[Advertencia: Este episodio contiene escenas que tratan temas sensibles]
Un mes atrás, Yelena descansaba en la suite antes de la sesión de fotos que tendría esa mañana. La mujer tomó su iPhone y se conectó a la señal wifi del hotel como acostumbraba a hacer cada vez que estaba de paso en algún lugar con mejor conexión que los datos móviles de su teléfono.
Un grave error.
La mujer recibió un mensaje sugerente del sujeto con el que ocasionalmente salía cuando estaba aburrida. Estaba de paso por la ciudad, así que pese a tener trabajo que hacer, tenía algo de tiempo libre durante la tarde y la noche. Yelena se hizo un par de fotos en lencería frente al espejo y las envió ilusamente esperando recibir algo a cambio, en lugar de eso recibió a los pocos instantes un mail sin asunto. La mujer deslizó el dedo sobre la pantalla del teléfono y una mueca de disgusto se forjó en su rostro. El remitente le había enviado una secuencia de imágenes suyas en poca ropa y un video porno casero suyo grabado mucho antes con su propio teléfono.
Un completo escándalo contra su carrera profesional.
El tema era sencillo, el remitente solicitaba una generosa cantidad de dinero a cambio de no divulgar las imágenes en los medios. Un negocio ciertamente conveniente y discreto. Yelena no tuvo más remedio que realizar la transferencia bancaria con los datos que el remitente le había proporcionado para dar por finalizado el trato. A los pocos minutos, Yelena recibió un nuevo mail confirmando la absoluta confidencialidad de sus imágenes.
El trato estaba hecho.
Hanji y Levi habían estado planificando con anticipación aquella fiesta de gala. El único inconveniente parecía ser el dinero que conllevaba aquello. Sin embargo estuvo resuelto en poco tiempo. Solo era cosa de poner pequeños señuelos que sirvieran para embaucar a los propios invitados.
La fiesta se financiaría con sus propios dineros, exceptuando ciertos invitados que solo servirían como relleno.
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Rojo [LEVIHAN/Historia completa]
Fanfiction"Hace 15 años fueron vistos por última vez, los denominados Bonnie & Clyde del siglo XXI, quienes gozaron de una popularidad ciudadana que hasta entonces les sigue recordando con cariño. ¿Héroes? La policía consideró lo contrario. ¿Criminales? Hay m...