El sol se había apagado, haciendo que las luces de la calle se encendieran poco a poco. La noche había caído de pronto. El primer día de clases llegaba a su fín. Aún en la cafetería se encontraban la segunda generación de elegidos, a excepción de Ken Ichijouji que se había retirado del lugar media hora antes, para emprender el viaje de regreso a Tamachi. El resto, al darse cuenta de la hora, decidió abandonar el lugar y retornar a sus hogares. Davis se marchó solo, ya que su casa quedaba en otra dirección que la de Kari, Yolei, TK y Cody. Estos últimos caminaron por las calles de Odaiba entre charlas y risas, intercambiando impresiones sobre lo emocionada que se encontraba Mimi de celebrar una fiesta el sábado, con motivo de la inauguración del departamento que compartía con Sora. Después de mucho tiempo todos los elegidos iban a estar juntos.
Al llegar a la bifurcación de la calle en la que se encontraban caminando, Kari empezó a despedirse del resto, ya que ella debía continuar su recorrido en sentido opuesto que el resto.
-Nos vemos mañana- se despidió con una sonrisa.
-Hasta mañana, descansa- le respondió Yolei.
-Cuidate mucho- agregó Cody.
-Yolei, Cody, yo también me despido, acompañaré a Kari a su casa- los interrumpió TK.
-TK, no es necesario que te desvíes para acompañarme, estaré bien.
-Ya sé que no lo necesitas, es solo que...-dudó- es que quiero acompañarte- afirmó, mientras dedicaba una sonrisa a la elegida de la luz.
Las palabras de su amigo le provocaron una alegría que tuvo que esforzarse por disimular.
-Si es lo que quieres, está bien- agregó, devolviendole la sonrisa.
-Sí, es lo quiere, así que vayan yendo- reafirmó la heredera del amor y la pureza, mientras le daba un pequeño empujón al rubio, que lo acercó a Kari-. ¡Nos vemos mañana!- exclamó, a la vez que sujetaba la mano del menor de los elegidos y se alejaban del resto.
-Yolei, ¿qué te sucede?- preguntó el más pequeño, confundido por el comportamiento de la chica de pelo lila.
-Ay Cody, en un tiempo lo entenderás tú también.
Aún en la esquina, TK y Kari observaban con asombro como Yolei se alejaba arrastrando a Cody con ella.
-¿Vamos entonces?- Ella volvió a sonreírle. Él asintió con la cabeza.
Los siguientes minutos transcurrieron en silencio, de todas formas ninguno de los dos se sentía incómodo con la situación. Ella notó un cierto nerviosismo en él, como si hubiese algo que le molestara y que no podía dejar salir. Observaba cómo caminaba con la mirada gacha, algo poco común en él, y como jugueteaba con sus dedos, que se encontraban entrelazados delante de su cuerpo.
-TK, ¿te sucede algo?- preguntó preocupada.
Él levantó la cabeza rápidamente y la miró. Sus ojos celestes, que desprendían un brillo aún más hermoso que lo habitual, se encontraron con los de ella, provocando que una sonrisa dulce y sincera se dibujara en su rostro.
-Sí, todo está bien, solo pensaba- respondió amablemente.
-¿Seguro que no hay nada que quieras decirme?- lo conocía demasiado bien como para saber que algo pasaba por su cabeza.
-Sí- volvió sonreír- es decir, sí, hay cosas que quisiera decirte, pero no sé cómo hacerlo- rectificó-. Hoy me he sentido extraño.
-¿Extraño? ¿En qué sentido?
-Me siento tonto diciendo esto, por lo que hablamos en la mañana, pero fue raro que no estés en el aula. Estaba acostumbrado a levantar la cabeza y tenerte ahí, poder verte, saber que estás bien. Que sientas mi mirada y voltees para dedicarme una sonrisa. Me cuesta pensar que tendré que amoldarme a esta situación.
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Digimon Adventure: Lazos Rotos
AdventureLuego de la derrota de MaloMyotismon, la paz y tranquilidad había vuelto a la Tierra. Los elegidos continuaron sus vidas como adolescentes comunes, enfrentándose día a día con las adversidades de estar convirtiéndose, poco a poco, en adultos. Todo...