Él es el favorito de los fans.
Los entrenadores lo adoran.
Las mujeres lo aman.
Cuando se trata de estar en el campo es el mejor.
Fuera del campo... todavía tiene mucho que aprender y ella esta dispuesta a enseñarle.
El amor también puede ser un...
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Capítulo 13
Offensive guard (Guardia ofensivo) - Los dos guards son los hombres de la línea ofensiva que se colocan a ambos lados del center. Al igual que los otros miembros de la línea su función es la de bloquear en jugadas de carrera y de pase. En algunas jugadas más que bloquear, el guard debe empujar al miembro del equipo contrario para abrir hueco para el corredor.
Una vieja estación de jazz sonaba en la radio. La ventana entreabierta dejando entrar una corriente aire que movía las cortinas. La pareja se mantuvo mirándose pese a la oscuridad.
April acaricio el costado de Steve con las puntas de sus dedos.
-¿Cuándo te lo hiciste?
-A los diecisiete.
-¿Tus padres te dieron permiso?
Negó.
-Entonces...
-Por la suficiente cantidad de dinero no importa.
-¿Por qué un águila?
Steve se perdió en sus pensamientos.
-Solo quería algo que tuviera alas.
-Suena como si quisieras volar lejos.
Él no respondió.
Como Steve no puso objeción siguió acariciando su tatuaje, las alas elevadas como si estuviera a punto de emprender el vuelo.
-Eres como una caja de sorpresas, mientras más te conozco más descubro cosas -arrastro sus dedos hasta su brazo y luego hacía su cuello, sus latidos eran acelerados-. Una vez quise hacerme un tatuaje, Mike lo iba a pagar, iba a ser mi regalo de cumpleaños. Llegue a la tienda, elegí el diseño e incluso llegue a sentarme, pero en cuanto vi la aguja, salí corriendo.
-¿Tienes miedo de las agujas?
-No en realidad. Lo que me asusto fue la idea de que era permanente y que un futuro podía arrepentirme. Nunca tuve en claro que era lo que quería de mi vida. Por supuesto Mike lo sabía por eso escogió ese regalo, de esa forma no tendría que pagar. A veces todavía me siento perdida. No lo parece pero estoy aterrorizada de no encontrar ese algo que ustedes tienen.
-¿Nosotros? Ah, te refieres al deporte.
Las comisuras de los labios de Steve se elevaron en una sonrisa.
-Quieres ir al ritmo de los demás en vez del tuyo.
-Cállate.
April intento de empujarlo con su pie, pero Steve la atrapo antes de que lo tocara. En vez de soltarla coloco su pierna sobre su cadera y arrastro sus dedos desde su tobillo hasta su muslo. La respiración de la chica se volvió rápida.
-Juegas sucio.
-No hay reglas.
-Si las hay y no puedes romperlas.
Steve se acercó hasta que su respiración acarició su piel, todo sin dejar de mover su pulgar en círculos sobre su pierna desnuda.
-¿Estoy fuera del juego? -Su cálido aliento estaba justo debajo el lóbulo.
-No -logro responder.
-Estoy seguro de que conseguí mi primer down.
-Esto no es fútbol.
Su traviesa mano se movió hacia el interior de sus muslos.
-Diez yardas. Sigue la ofensiva.
La acarició de manera lenta y dolorosa, sin llegar a donde más lo necesitaba. Ese era un lado completamente desconocido de Steve y le gustaba. Él la sorprendía cada vez más.
-¿Cuáles eran las reglas que mencionaste? -Dejo un beso donde le latía el pulso, seguido sintió como su lengua probaba el sudor de su piel.
April ya no recordaba haberlo mencionado, toda su atención estaba en otra cosa.
-Por favor.
Otro beso en su clavícula.
-No puedo recordarlas porque nunca me las dijiste.
«Oh, por el amor de...». Estaba burlándose de ella, en verdad lo hacía. También podía jugar el mismo juego. April puso su mano sobre la suya y la movió hacía arriba, cuando la toco justo por encima de las bragas su respiración se atoro en su garganta.
Steve recostó la cabeza sobre la almohada y la miro, la manera en que cerro sus ojos, arqueo su espalda y los ligeros gemidos que soltaba. Era tan hermosa. Ella no dejo ir su mano, sino que la mantuvo sobre la suya en todo momento. April utilizo su mano libre para acariciar sus pechos, era una visión excitante, no podía apartar sus ojos. Hipnotizado por la visión, hizo a un lado la tela para poder tocarla sin ningún impedimento. No supo quién disfruto más el contacto o de quién fue el gemido.
-Eres impresionante. Increíble. Hermosa.
Steve se inclinó y tomo el pezón de la chica por sobre el vestido.
-Steve.
-Estoy aquí. Justo a tu lado -y volvió a torturarla con su boca.
Todo lo que podía oír, sentir, era Steve. Y cuando la llevo al clímax supo que era su turno para torturarlo e iba a disfrutar cada segundo de ello.
