Lo que no se quiere conversar

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Mientras, Knuckles se estaba despertando después haberse desmayado una vez terminó de crecer. Apenas reaccionó cuando escuchó la voz de Sonic, y se dio cuenta de que seguía bajo tierra, se levantó sin darse cuenta del erizo que tenía arriba de su cabeza. Al comienzo, estaba un poco adolorido, pero no tuvo mucho tiempo para hacer siquiera una mueca cuando notó a un zorro de 2 colas volando hasta donde él estaba, solo que esta vez se veía mucho más pequeño que antes.

— ¡Tails! ¿Ahora que pasó? — preguntó preocupado.

— Agg... — se tapó las orejas el zorro — ¡¡Knuckles!! ¡¡Habla bajo o me dejaras sordo!! — le grito.

— Lo siento... — habló mucho más bajo el equidna — Es solo que... De verdad tengo miedo ahora — lo miró asustado, como un niño.

— Ufff... Tranquilo... Veremos cómo solucionarlo — dijo cansado, ya llevaba mucho rato volando, entonces Knuckles le ofreció su mano para que pudiera tomar un respiro — Gracias — dijo mientras se paraba en la mano, le sorprendió ver que los dedos del equidna ahora incluso eran más largos que lo que él era de alto — Vamos a mi taller y te haré un par de estudios... Pero primero debemos encontrar a Sonic... ¿Lo has visto? — antes lo había escuchado gritar y ahora no lo veía.

— No... Pero lo escuché llamarme — dijo extrañado, él también esperaba ya haberlo visto.

— ¡¡¡Estoy aquí!!! — se escuchó un fuerte grito, pero ninguno de los dos lo vio.

— No parece venir de abajo... — dijo Tails asomándose desde su posición en la mano — ¡¡Sonic!! ¡¿Dónde estás?! — exclamó ahuecando sus manos alrededor de su boca.

— ¡¡¡Estoy atrás!!! — "odio las alturas" se dijo el erizo fugazmente.

— ¿Donde? — dijo Knuckles girando la cabeza.

— ¡¡¡Aaaa!!! ¡¡¡Knuckles idiota!!! — estaba sumamente asustado — ¡¡¡No muevas tu cabeza!!! — grito, y el equidna lo podía escuchar justo detrás.

Entonces sintió algo detrás de su cabeza y dirigió su mano libre ahí, y efectivamente, lo que parecía una simple molestia en una de sus púas era Sonic, quien se estaba agarrando con todo lo que podía para no caer. Cuando Knuckles se levantó, el movimiento impidió que Sonic pudiera ponerse de pie y cuando el equidna se iba levantando el erizo resbaló desde encima de su cabeza hasta quedar agarrado en una de sus púas.

Knuckles tomó al erizo con sorprendente delicadeza y lo llevó adelante, colocando ambas palmas juntas para ver bien a sus dos amigos; ahora se sentía preocupado, porque una parte de él temía que le diera vértigo teniendo a los 2 chicos en sus manos.

— ¿Estas bien Sonic? — Knuckles trató de hablar bajo en la medida que podía.

— Uff... — expresó Sonic mientras se levantaba en la palma y se paraba medio tembloroso — Sí, gracias Knux, aunque quisiera no tener que repetir esa experiencia, muchas gracias — contestó una vez se había parado y miró a Tails, el cual estaba con una mirada nerviosa.

— Lo siento Sonic... — dijo el zorro bajando la cabeza y mirando sus zapatos.

— Últimamente has estado actuando muy raro amigo — dijo Sonic mirándolo extrañado, mientras Knuckles miraba al zorro confundido — Te vas antes de los juegos, te pones a trabajar en tus proyectos antes siquiera del amanecer y ahora te metiste con la bioquímica, que ni siquiera es tu área de trabajo... — Tails evitó la mirada directa de Sonic, quien cruzó los brazos — Somos tus amigos Tails, puedes confiar en nosotros ¿Qué es lo que te pasa? — el erizo se movió a la otra mano de Knuckles para ponerse más cerca del zorro.

Un Gran problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora