Guía para conquistar a Qian Kun; por Wong Yukhei [LuKun]

Especial: Una nueva vida

                           

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Los rayos del sol, y tal vez los nervios, hicieron de despertador para ambos, su boda daría inicio hasta las 5 de la tarde y a las 7 de la mañana ya estaban despiertos.

Acordaron no dormir juntos la noche previa a su boda, por lo que cada uno se quedó con sus padres en distintas casas.

El desayuno fue un momento difícil, la mezcla de nervios y emoción tenía a sus estómagos retorciéndose, mas se obligaron a comer para tomar energía, no querían caer desmayados en medio de la ceremonia.

Lucas se vio muy tentado a escapar un momento de sus progenitores para ver a su futuro esposo, por lo menos unos cuantos minutos, pero fue estrepitosamente detenido. No le iban a permitir arruinar la sorpresa de verse en el salón que ellos mismos se plantearon.

Todo el ritual de preparación dió inicio desde las dos de la tarde. Kun usaría un trajo blanco y Lucas, uno negro.

Kun no deseaba lucir exagerado, así que él mismo se aplicó el maquillaje que deseaba. Solo un poco de base, rubor y brillo labial, con un poquito de sombra café en sus ojos para darles profundidad. Su cabello recién teñido de un castaño tono caramelo caía por su frente en forma de ligeros rulos.

Su mamá no se cansaba de repetirle lo hermoso que se veía mientras le ayudaba a acomodarse la corbata de moño negro y el chaleco color perla sobre su impecable camisa blanca. El color le daba cierta aura angelical.

Por otro lado, Lucas solo se preocupaba por cubrir la pequeñas ojeras que se le habían marcado por despertarse temprano y aplicarse un bálsamo labial, no quería meterse con algo más porque el maquillaje aún no se le daba muy bien.

Se abotonó la camisa blanca y se colocó el chaleco negro con manos temblorosas, sus padres lo miraron con ternura desde el marco de la puerta. Cuando por fin logró acomodarse el moño al cuello suspiró con hastío.

—Aww mi pequeño está nervioso— chilló su madre entrando a su habitación.

—Claro que sí mamá, me voy a casar con el chico más lindo del mundo— Yukhei hizo un puchero mientras se sentaba en la cama, sintiendo un repentino ataque de inseguridad— ¿Y si se arrepiente? ¿Qué voy a hacer si dice que no, mamá?

—Eso no va a pasar hijo, Kun te ama con todo su corazón, y vaya que es muy grande.

—Tu mamá tiene razón, Hei, no tienes nada de que preocuparte— habló su padre acercándose para sentarse junto a él y darle unas palmadas en la espalda.

—Es que mi Kun es maravilloso, y yo...solo soy yo— agregó con tristeza.

—Tú eres Xuxi, ese chico alegre, guapo, inteligente y noble que enamoró a Qian Kun hasta las trancas— reclamó la señora Wong— ni en cien vidas más le pasaría por la cabeza a Kun el rechazarte en su boda; él desea esto tanto como tú, bebé. 

Los señores Wong  abrazaron a su hijo para confortarlo, hoy tendría que ser un día perfecto.

Xuxi se terminó de vestir y fue el por el toque final. Unas bonitas mancuernillas en forma de oso de color plateado.

Kun y él las habían mandado hacer especialmente para ese día, solo que las del mayor eran doradas.

Era un gesto extremadamente tierno e íntimo que parecía ideal para hacer su unión matrimonial aun más mágica.

El recorrido en coche al salón les pareció eterno, en parte por lo nervios y también por poder verse.

Corrieron el uno al otro al finalmente llegar al bonito recinto de la ceremonia, el cual era un gran salón ubicado a las afueras de la ciudad.