... por qué no podría soportarlo.
- Entonces...-. Volvió hablar para que le explique.
- Tengo que ir de nuevo al juzgado..- omití con un nudo en la garganta.
Sentía mucho miedo por lo que podría suceder.. no puedo dejar que le otorguen la tenencia.
- Pensé que se retractaría-. Respondió - o eso supuse luego de que me contaras cómo era..- añadió.
- Vos misma lo dijiste María, "era"..-. Hablé. - Ahora ni yo lo conozco..-
Comenzó a sonar el teléfono y mi amiga se dispuso atender, me enfoqué en organizar todas las macetas para poder ir trasplantando alguna que otras plantas.
- ¡ Hermosura! -. Chillo majo desde lejos, me besó la coronilla y se apoyó en el mostrador.
- Que raro tu por aquí..-.
- Tenia ganas de verte y como estaba cerca..me digne a venir- soltó pensativa .
- Si, claro.. supongamos que te creí- respondí sospechosa, era obvio que no quería verme a mí.
- ¡Hola María José!-. Acoto María.
- Solo majo.. -. Hablo temerosa.
- Esta bien, hola majo..-. Las dos comenzaron a ruborizarse mientras se lanzaban miradas cómplices. Que parte me perdí aquí...
- Sole me dijo algo sobre una cita con un chico, puede ser..-. Volvió de nuevo a la tierra.
-¡Si! ¿Consiguió el contacto? -.
-No sé solo me dijo que te espera en el café los aldeanos- . Soltó queriendo recordar.
-Mierda, puedo salir... tengo que solucionar cuanto antes este dilema.- le suplique, afirmó con la cabeza y corrí hacia el café.
-¿Cual será..?- me pregunté a mi misma ojeando todas las mesas del café.
- Justina-.escuche de la mesa de en frente.
- Soy yo-.
-Un gusto, soy Francisco conocido de Soledad-. Estrechó mi mano y nos sentamos en la mesa. Le conté todo lo que había pasado, desde mi deseo de ser madre hasta lo que estaba transitando.
- Yo todavía no me recibí como verás, pero puedo charlar con un amigo, que el ya está recibido y de seguro podrá ayudarte.-.
- Genial, pero la cuestión es que no tengo el dinero suficiente para contratar alguien..-. Le comenté.
- Yo creo que si charlan, pueden llegar a un acuerdo.. quizás podes pagarles en cuotas, eso se arregla.- me respondió, dejándome más tranquila. - La prioridad ahora, es tu hija y debes hacer todo lo posible para que no te la quiten. Por qué por lo que me dices, tienes mucho en contra..- .
¡Que es lo que tenía en contra! Si lo único que hacía era proteger a mi bebé.
Iba a consultarle cuál era ese problema que todos me lo decían, pero el volvió hablar.
- Igual no tiene caso que lo hables conmigo, Voy a llamar a mi amigo para consultarle si puede venir hasta aquí-. Agarro su móvil y comenzó a marcar.- Un gusto-. dijeron por detrás, me gire para poder saludar y me lleve una sorpresa.
las apariencias engañan...
- No tenia ni idea de que eras abogado..-. hable asombrada.
- ¿Ya se conocían?- . interrumpió Francisco.
- Se podría decir que sí ..- respondió axel mientras que plantaba sus ojos en los míos. Se sentó al lado de su amigo y pidió un café.
- Bueno comencemos- aclaro su garganta. - Lo primero que necesito es que me cuentes todo y también necesitaremos los papeles que tengas de la niña-.
lo mire impactada, por que no daba la impresión de un abogado.. quizás por que suponía que estos hombres eran serios y fríos . Despedimos a francisco que tenia otros asuntos por hacer y me acompaño a casa para darle todos los papeles que necesitaba.
- Así que.. eres hippie.-. soltó inspeccionando mi hogar.
- Es muy obvio..- pregunté intrigada.
- Algo..- sonrió de costado.- Entonces, ignacio solo era tu amigo..- .
- Claro, el fue el que me dono la esperma.-
- Perfecto... me gustaría comenzar por tu vida, a que te dedicas, si tenes estudios universitarios y demás-. replico y saco su agenda para anotar todo. Le fui contando cada cosa por orden y el solo se dignó a escuchar.
- Bueno creo que es suficiente-. me detuvo. - Justi te seré demasiado sincero-.
- Soy todo oídos.- respondí.
- Tienes mucho en juego... te digo algunos-. prosiguió enumerándolos con sus dedos. - No tienes un trabajo fijo, pasaste todo el embarazo en una camioneta, la niña se queda durante todo el día con una desconocida.. y vives en una comunidad- quise interrumpir pero añadió - o algo similar.-.
Cuanta razón tenia..
- Te encuentras bien.. - acoto al ver mi cara pasmada.
- Si..solo no tenia ni idea de que era un completo desastre.- omití
- No.. quizás uno muy bonito.-. me hablo animándome y fingí una sonrisa.
- Te veo el lunes en tribunales-. me beso la mejilla y sujeto su maletín.
- Pero no hablamos sobre el pago..- solté.
- Eso lo veremos mas adelante.. quizás exista otra manera de pagarme, ¡Nos vemos!-. acoto meloso y cerro la puerta.
Que fue eso..
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Pasitos en la montaña.
RomanceHace algunos años Justina Azcurra, magnate de la gastronomía decidió dejar atrás toda su riqueza y entorno que la rodeaba para poder lograr ser una mujer completamente libre, bohemia y hippie. Lo que nunca predijo fue, que en algún momento de su...