𝑭𝒂𝒌𝒆 𝒍𝒐𝒗𝒆 (sasunaru)

Epílogo

El capítulo a continuación tiene una parte de lemmon (contenido sexual explícito). He puesto un * al comienzo y al final de este para la gente que no le gusta este tipo de contenido. Dicho esto, ya podéis disfrutar del epílogo. Espero que os guste <3.

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Un sinfín de personas corría de un lado para otro sin descanso. La ceremonia empezaría en media hora y aún faltaban demasiados detalles por perfeccionar. Miraba mi reflejo en el espejo mientras colocaba cuidadosamente mi corbata. El día por fin había llegado y sentía que iba a salírseme el corazón del pecho. No importaban todas las veces que había soñado con este momento, a la hora de la verdad, toda planificación era insuficiente.

Ajusté una última vez el nudo en mi cuello y me giré hacia la puerta, encontrándome con Sakura. 

— Veo que sigue quedándote tan bien como la primera vez que te vi con él — sonreí ligeramente.

— Gracias. Tú también estás genial con el traje de dama de honor.

— Primero sonríes y ahora me alagas... Se nota que estás de buen humor. 

— Es imposible no estarlo cuando estás a unos minutos de casarte con el amor de tu vida, ¿no crees?

— Supongo que sí — la de pelo rosa rio ligeramente y se acercó a mí a paso lento —, aunque veo que, por muy feliz que estés, sigues sin ser capaz de colocarte una corbata decentemente — chasqueé la lengua, haciéndola soltar otra pequeña carcajada —. Anda, déjame — la Haruno desató la corbata para volver a anudarla de manera correcta —. Listo. 

— Gracias.

— No es nada. Voy a ver si necesitan ayuda con las flores. Kakashi vendrá a recogerte cuando sea el momento, mientras tanto, asegúrate de no estropear mi hermoso nudo y no mancharte el traje. 

— Ok.

— Hasta luego.

— Chao — Sakura abandonó la habitación y me senté en el sillón. Dirigí mi mirada a la ventana en un intento por distraerme. Seguía sin creérmelo, pero era real, iba a casarme con Naruto. 

No sabía cuanto tiempo había pasado perdido en mis pensamientos del rubio. Me encontraba completamente sumido en ellos hasta que oí la puerta abrirse. Me levanté bruscamente para ver al que había sido mi sensei frente a mí.

— ¿Estás listo? 

— Si estar a punto de morir por un ataque cardíaco de los nervios es estarlo, entonces, sí. Si no lo es, creo que tenemos un problema — el Hatake rio ligeramente.

— Felicidades, Sasuke. Estoy seguro de que vais a ser una pareja increíble.

— Gracias, por todo.

— Un placer. ¿Vamos? — puso su brazo izquierdo en jarra, indicándome que pasara el mío por el hueco que quedaba para caminar al altar.

— Sí — me acerqué a él para cogerle y salimos al exterior. 

El altar se componía de un gran arco de flores y había una larga alfombra blanca marcando el camino hasta él. Himawari desfiló entre las sillas a medida que dejaba un rastro de pétalos de rosa. Tras ella, pasaron nuestro padrino Shikamaru y su acompañante Temari. Después, fueron Hinata y Sakura, las damas de honor. Una vez todos ellos estuvieron en su lugar, Naruto caminó junto a Iruka con una sonrisa brillante en el rostro. 

Había llegado el momento de la verdad. Afirmé mi agarre con Kakashi y empezamos a andar. Las voces de fondo se apagaron al instante en cuanto mi mirada se cruzó con la del rubio. Cuando finalmente estuve a su lado, extendí mi mano temblorosa para juntarla a la suya.