Hwang Hyunjin, uno de los pocos cambia formas que existen, alfa, modelo adinerado y va de cama en cama, sin importarle absolutamente nada más que terminar la Universidad, comprometido con Lee Felix.
Lee Felix, un omega cambiaformas de familia adiner...
Felix Murmuró mientras se abrazaba a sus propias piernas y miraba una foto donde su hermoso lobo blanco se mostraba.
—¿Cuando volverás lobito? Extraño charlar contigo, seremos padres, ¿Si puedes escuchar cierto? Bangchan es el otro padre pero Hyunjin Hyung, quien ahora es mí prometido por conveniencia, es quien se hará cargo, espero que sea más parecido a mí que a Chris, no quiero más problemas.
Felix ocultó su rostro entre sus rodillas y suspiró, sintiendo las ganas de llorar invadirle al no poder volver a hablar con su lobo. Aún recuerda el día en que había perdido la comunicación con este.
—¿Cómo que estás enamorado de Christopher, Felix? —La voz de su padre sonó dura, Haciendo que el chico se encogiera en su lugar.— ¡Sabes que nosotros decidimos esas cosas! —Gritó, asustando al menor.—
—L-lo lamento papá, solamente pasó. —Susurró el chico con algo de miedo.— ¡P-pero yo realmente lo amo! —Murmuró más fuerte, recibiendo una cachetada de parte de su padre.—
—Haz roto una regla Felix, sabes lo que sucederá.
Ante el primer golpe el menor solamente atinó a hacerse más pequeño y cubrir un poco su cabeza, sabía que su ese era su castigo por enamorarse de alguien que sus padres no le habían indicado pero dolía, jamás se acostumbraría al dolor de ser golpeado.
Felix, déjame el control a mí, anda pequeño, no quiero que te lastimen.
Escuchó la voz de su lobo pero no le hizo caso, no quería que su padre lastimara a lo único que lo hacía sentías bien a veces, su relación con su lobo era inquebrantable, eso creía.
Tras unos minutos sintió como iba perdiendo las fuerzas, su cuerpo dolía horrores pero su padre no paraba con los golpes, patadas en su abdomen, cintarazos en su espalda, dolía. Sin darse cuenta cayó en la inconsciencia, o eso creyó.
Ante el hombre un lobo blanco apareció y recibió todos los golpes que en realidad eran para el pequeño chico, no quería ver cómo lastimaban a su humano por el simple hecho de enamorarse.
Felix despertó en su habitación, había distintos vendajes por su cuerpo y supo que era su madre quien lo había curado. Con cuidado se levantó sintiendo todo su cuerpo doler e intentó comunicarse con su lobo, no funcionaba, se asustó. Intentó visualizarlo y la imagen que obtuvo solamente le hizo llorar, su lobo estaba lastimado.
Sacudió su cabeza ante los recuerdos de aquel día y suspiró nuevamente. Desde entonces su lobo no había dado señales de querer despertar o levantarse. ¿Lo extrañaba? Claro que sí, su relación era un Relación envidiable entre lobo - humano, a veces conversaba con él sobre las injusticias de su padre, a veces le preguntaba sobre sus vidas anteriores y a veces solamente le cantaba a su propio lobo, sabía que esto le calmaba.
—Espero que vuelvas pronto Athyr, no es lo mismo sin un lobito a quien cantarle, o un lobito que me cuentes anécdotas del pasado.
Felix se mantuvo abrazado a sus piernas durante un rato más antes de caminar al baño y desnudarse. Se quedó viendo su reflejo en el espejo de cuerpo completo, no pudo evitar sonreír levemente al notar su abdomen levemente abultado dónde ahí su pequeño o pequeña crecía. Sin más se metió a la ducha, en tan solo una hora Hyunjin iría a buscarle y él no había ni empacado para ir a su nuevo 'hogar'
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Hyunjin se encontraba hace ya quince minutos en su auto frente al hogar del Omega, sí, tal vez había llegado una hora antes de lo acordado pero la noticia que su lobo le había dado la noche anterior lo tenía ansioso, luego de comprobar que exactamente no era una broma su lobo lo volvió a hablarle y él estaba en "crisis". ¿Felix era realmente su alma gemela? ¿El lobo de Felix habría reconocido al suyo así como Asgard lo reconoció? Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta, aquello le molestaba.
Suspiró antes de bajar del auto y acercarse a tocar la puerta del hogar de los Lee. La linda Omega que el menor tenía como madre le abrió y le permitió entrar.
—Pensé que vendrías más tarde, Felix recién ha entrado a bañarse y ni siquiera ha empacado. —Murmuró la Omega mientras le indicaba que podía sentarse.—
—Lo lamento... Es que estoy algo ansioso por todo. —Respondió Hyunjin mientras jugaba con sus manos, suspirando segundos después.— ¿Usted cree en las almas gemelas, señora?
—No me digas señora cariño. —Respondió la mujer sentándose en frente suyo.— Claro que creo en las Almas Gemelas, he encontrado la mía hace un tiempo atrás pero lo nuestro jamás pudo ser algo más que encuentros a escondidas. —La mujer sonrió levemente.— Gracias de verdad por hacerte cargo del pequeño bebé que mí hijo dará a luz, sé que bien podrías haber roto el compromiso pero decidiste seguir adelante inventando una excusa.
—No es nada, si me permite decirlo, ver la sonrisa de su hijo me hace feliz a mí también, se notaba que él quería ser padre y quise cumplirle ese deseo. —Hyunjin Murmuró con una sonrisa, mirando hacia las escaleras.—
—¿Por qué preguntabas sobre las Almas gemelas, joven Hwang? Es raro que usted ande preguntando eso, sus padres me han dicho que usted nunca creyó en esas historias.
—Es que siento que he encontrado a mí alma gemela, más bien, mí lobo me ha dicho que ha reconocido al lobo de Felix como el lobo que lo acompañó durante todas sus vidas, luchando juntos contra toda cosa.
—Ya veo Joven, ¿Le puedo pedir un favor? —La Omega miró a las escaleras, esperando que su hijo no bajara aún.— Quiero que cuides bien a mí bebé, él no tiene un lobo que lo proteja, es decir, es un cambia formas pero desde hace dos años, tras algo que pasó, su lobo no despierta, sigue vivo pero no ha despertado. Él perdió la habilidad de transformarse y yo tengo la esperanza de que su alma gemela pueda devolverle a su lobo lo necesario para poder volver a despertar. —Pidió la Omega, dejando algo sorprendido a Hyunjin quien sin más asintió.—
—¿Hyunjin? Pensé que vendrías en media hora. —Murmuró Felix quien estaba bajando las escaleras.—
Hyunjin quedó embobado ante la presencia del menor, tenía un overol de Jean, abajo de ese overol tenía una camiseta blanca y alrededor de su cuello un pequeño pañuelo rosa se mostraba.
—Eh, sí, es que estaba algo ansioso por buscarte, el mudarme de mí apartamento me tiene nervioso. —Respondió Hyunjin mientras un pequeño sonrojo aparecía en sus mejillas.—
—Ya veo, espérame unos segundos, bajaré mis maletas y podemos irnos.
Felix subió corriendo las escaleras sin esperar una respuesta y la Omega únicamente rió al ver la reacción del Alfa, negando con la cabeza.