El Amor Inmortal de Hanguang-jun

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚: 𝒟𝑜𝓈 𝓂𝒾𝓉𝒶𝒹𝑒𝓈 𝒹𝑒 𝓊𝓃𝒶 𝓂𝒾𝓈𝓂𝒶 𝒶𝓁𝓂𝒶

Lan Wangji nunca pudo olvidar el día que se conocieron, tampoco pudo olvidar como su alma encontró confort en el otro cuando claramente lo necesitaba.

Otra cosa que no pudo olvidar fue como su tío lo retó cuando llegaron a la puerta de entrada de la secta en la parte más alta de la montaña.

Recuerda la sensación cálida de los brazos de Wei Wuxian alrededor suyo, quien lo cargó prácticamente todo el camino desde el bosque hasta la base de la montaña. Dicho recorrido, le pareció mucho más corto en comparación de la distancia original que él sentía que había recorrido cuando escapaba.

Obviamente, había una gran distancia entre Yiling y Gusu, pero eso solo pudo saberlo con certeza con el pasar del tiempo.

A medida que crecía y maduraba, y obviamente con mucha más experiencia en la cultivacion, llego a concluir que el mayor debió haber usado un portal para llegar mucho más rápido al Receso de las Nubes. Era claro que siendo un niño joven e inexperto no hubiera podido llegar a tal conclusión con la rapidez que podría hacerlo en su adultez, especialmente si el otro lo mantuvo distraído todo el camino, haciendo cosas como invocar flores detrás de sus oídos o sacarlas de sus mangas.

Una de ellas había sido una hermosa magnolia, la cual Wei Wuxian puso en su cabello y le dijo que: -Se veía demasiado adorable.-

(No hay necesidad de aclararlo, pero dicha flor la tiene guardada entre las hojas de su libro favorito.)

Esa misma noche, al llegar al pie de la montaña, Wei Wuxian se detuvo y lo observó con tristeza por unos segundos. Duro muy poco, ya que enseguida sonrió mientras le pellizcaba la nariz. —Hemos llegado! Mi pequeño Lan Zhan puede volver con sus seres queridos.

Lan Wangji se sinto avergonzado de si mismo por considerar mentirle al mayor para convencerlo de subir la montaña con él, solo para no dejar su lado.

Después de todo, ¿No querrían su tío y su padre conocer a la persona que no solo salvó su vida, sino que también lo regresó a su secta?

Muy poco sabía de niño sobre los asuntos de los adultos, pero al crecer las cosas fueron totalmente diferentes.

Recuerda que ese día, en el mismísimo momento que puso un pie más allá de la puerta de entrada de su secta, su hermano mayor corrió a su lado y lo abrazó con fuerza, sin importarle las lágrimas que rodaban por sus mejillas.

Lan Huan le repitió, entre sollozos, lo aliviado que estaba de verlo. ¡Su pequeño hermanito estaba vivo y en una sola pieza!

Su tío se apresuró a llegar hasta su lado. —¡Lan Wangji!- Alzo su voz, lo suficiente para que el menor lo escuchara desde el otro lado del sendero, pero no lo suficiente para romper ninguna de sus reglas. 

El solo hecho de que Lan Qiren haya usado su nombre de cortesía, era prueba suficiente para dejarle en claro sobre lo problematico que había sido su desaparición para su familia.

Lan Qiren lo miro de arriba a bajo, claramente chequeando que no estuviera herido.

Obviamente, Wen Qing había hecho un excelente trabajo cuidando de sus heridas, ni si quiera había quedado una mínima marca en su piel.