𝑭𝒂𝒌𝒆 𝒍𝒐𝒗𝒆 (sasunaru)

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Al llegar, vi a Naruto comiendo su tercer bol de ramen. Rápidamente se acabó el cuenco y se dirigió a Hayame. 

— Dame uno más, por favor — la gente del lugar le miraba con curiosidad, preguntándose qué le había podido ocurrir al hokage para encontrarse en esa situación. 

— Que sean dos — me senté al lado de Naruto, el cual se sorprendió al no haberme visto llegar.

— ¡Marchando! — la morena nos dio la espalda para prepararlos.

— ¿Qué haces aquí? — tenía una clara expresión de enfado y se notaba su molestia en el tono de voz con el que me hablaba.

— Solo venía a pasar un rato contigo — Naruto fijó su atención en mí durante unos segundos antes de devolverla a la deliciosa comida recién hecha que estaba ahora frente a él. 

— Y yo soy el kazekage — rodó los ojos y suspiró —. ¿Por qué no me dices la verdad? — tragué fuertemente antes de responder. No me esperaba que fuera tan directo.

— Shikamaru me dijo que estabas algo raro y venía a ver qué te había pasado — el rubio apretó sus palillos con fuerza y se acabó el tazón en cuestión de segundos.

— No sé lo que te habrá contado, pero estoy perfectamente — fruncí el ceño.

— Ahora no me mientas tú. ¿Qué te ocurre?

— Te he dicho que no es nada. 

— Y yo te he dicho que no me mientas.

— ¡Qué estoy bien! ¿¡No deberías estar preocupándote de si la mujer a la que supuestamente amabas está bien después de que la abandonaras, en vez de perseguirme a mí!? — no respondí. Me había tomado por sorpresa su repentino enfado y seguía sin entender el porqué de este. Naruto chasqueó la lengua y se levantó furioso —. Solo déjalo. No necesito a nadie que me anime por algo que no es cierto — dejó suficiente dinero como para pagar su consumición y se alejó en dirección a la mansión hokage. Yo me quedé sentado, procesando nuestra conversación. 

Me levanté y, tras pedirle perdón a Hayame por la escena que habíamos montado, salí del local, huyendo de las curiosas miradas de los presentes. No era capaz de comprender qué pasaba por la mente de Naruto, pero una cosa estaba clara, Shikamaru no se equivocaba cuando decía que estaba raro. 

Sentí una pequeña llama de esperanza prenderse en mi interior. Una que me decía que la razón de su confusión era mi divorcio. En el fondo sabía que, de ser cierto, probablemente fuera por la parte de Sakura. El rubio siempre la había amado y, al saber que nuestra separación era de mutuo acuerdo, es posible que esos sentimientos resurgieran en él bajo la fe de que le gustaba. Puede que él siguiera enamorado de Hinata, mas creía que la de pelo rosa le amaba y su malestar era por pensar que nos había separado. O tal vez, y solo tal vez, mi amor fuese correspondido y sufría por no querer hacerle daño a su esposa dejándola. 

No pude evitar esbozar una pequeña sonrisa triste ante ese pensamiento. Incluso si sabía que era imposible que esa fuera la verdad, quería creer que sí lo era y soñar con ello. Pensar que, por remota que fuese, existía la posibilidad de que él me amara. Que algún día podríamos casarnos y formar una familia para vivir juntos por siempre. 

Suspiré y dirigí mi mirada al cielo. ¿Qué me has hecho, Naruto Uzumaki?

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Holiiiii.

Últimamente la historia tiene muchísimo apoyo y estoy muy feliz por ello aaa :)))). Mil gracias a todos, os amo <3. Lo siento si tardo en responder vuestros comentarios, entre los de esta y las otras son muchos y apenas tengo tiempo libre por los estudios, pero tarde o temprano os prometo de los leo todos (aunque muchos no los responda porque no sé qué decir xd) y siempre me matáis de la risa JASJASJ. Os quiero mucho y ya os dejo con los memes (perdón porque no sean muchos :'p)

Bye <3.