8: Un Recuerdo Borroso.

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— ¡Papá!

— Despierta hijo, hay que buscar otra salida de este horrible bosque lleno de perdedores.

Había escuchado la voz de mi padre y sentir como caminaba pisando ramas y hojas. No podía abrir mis ojos, pero al mover mis manos sentí la cara de mi padre y supuse que estaba cargándome.

— Que suerte que estés bien. ¿Qué diablos hizo Pino? ¿Te contó algo de su plan? Debemos volver a la cabaña.

Yo no dije nada, no sabía de quién hablábamos y no sabía dónde estábamos, aunque parecía bastante lógico que nos encontramos en el bosque de Gravity Falls.

— Bueno, tal vez no sea tan malo... Tal vez fue a distraer a los idiotas. Lo primero que debemos hacer como personas civilizadas e inútiles es buscar una salida, terminar los estudios, conseguir un trabajo, comprar un departamento, luego una casa, formar una familia y morir. ¿Qué debería hacer primero? Debí traer ese libro de la miserable vida que tienen los humanos.

Luego de que los pasos de mi padre cesarán, la brisa del viento yendo a su máxima velocidad me daba
en que pensar, estábamos en medio de la carretera.

— Espero que estés bien Félix, aún no despiertas. ¿Eso es común? Debería llevarte a un hospital.

Escuché el sonido de un motor parando, el rechinar de la puerta metálica y la voz de una muchacha.

— ¿A dónde te llevo?

— Bueno no lo tengo muy claro, tal vez al hospital, mi hijo callo dormido luego de una explosión.

— Eso es bastante grave.— Musitó con preocupación la muchacha.— El hospital más cercano esta a varias horas, puedo dejarte en el hospital de California, hacia allí voy.

— Me parece bien. ¿Quieres saber la fecha y hora de tu muerte como agradecimiento?

— No, gracias.

...

— Es una suerte que esté bien con tal historia que cuentas. Solo tiene algunos rasguños y moretones, pero estará bien, debe simplemente estar muy cansado, los niños son así. — Hablo la doctora que me atendió al llegar al hospital.

¿Cómo podría dar una señal para probarles que podía escuchar? No se me ocurría nada, no entendía nada y no sabía como reaccionar ante toda la información que llegaba de un momento a otro desde la boca de mi padre.

Iba a intentar abrir los ojos, pero escuché de nuevo la voz de mi padre.

- - -

— Despierta hijo, llegamos a una cafetería muy cerca de California, deberíamos comer algo después de tanta emoción.

Abrí mis ojos y estaba boca arriba y lo primero que observé fue el techo del auto, la puerta derecha del auto se abrió y ahí estaba mi padre esperando que bajara.

— ¿Vas a bajar? ¿Te encuentras bien?

— N-No es nada... Solo tuve un sueño...

— ¿Un sueño? ¿Qué es lo que soñaste? ¿Algo raro? ¿Una Pesadilla? ¿Un recuerdo? — Las preguntas de mi padre me sofocaban y me hacían dudar de mis alrededores.

Vuelve. | 𝙱𝚒𝚕𝚕𝚍𝚒𝚙 - (𝚃.𝟸)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora