Si te lastimé; Kaynea

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Seven:

Vi que Ivo se subió al auto, guardé el celular en mi bolsillo y me puse a manejar otra vez.

Aún estaban en mi mente sus palabras, sé que no está preparado pero aún así podríamos haberlo intentado, ahora solo puedo respetar su decisión y tratar de no confundirlo más.

Tendré que fingir estas dos semanas que no me afectaron sus palabras y que podemos ser amigos sin problema, prefiero eso antes de perderlo completamente.

Mi mamá quiere conocerte, le he hablado algunas veces de ti -le confesé tímido, al instante sentí su mirada sobre mí-

¿En serio? yo igual quiero conocerla, espero que le hayas dicho algo bueno -soltó una risa bajita y volvió su vista hacia la calle-

Oyeee, claro que sí, total no hay nada malo que pueda decirle -me alcé de hombros y sonreí-

Realmente no hay nada malo en este chico, sólo puedo decir que rompió un poquito mi corazón pero bueno, últimamente eso es normal por aquí cuando se trata de temas amorosos.

Eso es cierto, soy un chico bueno -lo miré con las cejas alzadas y él se puso a reír- tal vez un poco.

Llegamos a mi casa y me estacioné en el lugar correspondiente, bajamos del auto y nos apuramos para entrar, hacía mucho frío esa noche.

Me prepararé un café, ¿quieres uno? -le pregunté mientras avanzaba hacia la cocina, él venía detrás de mi-

Sí, por favor, siento que me estoy congelando -respondió y se puso a mirar su celular-

Cuando el agua estuvo lista, nos preparé dos cafés y le avisé que estaban listos. Bebimos todo en silencio y luego de un rato le hablé.

¿Quieres ver una película? Se me fue el sueño que tenía -lo miré esperando su respuesta-

Sí, creo que beber café ahora fue una mala idea -soltó una pequeña risa-

Caminamos hasta el sofá de la sala y nos acomodamos, encendí la televisión y abrí Netflix, después de un rato buscando opciones, nos decidimos por ver "Yo antes de ti".

Siento que voy a terminar llorando, pido perdón desde antes por eso -me miró y se puso a reír- oye, estoy hablando en serio.

Lo sé, pero ¿por qué me pides perdón?, es probable que ambos terminemos igual -esta vez fui yo quien se puso a reír- ya, empezó.

Tomé la manta que estaba a mi lado y me cubrí con ella, enseguida le ofrecí la mitad para que no tuviera frío, se acercó a mi lado y pudo cubrirse. Vimos el resto de la película en silencio.

Cerca del final yo ya había soltado un par de lágrimas, sentía mucha tristeza por la chica, pero lo entendía a él. Tuve la tentación de decirle a mi acompañante que me abrace, pero sabía que eso me haría sentir peor.

Luego de ver el final, ambos nos encontrábamos llorando, sí que era triste la película. En un momento, a mi mente llegaron sus palabras y toda la pena que tenía se multiplicó, las lágrimas amenazaban con volver a salir y no quería llorar por esa razón.

Te lo dije, ambos terminaríamos llorando -habló Ivo mientras se secaba las lágrimas- las románticas son muy tristes.

Sí que lo son -hablé sin mirarlo- bueno, yo me iré a dormir, ya sabes dónde está la otra habitación, puedes dormir ahí, buenas noches -le dije rápido mientras me levantaba e iba hacia las escaleras- ah, por cierto, si tienes mucho frío, en el mueble hay más mantas.

Dije que la invitación seguía en pie pero nunca que dormiríamos juntos, ahora solo sería una pésima idea. Entré a mi habitación con la luz aún apagada, cerré la puerta y me estiré en la cama, necesitaba dejar de pensar en todo por un momento.