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Hundirse


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El niño se sentó en una silla alejada a la de su querido madre y a la del señor gran España, No quería incomodar a estos dos y apenas recibió su plato con comida en vez de comer al instante se acercó un poco al plato, Se sentia extraño y mientras estaba cerca del plato sintió el exquisito aroma que este emitía.

¿Que sucede? -Le pregunto España algo extrañado al joven que solo se mantenía en silencio.

¡OH! -Exclamó el menor saliendo de su trance- Solo me había concentrado de más en el aroma, Los aromas que salen de distintas cosas me provocan distintas sensaciones...

¡Como la sensación que sentirás al enfermarte por no comer esos fideos calientes! -Le grito algo molesto el italiano a su pequeño hijo llamandole la atención de muy mala gana.

Perdón... -Dijo el menor con tristeza sintiéndose como un completo tonto por hacer tal estupidez.

España no dijo nada en esos momentos fatídicos para el menor, Hizo oídos sordos a lo que estaba sucediendo frente a sus ojos solo para seguir comiendo, Simplemente no quería meterse en problemas con el italiano por defender a Wyborn.

(...)

Wyborn estaba jugando a la rayuela con unos niños, Estaba bastante sonriente soltando una que otra risita.

Ya estaba siendo bastante tarde y se acercaba la hora de dormir, Lentamente los niños eran llamados por sus padres o ellos mismos se iban a sus casas donde los esperaban sus padres que tanto los amaban.

Wyborn finalmente quedo completamente solo en la calle fria pensando seriamente en no volver a su casa por mero miedo de recibir una reprimenda.

Que mala suerte la mía... -El niño tomo una roca y la lanzo al agua mirandola hundirse hasta que ya no la noto- Adios roquita.

El niño Wyborn se sento en el barandal y contemplo a la luna, Era una noche muy bonita.

Mami ¿Porque me odias?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora