Levi dibujó una mueca dolorosa en el rostro y apretó la mandíbula, volvió a girar en su cama con angustia.
Era realmente joven cuando lo perdió absolutamente todo. Sus primeros recuerdos de niñez tenían que ver con botellas vacías y sombras de diversos hombres. Él lo había visto absolutamente todo a temprana edad. Su madre era una prostituta, probablemente una muy buena en su rubro. Quizás aquello era el recuerdo más nauseabundo y grotesco de su niñez. Nunca había tenido una percepción tan horrenda del bestial sexo animal.
A veces la oía en la habitación continúa, gemir por nombres de algunos de esos sujetos, otras veces la oía llorar desconsoladamente lamentándose por algún mal cliente.
Él siendo un niño no lo entendía ni tampoco quería hacerlo. No era de esperar que un día luego de regresar de la escuela, la encontrara tendida sobre la cama y desnuda, ella estaba fría y con sus ojos carentes de toda emoción. Aparentemente un cliente había tenido un arranque de ira y la había golpeado con el primer objeto que encontró.
El Levi de diez años de ese entonces, un muchacho pálido y escuálido, se prometió a sí mismo, que jamás desearía a una mujer. Todas ellas eran iguales ante sus ojos, unas malditas zorras infames que solo abren las piernas por sucio dinero.
Ese mismo día, luego de que llegara la policía, él fuera llevado a un orfanato. Lugar donde finalmente pasó hasta los últimos días de su adolescencia y donde se dio cuenta de lo muy equivocado que estaba con cierta promesa que hizo en su niñez.
Una tarde mientras el resto de chicos jugaba baloncesto en la cancha del orfanato, Levi vio a una chica sobre el tejado leyendo realmente concentrada en su propio mundo, cuando de pronto ella despegó la mirada del texto que leía y sus marrones ojos se encontraron con los suyos por primera vez.
Levi despertó en medio de la oscuridad y al hacerlo notó una tibia mano acariciando su mejilla y quitando el sudor frío de su frente.
—¿Estabas teniendo un mal sueño? —preguntó Hanji con voz suave mirándole fijamente y a la vez con preocupación.
Hanji lo rodeó con sus brazos y Levi suspiró escondiendo el rostro en su cuello, asegurándose de oler hasta la más mínima partícula de su aroma y volvió a cerrar sus ojos. Levi nunca dejaba de preguntarse cómo es que alguien tan buena como ella, había puesto sus ojos en él, que estaba tan roto por dentro. Él muchas veces sentía que no la merecía y que era demasiado perfecta en muchos aspectos, para alguien con un pasado y un presente tan turbulento como el suyo.
—No realmente, solo fue algo melancólico. A veces pienso que hubiera sido de mí si no nos hubiéramos conocido—respondió Levi disfrutando la simpleza de estar cerca de Hanji.
—No eres el único que lo piensa, me salvaste cuando creí que todo estaba perdido. No sé qué haría sin ti —dijo Hanji acariciando suavemente los cabellos de Levi, porque sabía que eso le relajaba—Vamos a dormir, mañana tenemos mucho qué hacer.
Levi asintió y sus párpados comenzaron a cerrarse producto de las suaves caricias de Hanji, ese pensamiento dulce le hizo aferrarse más a ella para dormirse así, abrazados el uno al otro.
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Rojo [LEVIHAN/Historia completa]
Fanfiction"Hace 15 años fueron vistos por última vez, los denominados Bonnie & Clyde del siglo XXI, quienes gozaron de una popularidad ciudadana que hasta entonces les sigue recordando con cariño. ¿Héroes? La policía consideró lo contrario. ¿Criminales? Hay m...