El cielo empezaba a pintarse de una variedad de tonos anaranjados, que al mezclarse con las partes aún celestes, formaban una imagen digna de las más hermosas obras de arte. Kari lo observaba desde la ventana de su habitación, mientras guardaba su pijama y otros accesorios personales en un bolso. En minutos se dirigiría, junto a Yolei, al departamento que compartían Sora y Mimi. Las cuatro elegidas pasarían la noche preparando bocadillos y acomodando el lugar para la fiesta que tendría lugar la noche del sábado. Si bien sería una fiesta pequeña, dado que solo asistirían los ex niños elegidos, había mucha expectativa debido a que después de mucho tiempo estarían todos juntos, o al menos eso esperaban, aún restaba ver si TK se encontraba en condiciones de ir. Kari, que había hablado todos los días con él, pensaba que sí. Según le contaba, cada día se encontraba mejor. Con todo listo, tomó su teléfono para escribirle a Yolei y preguntarle si ella también lo estaba, ya que se encontrarían para ir juntas.
-¿Estás segura de querer ir sola? No tengo problema de llevarte como peluche.
-No es necesario, ya estoy acostumbrada a deambular por las calles sin llamar la atención. Pero gracias de todas formas- respondió Gatomon.
-Está bien, pero cuidate. Aún no sabemos quién es el hombre que vio a Agumon la otra noche- le recomendó con preocupación.
-No te preocupes, estaré bien.
Salieron juntas de la habitación y se encontraron con Tai sentado en la mesa leyendo uno de sus libros de la facultad, y a Agumon mirando la televisión.
-¿Ya te vas?- preguntó, levantando la mirada de su libro.
-Sí, estoy esperando que Yolei me avise que ya está por salir, para hacerlo yo también.
-Está bien. ¿Estarán ustedes cuatro solas, no?
-No estaremos solas, Gatomon, Poromon, Palmon y Biyomon también estarán- respondió ironicamente.
-Me refería a que no habrá chicos.
-A lo sumo podrían ir Matt o Ken, pero no lo harán.
-O tal vez TK...
-¿Por qué estaría TK?
-No lo sé, ustedes pasan mucho tiempo juntos- dijo, en un tono que insinuaba algo más.
-TK aún se está recuperando, y de todas formas no iba a ir, será un noche de chicas solamente- el sonido de su celular impidió cualquier tipo de respuesta por parte de su hermano- Yolei ya sale de su casa, así que me voy.
-Cuidense. Avísame cuando estén en casa de Sora.
-Está bien- respondió, para luego darle un beso en la frente a su hermano, en señal de despedida- Adiós Agumon, cuida a mi hermano.
-Adiós Kari, lo haré- contestó el digimon.
La elegida salió por la puerta y su compañera, como hacía todos los días, por el balcón. Kari caminó hasta la calle en la que todos los días se separaba de la heredera del amor y la pureza al volver del colegio, la gata la siguió a través de los techos. A los pocos minutos de haber llegado, apareció Yolei con un bolso bastante grande y algunas bolsas de compras, de seguro había robado productos de la tienda de sus padres.
-Kari, ¿no trajiste a Gatomon?
-Quiso ir sola caminando por los techos. ¿Y Poromon?- preguntó al no verla en brazos de su amiga.
Yolei abrió el cierre de su bolso dejando asomar una pequeña bola de color rosado.
-Hola Kari- saludó la digimon con aspecto de ave.
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Digimon Adventure: Lazos Rotos
AdventureLuego de la derrota de MaloMyotismon, la paz y tranquilidad había vuelto a la Tierra. Los elegidos continuaron sus vidas como adolescentes comunes, enfrentándose día a día con las adversidades de estar convirtiéndose, poco a poco, en adultos. Todo...