No puedo dormirme, ya que alguien me quita el sueño. Hay alguien que está interrumpiendo mi descanso y solo hace meterse en mi cabeza sin dejar que haga nada más, que piense en nada y nadie más. ¿Como hago para sacarle de mi cabeza? ¡Le odio! Pero no quiero odiarle. Aunque tampoco quiero amarle. Es una sensación realmente extraña. Sólo quiero pensar que esta tarde le volveré a ver. Les volveré a ver. Ha sido muy poco tiempo pero para mi se me ha hecho eterno, mas que a mi, a mi corazón, a mi cerebro... Maldita sea, me muero por besar sus labios.
A la hora del mediodía
Había pasado la mañana metida en mi cama. Me había levantado casi para comer y ahora me había encontrado con mi madre haciendo la comida
-¿Que tal? Hoy vuelven los gemelos
M. Lo sé
-Vicky esta que se muere
M. También lo sé
Noté que mi madre posaba su mirada sobre mi
-Y tú también estas deseando
M. No mamá
-Miriam soy tu madre y se que esos chicos...
M. Que no mamá, no lo sabes, sólo lo se yo
-Bueno pues lo que tu digas... Pero recuerda que tienes que decidir lo que hacer en cada momento con cabeza
M. Vale
-Y si amas a alguien no desaproveches la oportunidad
M. Vale...
Me levanté para ir a ducharme cuando ella volvió a decirme algo
-Y sabes que le amas
Decidí no contestarle y me metí directamente a la ducha.
Esa tarde
Estaba haciendo mi cama cuando escuché un motor en movimiento. Automáticamente llamé a Vicky, que acababa de llegar y la dije que mirara a ver quienes eran
V. ¡Son ellos! ¡Miriam son ellos!
Dejé lo que estaba haciendo y salí corriendo hacia ellos, pero decidí no mostrarles mi amor tan pronto, así que frene y fui andando. Al ver a Dani me tiré a sus brazos, y nos fundimos en un fuerte abrazo. Le pregunté varias cosas, aunque en realidad deseaba que me las contaran los dos juntos. Después de unos minutos hablando con él, me dirigí a Jesús, que estaba terminando de hablar con Vicky
J. Hola
Me quedé mirándole dudando lo que debía hacer
M. Hola
J. No me vas a saludar ¿no?
M. ¿Que debo hacer?
El se dio media vuelta cabizbajo y se dirigió a su casa. Pensé en hacer yo lo mismo pero se me rompía el corazón más y más por cada paso que daba
M. Jesús.- Frenó en seco.- perdón
Se dio media vuelta para mirarme, y suspiró lenta y profundamente
J. Perdón lo debería de decir yo
Negué con la cabeza y me crucé de brazos
M. ¿Por que dices eso?
J. Por haberme comportado así
M. ¿Como?
J. Haciéndote creer que no te quería
M. ¿Entonces yo?
J. Tu sabrás
M. Yo tampoco me debería de haber comportado así
Nos miramos a los ojos. Sus pequeños ojitos transmitían muchos sentimientos, y supongo que el estaría pensando lo mismo de mis azulados ojos.
J. Dijimos que íbamos a empezar de cero
M. Pero no lo cumplimos
J. ¿El odio hace el amor?
M. Tal vez
J. ¿Crees que podemos ser amigos?
Esas palabras me rompieron el corazón. Estos días me había dado cuenta de que yo no le quería como amigo, no quería abrazarle muriendo por besarle pero no poder. Tampoco quería que sus labios fueran de otra mientras yo había tenido la oportunidad de besarlos. Y mucho menos quería que fuéramos solo amigos..
M. Lo veo complicado
¿Porque había dicho eso? Aunque la pregunta es ¿porque había dejado que mis sentimientos hablaran por si solos? Jesús estalló tras esas palabras y soltó las cosas que llevaba cojidas
J. ¡Me estas diciendo que no deberías haberte comportado así y ahora dices que no crees que podamos ser amigos!
M. Jesus tu no lo entiendes
J. ¡La que no lo entiendes eres tu! Te dije que estos días pensaras lo que nos pasaba pero veo que no lo has hecho
M. ¡Te crees que voy a caer a tus pies, y eso es mentira!
J. ¡Yo no quiero que caigas a mis pies! como tu misma me dijiste tengo a mas de 100.000 niñas detras y que son mil veces mejores que tú, a ti no te quiero
Esas palabras me sentaron como un puñal en el centro del corazón. Una lágrima se deslizo por mi mejilla
M. No quería decir que no podemos ser amigos, no quería decir eso...
J. Ahora intentas excusarte
M. No Jesús, no, no me estoy intentando excusar, es que yo no te quiero como amigo..
Otra lagrima volvió a salir de mis ojos. Cosa que nunca había hecho, llorar en público.
J. Yo tampoco te quiero como amiga, ni como nada
No iba a dejar que me hiciera tanto daño de esa manera. No iba a permitirle que derrumbara de mi corazón