ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙: 𝒰𝓃 𝒸𝒽𝒾𝒸𝑜 𝒸𝑜𝓃 𝒻𝓊𝑒𝓇𝓉𝑒𝓈 𝑒𝓂𝑜𝒸𝒾𝑜𝓃𝑒𝓈

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Lan Wangji tenía seis años cuando rompió, por primera vez en su vida, una de las tantas reglas de la Secta Lan de Gusu.

Era alrededor de la medianoche y, a pesar de que sabía perfectamente que debería estar durmiendo en su propia habitación, estaba corriendo para salvar su vida de un fantasma feroz.

En realidad, la verdad era peor de lo que ya sonaba, porque ya era pasada la media noche y estaba corriendo por fuera de los límites de la secta Lan.

Correr está prohibido en los Recesos de la Nube. 

Para las ocho de la noche todos los discípulos deben estar en sus aposentos, listos para dormir a las 9. 

—Nadie puede salir de sus aposentos una vez que el toque de queda ha empezado. 


La voz de su tío, Lan Qiren, resonaba en sus pequeños oídos.

Lan Zhan quería gritar 'lo siento'. Pero eso solo agregaría otra regla a su lista de reglas rotas.

De todos modos no tiene tiempo para recordarse tales cosas como las reglas de su clan, ya que un feroz fantasma lo perseguía y sabe que si se detiene aunque sea un segundo, podría atraparlo y comérselo vivo.

Lan Zhan bajo su mirada al pequeño animal blanco y esponjoso que cargaba entre sus brazos, el pequeño conejo se escondía entre su túnica blanca.

El pequeño animalito estaba asustado, buscando algún tipo de consuelo en su nuevo amigo humano. Sin embargo, Lan Zhan también estaba asustado. De hecho, nunca había tenido miedo a algo como ese momento, esta vez estaba aterrorizado.

Quería gritar y llamar a su hermano, pero simplemente no podía encontrar su voz para hacerlo.

¿Estarían su hermano y su tío estarían decepcionados con él?

En el fondo sabe la respuesta, sabe que probablemente su tío estará decepcionado con él. Pero no era la intención de Lan Zhan salir de los límites de su secta.

Si tan solo no fuera porque se levantó de la cama en medio de la noche para cumplir su deseo infantil de intentar ver nuevamente a su madre...

Desafortunadamente, su pequeño plan no salió como esperaba.

Sucedió que en algún momento tomó una ruta equivocada en su camino al jardín de su madre, adentrándose así aún más en el bosque hasta el punto que terminó llorando bajo un árbol de peonía.

Lloró hasta que el pequeño conejito se le acercó y lo consoló con su nariz fría y su pelaje suave y esponjoso.

Y claro, como si todo eso no fuera suficiente castigo por parte de los cielos por ser un niño desobediente, cuando Lan Zhan trató de encontrar el camino de regreso a través del bosque un fantasma feroz apareció de la oscuridad e intento matarlo.

Sin ningún talismán a mano, espada o el conocimiento básico de cómo manejar la situación, la única opción que le quedaba era escapar y rezar al cielo para encontrar un lugar donde pueda ir y esconderse; o poder cruzarse con alguien en el bosque, alguien capaz de salvarlo o ayudarlo a regresar a su lugar de origen.

"Hermano, tengo miedo."

Su labio inferior temblaba y algunas lágrimas rodaban por sus regordetas e infantiles mejillas. El conejito en sus brazos enterró su fría nariz en su cuello, tratando de consolar al asustado humano vestido de blanco.

Lan Zhan jadeó cuando dio un paso en falso y se cayó, golpeándose la cabeza contra la raíz de un árbol. No se dio tiempo para llorar de dolor antes de ponerse de rodillas y revisar al pequeño conejito asustado en sus brazos, afortunadamente logró proteger al pequeño animal de cualquier daño que pudiera sufrir durante su caída.

El Amor Inmortal de Hanguang-junDonde viven las historias. Descúbrelo ahora