CAPÍTULO 6

167 5 0
                                    

Mery llegó a mi casa, no sabía si ir a las seis al parque para hablar con Dani.
Marina; ¿Que hago voy o no voy tía?

Mery se encogió de hombros.

Decidí quedarme en casa, no estaba preparada para quedar con el, más que nada porque no quiero arreglar nada.

A las seis y cuarto escuché golpes muy fuertes en la puerta.

Me asome a la ventana, era el.

Daniel Oviedo.
Daniel; MARINA, SAL!! HEMOS QUEDADO. TENEMOS QUE HABLAR.

Se le notaba que estaba nervioso, de un momento a otro le dije a Mery que no le abriera la puerta.

El insistía en el saliera.

No le presté atención, me senté en el sillón.

Y de repente le veo allí en mi salón.
Marina; Mery ¿le has dejado entrar?

Mery asintió.
Mery; Tenéis que hablar.

Salí corriendo a la cocina y Dani detrás mía.

Intenté salir de allí pero alguien y ese alguien era Mery cerró la puerta.
Marina; Mery, dejame salir de aquí ahora mismo, por favor, no quiero hablar nada con este personaje.
Mery; Hasta que no arregleis nada no os dejaré salir.

Empecé a pegar en la puerta de la cocina.

Cuando alguien me acarició la cintura.
Marina; ¿Que coño haces?
Daniel; Intentar que te calmes para poder hablar de una puta vez, joder.

Empecé a pegar mas fuerte en la puerta, el me dio la vuelta y comenzó a hablar.

Yo me escape .
Marina; Venga si quieres hablar hablamos.
Dani ; ¿A ti que te pasa conmigo? Explicame.
Marina; ¿Por qué coño pegastes a Rubén?
Dani; Joder, porque yo te quería y el era un cabrón.
Marina; JAJAJAJA, que gracioso venga ya para de una puta vez tío, ¿quieres que me lo crea?

Empecé a ponerme más nerviosa a medida que se acercaba a mi .

Empecé a llorar de impotencia.

El tiró harina y todo lo que se encontraba a su paso.

No paraba de llorar ni el ni yo.

Le agarré la mano y el se dio la vuelta.

Me miró fijamente a los ojos.

Se fue acercando más a mi, la harina por toda la cocina, azúcar, agua había de todo, ese momento fue algo incómodo.

Estábamos a escasos cm.

C

Entró Mery.
Mery; A llegado Je... Parece que ya lo habéis arreglado ¿no?
Marina; No, aquí no se ha arreglado nada.

Me fui de allí para saludar a Jesús, aunque no habláramos mucho, eramos "amigos" y digo "amigos" porque nos llevamos regular.

He de decir que Mery estaba coladita por el hasta las trancas.

Un Suspiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora