¡Suelta a mi hombre estúpida!

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Capítulo 16

—No lo sé madre- empieza a decir dudosa.

No quería dar aquel paso que la llevaría a la gloria o al mismo infierno si él le decía que no deseaba nada con ella.

Debía admitir que tenía mucho miedo.

Sabía que si aquello pasaba moriría de tristeza, como también estaba cien por ciento segura que no lo soportaría. No soportaría su rechazo, no cuando que lo amaba con todo su corazón.

Su madre pudo darse cuenta a simple vista que su hija tenía miedo. Nunca la había visto ansiosa por la aprobación de ningún hombre. Como también era consciente del pánico de le causaba salir lastimada y, a otra vez perder la estabilidad que le había costado tanta volver a tener... A quedarse otra vez con el corazón roto por la ausencia de su amado.

Su madre suspira recordando que un día se sintió de aquel modo; con miedo a que la rechazara, a que no le diera la oportunidad de ser parte de su vida. Y lo peor a que nunca correspondiera a sus sentimientos.

—Sabes cuando conocí a tu padre me enamoré como una boba de él y él ni siquiera me pelaba porque era cinco años mayor que yo. Un día Fani, tu tía organizó una pijamada me invitó a su casa para estuviera presente junto con las demás chicas y la verdad yo no había ido por eso sino porque deseaba verlo a él... En fin, esa noche después que las chicas se durmieron me dije a mi misma, "es ahora o nunca" entre a su habitación sin que él se diera cuenta—su madre se pone colorada al recordar aquel episodio— pero justo cuando entré él estaba saliendo del baño como Dios lo trajo al mundo... En ese momento me quedé pasmada porque nunca había visto algo semejante "grande"— ahora es Mel la que se pone colorada al imaginarse a su difunto padre en aquella situación frente a su madre— él quedó pasmado. No le salieron palabras al igual que a mí. Y sin darme cuenta me lancé encima de él y lo besé, torpemente ya que era mi primer beso y él correspondió apasionadamente, cosa que me hizo muy feliz porque siempre había pensado que no le gustaba ni un poco... El por supuesto me dijo que también yo le gustaba y que no se había atrevido acercarse a mí ya que yo era apena una adolescente de diecisiete años... Después de ese día empezamos a salir.... Eso sí, fuimos como un terremoto. Hicimos de todo..., nos casamos, nació tu hermano y luego tú. Fuimos tan felices que no me arrepiento de nada. Si me dieran a elegir vivir todo a aquello otra vez lo haría gustosa.

—No sé qué decirte madre. Todo lo que me has dicho me ha agarrado por sorpresa— dice sorprendida porque nunca le había hablado de aquello. Siempre pensó que sus padres se conocieron de una forma normal, pero nunca imaginó que su madre había sido tan atrevida.

—Yo quiero un amor así— dice Mari con nostalgia sorprendiendo a las dos mujeres frente a ella.

Mari siempre ha anhelado sentir aquel sentimiento ya que nunca ha sentido ese cosquilleo con sus antiguas parejas. Y la verdad debía confesar que le tenía envidia a su amiga Melody. Ella a pesar de todo lo que ha pasado a encontrado el amor verdadero. Un hombre que la ama con locura y que ha estado dispuesto a todo con tal de ganar su corazón.

Suspira ansiosa Mari— Dios cuánto más tendría que esperar para conocer el hombre de su vida. No deseaba compartir su vida con cualquiera deseaba una persona que le hiera sentir viva. Un hombre que lograra elevarla a lo más alto y sublime. Que con solo verlo se sintiera feliz, nerviosa, dichosa... no vacía al estar con él, como le aconteció con sus antiguas parejas; mejor me quedo soltera.

Pero no puedo negar que daría lo que fuera por conocer aquel hombre, que me subiría o me bajaría las estrellas, sólo para ella. Aquel que me enseñe el verdadero significado del amor.

Que mi estómago se llenará de mariposas con solo verlo o pensar en él...

—Llamando a tierra a Mari! — suena, imitando la voz de megáfono, Mel divertida.

Mi Jefe Es Un PatánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora