8- Niebla

569 67 34
                                    







La niebla se apoderó de la ruidosa ciudad que nunca se detenía, incluso de noche. La sangre espesa y caliente fluyó como un río en un torrencial cauce.

Hanji había regresado a sus habituales andanzas y esta vez, no iba a fallar en su cacería.

Como sus últimos planes habían estado ciertamente interferidos por situaciones ajenas a lo presupuestado, Hanji había decidido buscar otras formas de entretención que incluyeran a Levi vigilando cada uno de sus pasos para asegurarse de que ella no cometiera ninguna estupidez que la pusiera en peligro.

Aquella noche de niebla, una mujer realmente joven salía de un bar apenas pudiendo mantenerse en pie. Era de esperar que alguien quisiera pasarse de listo ante la situación. Nada más propicio para un depredador que una mujer bella, solitaria y vulnerable, tratando de mantener el equilibrio mientras deslizaba el dedo por la pantalla de su teléfono con torpeza.

Mientras tanto, dos sombras se mantuvieron a la distancia de aquellas oscuras y agrietadas calles observando la situación.

—No te ves bien, ¿necesitas que llame a un amigo para que te lleve a tu casa?

La mujer estaba muy borracha como para intentar balbucear algo, en su lugar, pareció comprender lo que ese hombre le decía y se movió de manera lenta para por último entregarle su teléfono.

—No te preocupes, yo te llevaré, dime dónde vives.

La mujer subió al auto junto con aquel hombre. Levi y Hanji los siguieron en el suyo, manteniendo la suficiente distancia como para pasar inadvertidos y no levantar sospechas.

En algún momento, el sujeto dobló en intersecciones que, en vez de llevarlos a alguna parte de la ciudad, los alejaba cada vez más. Finalmente, el camino los estaba llevando al bosque que estaba muy apartado de la ciudad.

La intensa persecución culminó con una densa niebla que cubría los bosques y que amenazaba con su inminente oscuridad.

Las escenas a partir de ese momento se volvieron fugaces para esa mujer, con espacios vacíos, así como una vieja cinta de video entre los involucrados.

Llanto y gritos de una mujer.

El mismo hombre engrillado y sollozando por piedad.

Levi y Hanji arrastrando al hombre aún vivo dentro del maletero del auto.

Hanji disfrutando aquella sinfonía de gritos.

Levi devorándole los labios a Hanji en un delirante beso con sabor a sangre.

—Lo siento, Levi...

—No hay nada de lo que debas disculparte. —Susurró Levi sobre sus labios.

Los labios de ambos se volvieron rojos por la fricción y por la sangre en la boca del otro, y pronto debieron separarse para tomar un poco de aire entre jadeos y palabras murmuradas sin sentido alguno.

Levi tomó con fuerza a Hanji de las caderas y la sentó con suavidad sobre el maletero ya cerrado, podían escuchar los golpes del hombre dentro que trataba de pedir auxilio, pero eso no les importó realmente.

Sus manos la apegaron más hacia su cuerpo, su piel estaba ligeramente húmeda por el sudor de su arduo trabajo y por el clima frío de los bosques durante la noche.

El viaje tomó otros rumbos, cuando lo que inició sobre el maletero del BMW M5, continuó dentro con mayor intensidad en medio del espeso bosque. El aliento de Hanji quedó impregnado en el vidrio, empañándolo completamente cuando su boca quedó ligeramente abierta al sentir unos húmedos labios sobre su cuello al descubierto y en ese momento de complicidad, en las miradas de ambos ya no había sólo deseo, existía mucho más que una pasión desenfrenada y a veces retorcida. Algo que no tenía nombre y que quizás muchos no entenderían.

Rojo [LEVIHAN/Historia completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora