💋Lo que nunca tendré 💋

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Asmodeus.

Gemidos.

En la oscura habitación se escuchaban leves gemidos.

No era una sorpresa, en ese cuarto perfectamente acomodando y decorado, era cotidiano escuchar ese tipo de ruidos.

Después de todo era la habitación de Asmodeus.

Avatar de la Lujuria.

El hermano más hermoso y coqueto de todos.

Asmo se retorcía y suspiraba al sentir las embestidas fuertes de su demoníaco acompañante.

Se sentía bien.

Pero algo en el pecho se sentía mal.

- Y-Ya estoy por  acabar.- Anuncio acelerado un poco más la velocidad.

- A-Aja.- Asmodeus estaba cansado, se había sacado la lotería, era un demonio con bastante aguanté.

Después de un poco más, terminaron los dos.

Su acompañante se acostó a su lado, su respiración estaba agitada, intentó abrazarlo pero el menor se levantó de la cama, completamente recuperado.

- Vístete y vete.- Le ordenó mientras se ponía una bata ocultando su pálida piel llena de rasguños y chupetones.

- Pero...- El demonio estaba confundido, ¿Lo iba a botar así como así?.

Se levantó con algo de dificultad de la cama y caminó hacia el.

-¿N-No te gustó algo?.- Preguntó nervioso, Asmo era el demonio más hermoso que había conocido, ardiente y pervertido, no quería que eso fuera algo de solo una noche... Aunque conocía muy bien la manera de trabajar del menor.

Todos la conocían.

- Registre mi número en tu teléfono.- Dijo regalandole una sonrisa.- Llámame cuando quieras quedar de nuevo.- Está vez le acarició un poco la mejilla.

Eso alegro un poco al contrario, si Asmodeus le daba su número significaba que le había gustado, aunque también sabía que solo aceptaría sus llamadas si era solo para tener sexo casual, el no buscaba relaciones románticas.

- Está bien, fue rico estar contigo.- El mayor lo tomo de la cintura e intento besarlo.

Pero el contrario se apartó.

- ¡Alto ahí vaquero!.- Dijo Asmo, mientras se alejaba lentamente.- Los labios no.

-¿Por qué no dejas que nadie te besé?, Digo, me resulta curioso, dejas que hagan lo que sea con tu cuerpo, pero no dejas que toquen tus labios... Tan sensuales que son.

Asmo se estremeció ante la idea de besarlo, le gustaba físicamente, era atractivo y ardiente, pero no lo quería besar.

Los besos eran sagrados, según lo que había aprendido en el cielo... Bueno, cuando estaba en el.

- Nadie merece mis besos.- Contesto con superioridad.- Solo quién me robe el corazón se quedará con todos ellos.

El demonio solo suspiro, pensó que era una metáfora o broma por parte de el, Asmo nunca sería capaz de enamorarse de nadie, era imposible que alguien logrará esa meta, sin más que decir tomo sus cosas, se despidió de Asmo y salió por la ventana, a escondidas.

Aunque no era necesario, ya todos sabían lo que hacía Asmo cada que le ponía seguro a su puerta y no contestaba ningún mensaje.

Una vez solo en su cuarto, se dispuso a limpiar el desastre,cambio las sábanas y encendió algunas velas aromáticas, el olor después del acto le parecía algo repulsivo.

OBEY ME! ~ONE-SHOT~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora