Brianna-
-Voy para allá, llegaré en 5 minutos.
-¿Él sigue ahí?.
Me asomo por la ventana, observó fijamente a esa figura masculina al otro lado de la calle.
-Si, sigue aquí. Ya estoy asustada hasta los huesos -me coloco los zapatos deportivos.
-No eres la única. No he dejado de sentir que me observan -suspira -Necesitamos encontrar una solución para esto, y rápido.
-Opinó igual. No se cuento tiempo podré soportar tanta presión -me coloco de pie.
-Hablamos de eso en casa. Ya estoy en el lugar acordado. No tardes.
-Tranquila, no dejaré que me atrapé -cuelgo.
Miro mi reflejo. He tenido que reemplazar la ropa con la que llegue por otra más causal, para poder pasar inadvertida ante él.
Esta es una de las medidas que hemos tomado para que no descubra los recientes cambios que hemos hecho. Para lograr unos minutos de paz, o quizás intentamos hacer un poco más difícil su objetivo.
Me coloco la gorra, y me dispongo a salir del baño del instituto. Respiro profundo llenándome de valor y abro la puerta.
Camino por los pasillos como cualquier estudiante, llegando en mi morral la ropa que usaba antes, el calzado y los artículos de trabajo.
Salgo del instituto mirando de reojo a su dirección. Sigue en la misma posición con la mirada fija hacia la salida.
Debe estar esperando encontrarme entre la multitud. Hace días que sospecha que cambió mi apariencia a la hora de salida para mezclarme entre los estudiantes.
Actuó lo más normal que puedo. Miro las tiendas, me detengo ocasionalmente, tratando de parecer una adolescente más.
Sin embargo, me mantengo atenta a los sonidos, observó en los vidrios de las tiendas si alguien me sigue o si divisó su presencia. Cuando estoy lo suficientemente segura, o nerviosa, me adentro al centro comercial para continuar con mi recorrido.
Hago una parada en un local que vende roles de canela.
Así podría endulzar un poco a Estrella. Debe de encontrarse tan nerviosa, que estará tentada a comer sus uñas, esto bajará su ansiedad. Al menos por unas horas.
Compro un par, el chico se encarga de envolverlo, aprovecho estos segundos para tomar mi teléfono y fingir una llamada.
-¡Hola amiga! -habló un poco más chillón -Si ya estoy aquí -miro disimuladamente a mí alrededor. Detengo la vista en una tienda a unos centímetros de distancia. ¡Es él! -¿En la feria de comida? Si, nos vemos allá -digo lo suficientemente alto para que escuche, colocando la mano sobre mis labios.
Así creerá que no quiero que escuche.
-Señorita -capta mi atención el chico de antes -Aquí tiene -me extiende mi pedido.
-Gracias -le sonrió fingiendo que no estoy nerviosa.
Reanudó mi camino, pero esta vez me desvió por la feria de comida.
Noto en el reflejo de los vidrios su presencia. Lo suficientemente lejos para que no ser muy evidente, pero es fácil reconocerlo. Ha estado siguiéndonos desde hace más de una semana, podría reconocerlo a kilómetros de distancia.
Respiro lentamente tratando de no entrar en pánico. Sigo caminando con naturalidad hasta que cruzó por una esquina y salgo corriendo.
Entró en una de las puertas de "Solo acceso autorizado". Continuó corriendo sin detenerme por los pasillos.
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Cuando te Encuentre [COMPLETA]
Teen Fiction"Hay instantes que duran toda la vida" Una frase que he escuchado mucho a lo largo de mi vida, pero no había tenido suficiente importancia hasta que un instante de esos me trajo hasta aquí, quién iba a pensar que un momento, un instante, una decisió...