Rojo [LEVIHAN/Historia completa]

4- Ningen

Era lunes y temprano aún, Petra levantó el teléfono y le preguntó a su secretaria si quedaban pacientes por atender. La muchacha tras el teléfono respondió de inmediato que por el momento no había nadie más, pero que había un electricista esperando  que venía por el mantenimiento y una inspección de rutina. Petra asintió y le dijo que lo dejara pasar. La pelirroja abrió la puerta y dejó entrar al hombre que vestía un uniforme de una sola pieza de color azul oscuro. Levi se calzó la gorra que ensombreció su mirada dejando apenas visible parte de su rostro y dejó sobre el suelo una caja llena de herramientas.

—Adelante, supe que el día de ayer en el edificio hubo una falla por la tormenta y el generador no funcionó correctamente—comentó Petra moviéndose a un costado para dejar al electricista desplazarse.

—Así es. — abrió la caja de herramientas—Puede continuar en lo suyo —sugirió Levi sintiéndose observado por aquella mujer.

—¿Le tomará mucho tiempo? —preguntó Petra con curiosidad.

—Diez o tal vez quince minutos, no se preocupe, es solo una inspección de rutina —respondió Levi de manera más fría.

La mujer decidió que podía tomar un descanso, así que no parecía mala idea ir por algo de café por lo que abrió la puerta para salir un momento. Levi analizó cada rincón con la mirada una vez que estuvo solo, era una oficina realmente pequeña y debía ser rápido en su actuar si no quería ser descubierto. En el centro de la oficina había una pequeña mesa con una planta ornamental, Levi observó los finos bordes de esta y pareció interesarse en ella, por lo que luego extrajo desde su bolsillo algo que se asemejaba en tamaño al botón de su camisa y lo dejó adherido en la maceta convenientemente cubierto con las hojas de la planta.

Para cuando Petra regresó, Levi acababa de cerrar su caja de herramientas y fingía atornillar algo en la pared, por lo que una vez que terminó con eso Levi cogió sus herramientas y se despidió de manera desinteresada aunque cortés que no hizo sospechar en nada a la mujer quien continuó en sus asuntos sin prestarle demasiada atención.

Levi salió del edificio vistiendo diferente a como había entrado, ahora llevaba puesto un elegante traje oscuro con camisa y unos anteojos redondos que le hacían ver sumamente atractivo así como intelectual. Afuera del edificio había un adolescente pidiendo limosna, las rodillas de sus pantalones se veían desgastados al igual que su calzado. Levi se detuvo y lo observó un momento.

—¿Alguien puede darme una moneda, por favor? —dijo el adolescente hacia los transeúntes que pasaban a su lado, pero que sin embargo ninguno parecía oírle ni mucho menos prestarle atención.

—Mantenme informado de todo quien entra y sale del edificio. Si notas que alguien que no trabaja aquí viene con frecuencia no dudes en contactarme —dijo Levi en dirección al adolescente para encajarle en la mano un generoso billete. —Mike, ¿ya comiste?

El chico rubio observó a Levi y negó con la cabeza en respuesta para luego guardar entre sus sucias y desgastadas ropas el dinero obtenido. Levi hizo una mueca en desaprobación y le indicó con la mirada que lo siguiera.

Caminaron un par de calles hasta que Levi se detuvo frente a un restaurante, en el que aparentemente era conocido dada la familiaridad con la que fue recibido. Levi le señaló a Mike que se sentara para luego acomodarse él en la mesa, a los pocos minutos llegó un mesero y le entregó la carta del menú.

—Pide lo que quieras —dijo Levi de manera tranquila y más relajada.

—¿De verdad? —preguntó Mike con un dejo de duda y quizás vergüenza.

—Así es, adelante —respondió Levi animándolo a elegir algo.

Un rato más tarde llegó el gran filete, Mike no pudo evitarlo pero dibujó una sonrisa que se pudo interpretar como felicidad al oler algo tan delicioso para él. Levi le observó comer en silencio, ciertamente no tenía apetito y de seguro Hanji le esperaría con algo para comer en casa.