Vuelve. | 𝙱𝚒𝚕𝚕𝚍𝚒𝚙 - (𝚃.𝟸)

5: ¿Sueños o recuerdos?

No era de extrañar que cuando llegue a casa fui castigado por llegar tarde y por no haber dado explicaciones de con quién estaba, aunque le reiteré varias veces que me encontraba con un profesor. Me encontraba encerrado en mi habitación recostado en mi cama, mi celular había sido confiscado y mi aburrimiento se extendía cada vez más.

Me había entretenido bastante haciendo tarea y viendo vídeos de YouTube en la televisión, pero de todas formas me sentía insatisfecho. No había tenido otra opción que dar una pequeña siesta, después de todo mis ojos estaban bastante cansados de tanta luz. Me había quitado los zapatos y procedí a cubrirme con algunas mantas para estar calentito, mis ojos recayeron al simplemente escuchar el sonido de mi respiración.

El paso de los minutos se hacía eterno y creía que jamás me dormirá, pero el absurdo sonido de un reloj me hizo sobresaltar, al abrir mis ojos con brusquedad note con bastante impresión que no me encontraba en mi habitación.

Aquel cuarto era muy infantil, con un techo exageradamente alto y el desorden mismo de la habitación, habían dibujos pegados en la pared, tirados en el suelo acompañados con lápices de colores desparramados hasta en la cama de telas amarillentas.

La habitación parecía ser de algún modo familiar aunque ningún comentario sobre aquello se me pasaba por la mente. Los dibujos eran bastante interesantes aunque las formas eran poco reconocidas, como una vaca siendo absorbida por un ovni, dos figuras una gris combatiendo con una amarilla y otra azul, un dibujo completamente verde con la palabra "Jardín" escrita encima, entre otros inexplicables.

Al notar una pequeña ventana encima de la cabecera de la cama no dude en acercarme para ver qué había afuera. Fue realmente fantasioso notar un cielo oscuro lleno de estrellas que alumbraban la propia ventana, hacia abajo se notaba un jardín con un gran tamaño, colorido y exótico. Era obvio que el dibujo verde se trataba de aquel jardín que se veía a una gran altura.

Escuché atentamente el sonido de la puerta siendo golpeada y cuando me di vuelta la voz reconocida de mi padre se hizo presente.

— Félix, despierta. Ya es hora de desayunar, vístete y baja. Recuerda que hoy tendrás una nueva niñera que vendrá a jugar contigo hoy. — Con una mezcla de emoción y pereza corrí hasta la puerta para abrirla y observar un largo pasillo lleno de puertas que dirigían a otras habitaciones. Sin pensarlo corrí hacia un ascensor que se encontraba no muy lejos para tocar el segundo botón sin tener idea de lo que hacía.

Parecía que reconocía como la palma de mi mano aquel lugar enorme que se asimilaba a un hotel, pero o fue destino alguno que cuando las puertas del ascensor se abrieron choque con alguien.

— Cuidado hijo, si llegaras a chocar con alguien tan importante como yo sentiría pena de ser tan despistado y apurado. — Aquel rubio más alto que yo me dio una tierna sonrisa para acariciar mis cabellos. Estaba tan sorprendido de que aquel muchacho de unos veinticinco era mi padre, esté aún teniendo la misma juventud presente a su actualidad. Lo notorio y diferente era que aquel Bill Cipher presente tenía la nariz y los pómulos bastante rojos.

— ¿Padre? — Había contestado con suma sorpresa y duda.

— Es la primera vez que me dices así, supongo que el crecimiento te está afectando, de donde habrás sacado esos modales. — El Rubio mayor no dudó en abrazarme fingiendo un tono triste.— No sigas creciendo o me dejarás solo como el viejo triángulo que soy.

Luego de aquel discurso conmovedor y recibir un beso en la frente por parte de aquel rubio me dirigí en busca de aquella niñera de la cual no recordaba. Mi padre, en cambio, se encaminó hacia una dirección contraria hacia mí, al pasar por los caminos destruidos hasta dirigirme a una construcción muy llamativa lejana a tal triángulo enorme del que había salido. Desde lo lejos noté una figura castaña caminando sin rumbo alguno, la poca luminosidad que había en aquella calle fueron una frustración obvia.

¿Podría ser posible que aquella persona fuera mi madre?
Mis preguntas no parecían tener sentido.

-— ¿Félix? Despierta hijo mío. — Al despertar repentinamente de aquel extraño sueño noté el rostro preocupado de mi padre sentado en la orilla de mi cama. No dude en preguntar lo que sucedía.

— ¿Sucede algo? ¿Es hora de cenar? — Cuestioné para sentarme en la cama.

— para nada, simplemente quiero saber cómo te encuentras. — Musitó mi padre para acomodar mis cabellos. Mis pensamientos estaban tan revueltos con la idea de saber si aquel sueño era real.

— Estoy bien, creo.

— ¿Ocurre algo? — Mi padre con tal pregunta decidió devolver mi celular.

— Me siento algo extraño, tuve un sueño bastante raro y me preguntó si fue real.

— Tal vez solo fue una pesadilla, los sueños son bastante reveladores pero muy confusos.

— Pero, era un lugar muy extraño y me parece haber visto a... — Mi padre me había interrumpido dando un largo suspiro.

— Entonces por eso razón estás tan preocupado, entiendo que sea tan duro que no esté en casa y que además de eso tu madre se haya ido hace mucho. Tus sentimientos son iguales que los míos, tu madre me hacía experimentar la felicidad, la tristeza y el sentimiento de no querer alejarme de su lado. — Mi padre había quedado en silencio por un momento.— Cuando se fue no sabía que hacer y hoy en día ese pensamiento sigue divagando por mi mente. Realmente lamento no estar para ti.

Aquellas palabras se sintieron como un fuerte dolor en el pecho que no podía digerir, me sentía pesado por escuchar a mi padre con aquel tono tan apagado y triste, era como si pudiera sentir toda aquella carga de sentimientos que traía encima. Aunque realmente me sentía así siempre

— No quiero verte triste, realmente lo odio. Te llevaré a un lugar especial para remediar todo el daño que te hice. ¿Vendrás conmigo?

— Oh, realmente sería genial. — El inesperado abrazo de mi padre fue motivo suficiente para llorar, volver a sentir el tacto cálido de un abrazo me daba tantos recuerdos.

— No llores hijo, otra opción sería comprarte un poni. — Musitó para acariciar mis cabellos.

— Es una buena opción aunque prefiero estar contigo. — Solté una pequeña risa.

— ¡Muy bien jovencito, empaca tus cosas que haremos un largo viaje a Gravity Falls! — Con mucha emoción mi padre levanto los brazos.

— ¿A dónde?

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Editado (✓)
25-09-21