Él... él parecía un chico normal, de este con el que vas, tienes una cita, se divierten y luego pierdes la virginidad porque lo crees perfécto... ya saben, un chico caballeroso, que no tarda en enamorarte con palabras hermosas, eso parecía. Pero su...
Salió, no sin antes chocar los puños. Siendo sincera, no sé si Jody se quedará, pero dudo que quiera estar aquí después de todo. Miré la hora y eran las 9:38 p.m. La habitación era sólo mía. Apuesto a que la universidad también. Fui hacia las duchas, completamente vacías por supuesto.
Estar sola me hace pensar en lo mucho que extraño a mi familia. Aún no puedo creer que ha pasado tan poco tiempo. Además de recordar a mi abuelo y a mi madre, recordé a Wooyoung, quien se supone que esté trabajando aún.
- Hey... ¿un día atareado? - pregunté.
- No sabes todos los vómitos que vi hoy.
- Al menos no tuviste que limpiarlos.
- Sigue siendo asqueroso. - reímos. - Pero no vi el tuyo.
- Eso es porque no vomité. De hecho, tolero mucho el alcohol.
- Ese debe ser un poder maravilloso.
- Lo es. - sonreí. - Gracias por ayudarme, enserio lo necesitaba. Además, te arriesgaste. El director pudo haberte visto, o algún maestro.
- Pero no lo hicieron. - guiñó su ojo. - Parece que no todos los estudiantes se fueron.
- ¿Qué? - miré atrás. - ¿Taehyung?
- De hecho... hablaba de el chico sentado en la mesa. - miré otra vez, era Yeosang. - Nunca lo había visto quedarse...
- Quiere explicaciones. - susurré.
- ¿Qué?
- Nada, pensé en voz alta.
- Oh, que no te sorprenda ver a Kim Taehyung por aquí. De hecho nunca se va.
- ¿Nunca?
- Nunca, de veras, desde que trabajo aquí... lo veo cada fin de semana.
Wow. Eso era interesante. Me quedé un rato más hablando con Wooyoung, pero aún seguía pensando en Taehyung, quien había entrado a la habitación de pinturas.
- Yo, voy a echarle un vistazo a las salones de abajo.
- Claro, mi turno acaba en un rato, luego iré a casa... pero apuesto a que nos veremos el domingo en la tarde.
- Si, ya... tengo 2 citas para esa hora. - reí. - Jennie dijo lo mismo. - bajé la cabeza.
- Sé que arreglarán pronto.
- Joder, viste todo, casi olvidaba eso. De todos modos no es arreglar las cosas con ella lo que me preocupa.
Le sonreí para luego voltear y caminar hacia el mismo salón al que Taehyung había entrado, dato extra... tapé mi rostro como pude para evitar explicarle cosas a Yeosang cuando ni siquiera podía ver a Jody a la cara. Pasaba poco a poco, cuando volví a ver a ese chico, sentado en esa misma silla, hacía la misma acción que la primera vez, pintaba, tenía una mascarilla, de nuevo. Sólo podía ver sus ojos, esta vez hasta podía sentirlos... es como si volviera a recrear mi primer día de universidad. Exáctamente la misma escena. Con la única diferencia de que, ahora sí sabía quién era. Quería seguir caminando, pero... ganaron las ganas de entrar.
- Entónces... ¿esto es lo único que haces?
- Tú dime. - soltó los pinceles. - A tí es a la que te gusta espiar.
- No te espiaba, sólo pasaba por aquí. Y estas pinturas llamaron mi atención.
- Si, claro. - subió la mascarilla y siguió pintando. - No saliste... ¿Porqué?
- Mi casa está demasiado lejos. Me hace falta mucho más que un fin de semana para viajar hasta allá... - me miró y volvió a la pintura. - Tú tampoco saliste.
-...
-...
- Y por lo que sé... nunca lo haces.
- ¿Que no me espías dices?
- reí. - Ya te dije, la gente habla sin que preguntes. Sé más de tí por otras lenguas que por la tuya.
- No soy de hablar mucho.
- Ni de sonreír mucho.
- Sí sonrío... internamente.
- ¿Eso cuenta?
- No me conoces.
- No pero...
- Ya sé. - interrumpió. - La gente habla sin que preguntes.
- De hecho, iba a decir que eso te hace más interesante. - me volteé. - Sé que vas a negarlo... pero te molestan las cosas que dicen sobre tí. Un consejo... - lo miré. - Demuéstrales que se equivocan, si es que crees en la mala reputación.
Taehyung
Volteó y se fue. Pasaron unos segundos, miré alfrente y tomé la pintura negra estampándola contra el único cuadro colorido que me había dignado a pintar en años. Ella hacía de mi una persona tan diferente,. ¿Porqué tiene que ser tan rebelde? ¿Porqué no sólo puede caer a mis brazos y ya? Tacharla en mi lista no debía ser tan difícil.
Amber
- Oye... oye Amber.
- Mierda. - susurré y giré la cabeza. - Yeosang... hola. No, sabía que estabas aquí.
- Claro que sí. Me estabas evitándo hace un rato. ¿Creíste que no te había visto?
- Joder...
- Tranquila, te entiendo... pero ¿Tienes un tiempo para hablar?
- Realmente... sí, tengo tiempo.
- Bien, vamos arriba.
- ¿Que?
- ¿No has visto la terraza de esta universidad?
-...
Sonrió y tomó mi mano. Comenzamos a subir las escaleras como 2 idiotas mientras básicamente me llevaba a rastras. Al llegar...
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Vaya que el padre de Lisa y Jisoo tenía dinero. Había convertido una universidad de arte en un hotel de arte. Era simplemente maravilloso.
- Escucha, Yeosang...
- No. - me interrumpió. - Necesito decirte esto, necesito sacarlo de una vez... por favor, déjame comenzar.
- suspiré. - Claro, adelante.
- sonrió. - Cuando te vi... las demás chicas sólo me parecieron demasiado superficiales, tú eres auténtica, eres tú. Me haces querer conocerte cada vez más. - se acercó a mí. - He sufrido demasiado en esto del amor, y tal vez no quiero volver hacerlo ¿pero de eso se trata no? De arriesgarte por algo que crees importante, por algo que crees que valga la pena. - se acercó esta vez a mis labios. - Quiero que tú valgas la pena.
