Un Gran problema

Como si esto fuera poco

La caminata hacía el taller tomó apenas unos segundos, con Knuckles caminando con cuidado con sus dos amigos en su mano, aunque si le complicó al equidna cuando tuvo que agacharse, le daba vértigo ver hacia abajo, todavía no acostumbrado a su nueva altura, casi dejó caer a Tails y Sonic.

Una vez ambos amigos salieron de la mano del equidna y se pararon en el suelo Tails se dirigió a Knuckles, quién permaneció agachado.

— Ya tengo una muestra de tu pelo, pero esa fue antes de tu segundo crecimiento... ¿Me puedes dar otro cabello tuyo para analizar? — Knuckles se sacó un pelo y lo dejo caer sobre Tails, que aplastó al pequeño zorro.

— ¿Tienes alguna idea amigo? — dijo Sonic, quien lo ayudó a levantarse.

— ¡Ah! Tengo una hipótesis, pero para eso debo analizar ambos cabellos — dijo el zorro con la mano en el mentón —... Ayúdame a colocarlos sobre mi mesa de trabajo, pero que estén separados, que no se toquen — señaló con firmeza lo último.

— ¿Esta bien? — dijo Sonic rascándose la cabeza — No entiendo que quieres hacer, pero lo haré — dijo Sonic moviendo el pelo hasta la mesa.

— Yo no entiendo nada — dijo Knuckles, todavía agachado.

Después de tener ambos cabellos sobre la mesa de trabajo, Tails trajo algunas de sus herramientas, entre ellas su computadora y unos tubos que conecto a cada pelo con el aparato.

— ¿Chicos? ¿Me disculpan un momento? — dijo Sonic, después de ver su comunicador y corrío antes de explicar el porqué.

— Eh... ¿Bueno? — dijo Tails y siguió tecleando en su computadora.

Knuckles se había quedado observándolo fijamente mientras el zorro trabajaba, cosa que empezó a incomodarlo. Esos ojos púrpuras que miraban intrigado su trabajo lo estaban intimidando un poco, no es que creyera que Knuckles fuera hacerle daño, pero lo hacía sentirse pequeño. Nunca le gustó trabajar con más gente cerca que lo observara, y ahora que Knuckles lo miraba como un bicho en un agujero, se sentía 10 veces peor.

— ¿Knuckles? — se giró a verlo — ¿Por qué no te has levantado? — dijo mientras se acercaba un poco a él.

— Eh... Quería verte trabajar — respondió con un poco de duda el equidna.

— Estaré bien, no te preocupes — le contestó el zorro con cierta calma, pero notando la cara incómoda de su amigo — Pero... ¿Por qué no te has puesto de pie? — enfatizó esta vez en su pregunta, el equidna sólo evitó la mirada directa — Siempre has sido malo mintiendo, ¿Qué te pasa? — miró con sospecha y los puños apoyados en la cadera.

— Nada — rio el equidna nervioso, sin embargo, miró hacia arriba por un segundo con cierto temor.

— Espera... — Tails pareció comprender y frunció el ceño — ¡Tienes que estar bromeando! — se palmó la frente mientras Knuckles le sonrió incómodo — ¿Le tienes miedo a las alturas? — exclamó sorprendido.

— ¿Qué? No — negó con cierto aire molesto — Es sólo que me he estado mareando... No quiero romper nada mientras estoy así — parecía preocupado por eso, Tails se dio cuenta de que todavía parecía estar pensando en lo de ayer, de verdad ahora quería ser cuidadoso.

— ¿Desde cuándo te sientes mareado? — le preguntó con una mirada comprensiva.

— Desde que desperté — contestó viendo ligeramente al lugar donde se había levantado.

— Comprendo... Puede deberse al mismo cambio de tamaño... Tu cuerpo no debe estar acostumbrado... — dijo con una mano en el mentón, omitiendo cualquier otra explicación, para no confundir a Knuckles — ¡Espérame un segundo!