Él... él parecía un chico normal, de este con el que vas, tienes una cita, se divierten y luego pierdes la virginidad porque lo crees perfécto... ya saben, un chico caballeroso, que no tarda en enamorarte con palabras hermosas, eso parecía. Pero su...
Lisa y Jisoo se presentaron rato después, claramente jodiendo el ambiente. Así que Jody se fue, Jennie y yo quisimos dormirnos temprano. Mañana sería un buen día... podía sentirlo.
Jennie
- Oye... perra, levántate. - la moví.
- 5 minutos.
- Dijiste que sería un buen día. Y un buen día empieza con energía, Amber.
- Sólo... te veo abajo.
- Ugh, vaga. Te espero allá.
Miré a las demás camas y ya se habían ido las dos engreídas. Me quité la ropa y me envolví en la toalla para ir a tomar una ducha. Luego, fui a la habitación y volví a encontrarme el plano de Amber con las babas por fuera, en fin, me vestí y llegué al comedor.
- Hey... tú. - volteé.
- ¿Kim... Taehyung? La última vez que hablamos yo estaba...
- Estabas gritándo mi nombre, querías que te diera más mientras nuestros cuerpos se escuchaban como bómbas de licéo atómicas.
- Si... eso... fue bastánte específico. Me sirve. ¿En qué te ayudo?
- Quería saber dónde estaba la nueva, Amber. Sé que comparten habitación.
- Si... de hecho sí, bajará en un rato. - pasé por su lado. - Cuidado, ella no es pendeja. - me fui.
Amber
- ¿Y preguntó por Amber?... ¿Así de la nada?
- Si.
- Hola chicas. Escuché mi nombre... ¿De qué hablaban? - me senté.
- ¿Hablaste con kim Taehyung el fin de semana?
- Sólo nos cruzamos una vez, quería tomar aire y él estaba en la azotea... ¿Porqué preguntas?
- Nada... al parecer se cansó de esperar a que lo busques.
Miré raro y luego sonó la campana, indicando que era tiempo de tomar el primer curso.
- Ni siquiera tuviste tiempo de comer.
- Por dormilona... te guardé la manzana.
Subimos, Jody se fue a su clase y Jennie y yo a la nuestra. Que al parecer... se tornó bastante interesante ese día. Todos estaban concentrados, sólo se escuchaba la profesora opinando sobre lo hermosas que estaban quedando cada una de las pinturas. Pasó una media hora y ya todos habían terminado de dar los últimos toques.
- Amber... ¿quieres empezar?
- Seguro. - tomé mi cuadro y la llevé alfrente.
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