Guía para conquistar a Qian Kun; por Wong Yukhei [LuKun]

Paso 5: Ver todos sus trucos de magia y aplaudirle hasta el cansancio

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Kun es un hombre ocupado. Es un idol, líder, productor, padre desesperado de 5 seres caóticos y mago, siempre y cuando tenga tiempo.

Con el paso del tiempo los miembros de WayV habían perdido la emoción inicial que mostraban al verlo hacer sus trucos, todo debido a que ya conocían la treta o estaban acostumbrados.

No obstante, Lucas reiría y se sorprendería como un pequeño niño cada vez que vea a su Ge hacer un truco de magia si eso implicaba ver esa expresión de orgullo plasmada en su rostro.

Y no es solo el hecho que este sea uno de los hobbies favoritos de Qian, sino todo lo que implica para él. No era un secreto que Kun visitó un sinnúmero de albergues y fundaciones siendo un adolescente; estar ahí era una gran alegría para él en todo el sentido de la palabra, desde ver las caritas de los niños tratando de descifrar cómo es que una moneda salió de sus oídos, hasta los jalones de mejillas que las señoras mayores le daban cuando iba a cantarles. Él atesora cada uno de esos momentos en el centro de su corazón.

Lastimosamente, no encuentra oportunidad alguna para regresar a esos sitios con sus habituales ocupaciones como artista. Únicamente tiene tiempo para ir un par de días después de promocionar un comeback o antes de navidad.

La última vez que estuvo ahí se le partió un poquito el corazón cuando algunos de los niños le recriminaron que había roto su promesa de volver la semana entrante.

Es por eso que quiere aprender más y más trucos para darles un pedacito de toda la felicidad que tiene para compartir.

Y no hay mejor que practicar su espectáculo con su propio niño tamaño gigante llamado Xuxi. A veces le sorprende infantil que puede ser Lucas, y no en el mal sentido, sino en esa nobleza que lo hace una persona tan brillante y bondadosa.

Una de las tantas cosas que le parecían de lo más tierno en ese bebé atrapado en el cuerpo de un gigante, es la emoción visible en sus ojos cuando lo ve realizar un truco de magia.

Y para Lucas no representa ningún sacrificio sentarse frente a Kun por las noches a verlo reforzar sus habilidades.

Si bien había trucos que ya se sabía de memoria y hasta él mismo podría ejecutar con algo de práctica, en cada ocasión tendría que haber algo que rebasara su entendimiento instantáneo. Se siente como si volviera a ser un niñito en las calles de Hong Kong disfrutando de un espectáculo callejero, pero mucho más especial obviamente.

Conociendo el trasfondo de la afición de su mayor, no quería quedarse de brazos cruzados.

Desde un par de días atrás había ideado un plan junto con uno de sus mánagers, el que era más benevolente con ellos desde su debut.

Si Kun no podía ir a sus niños, los niños vendrían a él.

Ya era hora, con entusiasmo fue a buscar a su Ge y lo llevó a la azotea.

-Xuxi, ¿Qué estamos haciendo aquí?-cuestionó el mayor con sus ojos cubiertos por las grandes manos del moreno.

—Es una sorpresa para ti, Kunnie, ¿estás listo?— el bajito asintió con fervor.

Lentamente el cantonés retiró sus manos del rostro del contrario.

La vista de Kun se aclaró lentamente y en su campo de visión fueron apareciendo pequeños rostros familiares que extrañó con todo su corazón.

Pronto, una multitud de vocecitas empezaron a llamar su nombre y muchos pequeños lo rodearon en un abrazo.

Desde ahí Kun miró a Lucas y supo que si hay algo más grande que sus ojos y sonrisa, definitivamente es su corazón.