JungKook es un joven, un omega puro con dieciocho años que esconde su aroma entre supresores solo por el miedo de ser marcado.
Probablemente cambie cuando un alfa empiece a defenderlo, el verdadero reto es seguir de pie.
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Obra terminada ☑
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Márcame, quiero tenerte por siempre.
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La venda en sus ojos no ayudaba ante la angustia que sentía por saber qué era lo que TaeHyung quería regalarle.
Puchereo, ante el frío del ambiente, como algo fue puesto en sus hombros y escuchó varios "aww" de alrededor.
—Listo, Kookie. Cariño. Puedes quitarte la venda.
Desató la venda poco a poco, hasta al fin dejarla caer y abrir sus ojos ante el frío del lugar.
No tardó en retroceder, con sus manos en la boca y lágrimas a punto de caer.
—Kookie, me dijiste que no te gustaba celebrar tu cumpleaños porque tu familia era diferente. Por eso, hoy. —extendió sus manos —. Delante de la Universidad, con permiso de los profesores. Te extiendo a ti mi regalo.
No podía, había un camino bonito de rocas finas que lo guiaban a su alfa. El mismo que en sus manos tenía un lobito enorme de peluche de color negro. Justo como él.
—Cariño, te amo. Tal vez sea pronto ante los ocho meses de conocernos, pero siento que sin ti sería difícil sobrevivir.
—TaeHyung.
No podía, sabía que el aroma de felicidad se hacía presente. Ahora ya no le importaba que se enteraran de su lugar en la jerarquía, solo quería correr con su alfa y abrazarlo.
—JungKook, amo que este contigo en este día. Quiero permanecer contigo el resto de mi vida, para los tontos alfas que te molestan. Ser el golpeador personal de cada uno, ser quien te defienda de tu entorno y hacerte feliz. Te amo y no me arrepiento de nada.
El lobo grande fue dejado en el auto del alfa, para acercarse con una cajita bonita pequeña para dejarla en las manitas de JungKook.
—Feliz cumpleaños.
—¡TaeHyung! —se lanzó, apresándolo con sus bracitos y llorando en su hombro sabiendo que todo estaba bien. Que lo quería —. Mi alfa, gracias.
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Meses llenos de amor, el inicio de una relación tranquila. Una donde nadie molesta por temor a ser golpeados por el mismo alfa, por el temor de hacer llorar a JungKook.
—Aquí, otro besito aquí. Y uno más aquí —su dedito guiaba donde los labios de TaeHyung dejarían un toque ligero.
Se rió, estaba bien. Feliz, y completo. Con su segundo año en la Universidad todo parecía ir en orden.
Ya no había problemas, solo comentarios de personas. Algunos profesores incluso los sentaban juntos para evitarse problemas con los demás alfas.
No había nada de malo en su relación acaramelada, la misma en la que adoraba que TaeHyung se dejara hacer en el cabello.
—En vacaciones iré a Daegu. Con mis padres, quería saber si te gustaría venir conmigo. Pasar las seis semanas conmigo y mi familia escandalosa.
—Uh, tal vez sea divertido. ¿Puedo conocer a mi suegra? ¿Me dejarás hablar con tus hermanos?
—Conocer a la familia. Tal vez así ganemos más apoyo.
Sonrió, sí. También debería presentarlo a sus padres.
—Mis padres quieren conocerte TaeHyung. ¿Cómo le haremos?
Fue donde TaeHyung sonrió y tomó sus manitas para juntarlas ante el frío del invierno.
—Qué te parece si conozco a mis suegros primero, después nos quedamos en casa de mis padres una semana y más tarde en mi casa el resto de vacaciones.
—¡Sí!, espera... ¿significa que iré contigo a todas partes? —se sonrojo.
Asintió, tal vez debía acostumbrarse a la idea. Dejar de sentir vergüenza delante de su alfa que lo quería y pelearía por él, por todo. Tal vez llenarlo de besitos y sonreír feliz.
Se sentía mejor, TaeHyung siempre pensaba en ambos y no solo en su propia comodidad.
—Será en una semana. ¿Cierto?
Asintió, abrazando a JungKook y dejando que su abrigo se llenará del aroma a café. Que el calor lo hiciera olvidar el frío del entorno.
JungKook incluso acomodó su cabeza un poco, y sonrió con sus ojitos color miel brillando. Con su aroma a fresia acoplándose a TaeHyung.
—Uhm, no usas supresores.
—Desde hace dos días. No quiero dañar mi cuerpo con ellos, creo que es tiempo de que sepan. Que Kim TaeHyung ama a un Omega puro como yo.
—Y que Jeon JungKook ama a un alfa como yo. También eso —rió bajo, lo quería demasiado. Lo amaba.
Era simple, tal vez no podría llenarlo de cachorritos como las personas normales. Pero su lazo sería fuerte sin necesidad de niños corriendo de un lado a otro.
Solo eran ellos, y el amor que profesaban.
🐺🌸🐺
Quiero, tenerte cada día a mi lado.
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