Cosas extrañas

406 37 17
                                    

— ¡Hola amigo! — dijo Sonic asomándose por la puerta abierta del taller — Y... oh... También estas aquí Knux, que conveniente — saludo animado, ambos le devolvieron el saludo.

— ¿Qué te trae por aquí? — pregunto el zorro, por la actitud que traía su mejor amigo no parecía que hubiera pasado algo malo.

— Los andaba buscando ¿Quieren ir a la playa? — invito señalando la salida — Amy y Sticks ya están allá, podríamos jugar con la pelota y relajarnos un rato antes de que Eggman ataque el pueblo de nuevo — les guiño el ojo con una actitud casual.

— Bueno, supongo que descansar un rato no me hará mal — admitió Tails y vio a Knuckles, quien sonrió.

— ¡Suena genial! ¡Te derrotare en el juego Sonic! — señalo al erizo con una sonrisa decidida.

— Jajaja ¡Ni en tus sueños Knux!, aunque me gustaría verte intentarlo — golpeo ligeramente su nariz con el pulgar, demostrando que aceptaba el desafío.

Así, los tres amigos se encaminaron a la playa a encontrarse con las dos integrantes femeninas del equipo. Al llegar al sitio; Amy se encontraba leyendo un libro bajo una sombrilla y Sticks, bueno, ella parecía estar haciendo una inspección del terreno alrededor de la red para jugar que habían instalado.

[Conozco un programa donde hablan sobre aliens que le encantaría a esa tejona]

Tails al comienzo, había estado ligeramente preocupado de que Knuckles fuera, ya que todavía no estaba seguro de si la fórmula tenía efectos secundarios, pero a medida que transcurrió la tarde nada anormal parecía haber en el equidna. Se puso a competir con Sonic, lo habitual, y decía tonterías como era común en él. Tampoco parecía tener problemas en sus piernas, todo parecía indicar que su fórmula funciono bien.

O bueno, así fue hasta que el atardecer se empezó a instalar.

Al comienzo fue sutil, pero lentamente Knuckles empezó a golpear la pelota demasiado fuerte durante el juego y, aunque todos lo tomaron como una torpeza de su parte, el comentario que dijo para justificarse alerto al joven zorro de que no se trataba de eso.

— Knuckles, deja de pasarte de los límites de cancha — se quejó Amy, que estaba en el bando contrario junto con Sonic — Controla tu fuerza — le señaló bastante molesta.

— No entiendo, si no estoy golpeando más fuerte que antes — respondió bastante confundido, sin encontrar una explicación — Tal vez he estado haciendo demasiado ejercicio estos días — comento como posible explicación.

— Como sea, golpea más despacio la pelota y deja de fanfarronear — le dijo Sonic con la pelota en la mano.

Tails sabía que nada tenía que ver con que el equidna hubiera estado haciendo ejercicio, y solo fue a peor, cuando todo indicaba que la fuerza de este seguía aumentando, golpeando cada vez más lejos, sin este quererlo.

En cuanto a Knuckles, estaba confundido y no entendía de donde venia toda esa energía que estaba sintiendo por todas partes.

Tal vez era el cansancio del día, o tal vez era porque Knuckles solía ser visto como el tonto del grupo, pero nadie (excepto Tails) siquiera sospechaba que algo raro le estaba pasando al equidna. En eso, el chico golpeo la pelota y esta voló varios metros lejos de la cancha.

— Knux... No me pasare lo que queda de día corriendo a buscar la pelota — se quejó Sonic, después de volver con la pelota en sus manos.

— ¡Sí! No hemos podido mantener el partido por tu culpa — le replico molesta Sticks.

— Pero chicos... les juro que he estado tratando de... — sin embargo, no alcanzo a terminar su disculpa cuando la eriza rosa lo interrumpió.

— Mira Knuckles, es obvio que no entiendes el concepto de "golpear suave" — estaba algo irritada — Mejor cambias con Tails un rato y te calmas — apunto con el dedo para que saliera de la cancha.

Un Gran problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora