𝐞𝐱𝐜𝐚𝐥𝐢𝐛𝐮𝐫 ☆ 𓂂 * Alhena ha sido criado por su tutor, Kilgarah. Un hombre bastante gruñón y para nada divertido, quien no sabe absolutamente nada sobre niños pero hace lo posible para llevar por un buen camino a la niña.
Cuando Alhena cu...
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chapter :⠀ ✿. twenty four ♥︎ 𓂃 second proof ⊹ . ♡ ۫ .
Los siguientes días, Alhena evitó e ignoro a Harry y Ron, si sus caminos se cruzaban, ella se desviaba aunque tuviera que rodear todo el castillo para llegar a su destino. Permaneció junto a Neville, pues era el único que se había emocionado por su amiga y le dijo que estaba feliz por ella.
Cuando no estaba con Neville, estaba junto a Cedrc. Con quien estaba en ese momento y caminaban en silencio rumbo al castillo tomados de la mano. Era agradable, sobretodo porque podían estar en silencio sin que se sintiera extraño o incómodo. Simplemente disfrutando el uno del otro de esa manera.
—¿Por qué yo?— preguntó de pronto la chica y Cedric la miró con curiosidad.
—¿A qué te refieres?
Alhena se encogió de hombros.
—Hay muchas chicas interesadas en ti, chicas muy bonitas, más que yo... pero aquí estás, conmigo.
Cedric le sonrió y se detuvo para mirarla a los ojos.
—Yo creo que tu eres la chica más linda de todo el colegio, Alhena. Además, no creo que el aspecto de una persona lo sea todo para que me intereses. Me gusta hablar contigo, eres muy inteligente, sobretodo eres la persona más amable que haya conocido nunca, además de valiente e increíblemente fuerte. Todo de ti me cautiva, Alhena.
La chica se sintió avergonzada, en un buen sentido pero ya no supo qué más decir. Diggory siempre se las ingeniaba para dejarla sin palabras. El chico le dio un rápido beso en la mejilla antes de continuar con su camino en silencio.
Habían llegado a uno de los puentes que llevaban a la entrada del castillo y desde lejos vieron a Harry y Hermione.
—Debo decirle algo a Harry— dijo el castaño.
Alhena asintió y se quedó allí, prefería no estar muy cerca de Potter. Vio a Cedric correr un poco y a Harry muy molesto tratando de ignorarlo. Al final hablaron un momento y Cedric regresó con la chica.
—¿Todo bien?— le preguntó Alhena.
—Si, aunque creo que ahora me odia a muerte.
La chica se encogió de hombros.
—Ya se le pasará. En mi caso, no le hablaré hasta que se disculpe.
Cedric dejó salir una larga risa y abrazó los hombros de la chica cuando siguiéndonosla caminando al interior del castillo.
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Alhena miraba con atención su libro, aquel que Kilgarah le había regalado en su primera navidad el primer año del colegio. Ahora tenía algunas anotaciones y tachaduras, de allí aprendió muchos hechizos nuevos aunque no los había practicado pues temía dañar a alguien y no tenía a nadie que le aconsejara. Después de todo, nadie en todo el castillo parecía entender lo que decía ese libro.
