Nathaniel López
17 Noviembre 2023 - Presente
2:42 pm
A la distancia parece no darse cuenta de mi presencia, al igual que estos últimos días. No puedo evitar los escalofríos y la piel de gallina que tengo a causa de lo que acabo de ver, sabía que ella tenía algo raro pero no lo creí para tanto tampoco. Y a pesar de que podría demandar por acoso en circunstancias más normales, ella no lo ha notado.
Llevo estudiando unos dos años en este instituto y he de decir que es un lugar verdaderamente precioso y acogedor, pero durante todo este tiempo cruzando por mi mente solo ha estado cierto secreto que mi padre tenía acerca de mí y la familia perfecta que nunca tuve. Siempre fuimos solo mi padre y yo. No puedo quejarme tampoco, tuve una infancia casi privilegiada diría yo, pero cuando descubrí que yo si tenía familia alguna con mi madre solo quería saber más y más.
Llegue a saber mucho de mi otra familia gracias a el internet y las redes sociales. Duraba días enteros solo alimentando mi curiosidad. Descubrí todo a los trece años, cuando mi padre tuvo un descuido y pude ver mi acta de nacimiento.
Él no habla de mi madre, dice que es un tema sin importancia ya que es pasado y no tienen nada que ver ahora. Nunca me quise quedar con eso, yo quería saber más, quería los detalles de todo, siempre he tenido la manía de querer entender las cosas a la perfección.
Sacando un poco de información de varios sitios descubrí que no fui más ni menos que fruto de el pecado de la infidelidad. Mi madre ya tenía esposo y otra hija cuando nací yo, según mi padre -más unos tragos- mi madre estaba peleando con su esposo y durante ese año conoció a papá y me tuvieron a mi por una falla del anticonceptivo.
Despues de un tiempo mamá se arreglo con su esposo y un año después tuvieron una hija más. Mi madre no quiso involucrarse más con mi padre puesto que al fin y al cabo ya tenía una familia por construir y todo había sido un accidente, me dejo a mi suerte con papá, aunque aún trabajan en la misma empresa.
No me he involucrado con nadie de su familia ni con ella, pero no pude evitar la curiosidad de saber quiénes eran. Encontré la información de todos en bandeja de plata gracias a sus cuentas de Instagram y Facebook. El esposo de mi madre se llama Antonio Acevedo, tiene unos años más que ella, luego está su hija mayor, Lucía Acevedo y la menor, Rosario Acevedo, a quien tuvieron luego de abandonarme con mi padre.
Me enteré de que mi hermana estudiaba aquí gracias a una fotografía en la que tenía el uniforme, y aunque sonará acosador hice que mi padre me cambiara de escuela para poder estar más cerca de la familia de mamá. Estuve siendo el chico más solitario de mi grado gracias a que en vez de hablar con gente dedicaba enteramente mi tiempo libre a estudiar a mi hermana. Ella nunca lo notó.
Siempre la seguía luego de las clases e incluso a veces me quedaba hasta que llegaba la hora de la cena para verlos a todos bajo la excusa de que estaba en casa de un amigo. Era algo complicado, pero me las ingenié siempre para poder observar todo evadiendo la gran seguridad que hay en casa de ellos. Dos rejas con alambrado y una alarma no me detuvieron.
Ninguna de mis hermanastras sabe de mí. En cierto modo me alegra, ya que puedo acercarme sin ser la desgracia que dejo su madre por accidente que casi acaba con su familia. No vengo de ningún intercambio, solo fue una mentira para evitar sospechas por parte de ella, aunque no entiendo para que lo hice si al fin y al cabo le diré todo.
Seguro fueron los nervios de hablar con algún tipo de familia por primera vez.
Ahora solo estoy esperando a que mi hermanastra termine su trabajo sucio de masacrar a esa pobre chica. No sé como se le pasó por la mente hacer esto pero imagino que la razón tampoco me entusiasmará sabiendo que puede hacerme lo mismo.
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Aflicción y Apocalipsis
RandomLa realidad. No importa cuánto batalles para cambiarla, no se puede. Te toca lo que te toca y debes aceptarlo, y rendirte o continuar. La realidad es como una ruleta que gira y gira, y al detenerse debes afrontarlo. Pero, ¿que pasa si te toca algo...