Mery llegó a mi casa, no sabía si ir a las seis al parque para hablar con Dani.
Marina; ¿Que hago voy o no voy tía?Mery se encogió de hombros.
Decidí quedarme en casa, no estaba preparada para quedar con el, más que nada porque no quiero arreglar nada.
A las seis y cuarto escuché golpes muy fuertes en la puerta.
Me asome a la ventana, era el.
Daniel Oviedo.
Daniel; MARINA, SAL!! HEMOS QUEDADO. TENEMOS QUE HABLAR.Se le notaba que estaba nervioso, de un momento a otro le dije a Mery que no le abriera la puerta.
El insistía en el saliera.
No le presté atención, me senté en el sillón.
Y de repente le veo allí en mi salón.
Marina; Mery ¿le has dejado entrar?Mery asintió.
Mery; Tenéis que hablar.Salí corriendo a la cocina y Dani detrás mía.
Intenté salir de allí pero alguien y ese alguien era Mery cerró la puerta.
Marina; Mery, dejame salir de aquí ahora mismo, por favor, no quiero hablar nada con este personaje.
Mery; Hasta que no arregleis nada no os dejaré salir.Empecé a pegar en la puerta de la cocina.
Cuando alguien me acarició la cintura.
Marina; ¿Que coño haces?
Daniel; Intentar que te calmes para poder hablar de una puta vez, joder.Empecé a pegar mas fuerte en la puerta, el me dio la vuelta y comenzó a hablar.
Yo me escape .
Marina; Venga si quieres hablar hablamos.
Dani ; ¿A ti que te pasa conmigo? Explicame.
Marina; ¿Por qué coño pegastes a Rubén?
Dani; Joder, porque yo te quería y el era un cabrón.
Marina; JAJAJAJA, que gracioso venga ya para de una puta vez tío, ¿quieres que me lo crea?Empecé a ponerme más nerviosa a medida que se acercaba a mi .
Empecé a llorar de impotencia.
El tiró harina y todo lo que se encontraba a su paso.
No paraba de llorar ni el ni yo.
Le agarré la mano y el se dio la vuelta.
Me miró fijamente a los ojos.
Se fue acercando más a mi, la harina por toda la cocina, azúcar, agua había de todo, ese momento fue algo incómodo.
Estábamos a escasos cm.
C
Entró Mery.
Mery; A llegado Je... Parece que ya lo habéis arreglado ¿no?
Marina; No, aquí no se ha arreglado nada.Me fui de allí para saludar a Jesús, aunque no habláramos mucho, eramos "amigos" y digo "amigos" porque nos llevamos regular.
He de decir que Mery estaba coladita por el hasta las trancas.