𝑪𝒐𝒏𝒕𝒓𝒐𝒍 | ᴇsᴛᴇʀ ᴇxᴘᴏsɪᴛᴏ/ᴛᴜ

XV

—Deberías remodelar ese departamento, no tiene caso que lo sigas conservando en ese estado—comentó con un poco de reproche, no quería que su nueva amiga se aferrara a un romance que pasó hace mucho tiempo.

—Lo haré, cuando _______ me ayude. Sabes que quiero sentirla conmigo—sonrió ante la idea, aunque sabía que estaba haciendo mal por seguir insistiendo con la latina, pero no lo podía evitar.

—Lo sé, pero por ahora no hagas ningún movimiento que la tome por sorpresa—mencionó con un leve tono de seriedad—Y recuerda, actúa con naturalidad y que ______  no se dé cuenta de que ya sabes lo de la fiesta—repitió la mexicana una vez más, al otro lado de la línea.

—Lo sé, es sólo que no puedo evitar estar nerviosa—respondió con una leve sonrisa—Y tenemos que ir a probarnos vestidos—le sugirió con una pequeña risa, escuchó que alguien tocaba el timbre y decidió ir a abrir—Quiero que sea la cita perfec...—se quedó sin palabras al ver a una persona frente a ella con un ramo de rosas, alejó el teléfono de su oído, ignorando que la mexicana repetía muchas veces su nombre.

—Así que... ¿Quieres una cita perfecta?—preguntó con diversión cuando escuchó el comentario de la rubia, decidió entrar aún con el ramo en manos.

—______—susurró su nombre, lo cual fue un poco audible para Danna y silenció su micrófono para oír lo que ocurría con sus amigas.

—No hay otra o ¿sí?—fingió revisar el departamento como si buscara una persona.

—No sabía que vendrías—dejó su celular boca abajo para que la latina no notara la llamada que seguía en curso.

—Quise sorprenderte—se acercó a la ojiverde con una sonrisa, trataba de ocultar sus nervios por la siguiente petición que haría—Ester, te quería preguntar, ¿Te gustaría ir conmigo a la fiesta que organizó Danna?—preguntó poniendo el ramo de flores frente a ella, la española se sorprende por el gesto y con ambas manos toma el presente y le dedica una sonrisa a la latina.

—Me encantaría ir contigo—respondió sin dejar de sonreír, fue tanta su emoción que no pudo evitar besar a la chica, quien correspondió el beso con una notoria sonrisa—Debo confesar que me tomaste por sorpresa—susurró sin alejarse mucho de ______, quien tenía una mano posada en su mejilla, acariciándola con delicadeza, como si se tratara de una persona tan frágil. 

Emilia sonrió al ver a John jugar con sus sobrinos, sabía que él era un buen hombre y tenía un gran corazón, pero la culpa la seguía carcomiendo por dentro, cada día que pasaba le preocupaba que ______ se llegase a enterar su reciente relación, sobre todo desde cuándo inició.

—Andas distraída—mencionaron a un lado de ella, cerró un momento sus ojos por el susto, no dijo nada al oír la risa de su cuñada, quien miraba a la misma dirección que la británica—Yo sé que mi hermano suele ser intenso cuando se enamora, lo he visto. La última chica con la que salió era amiga mía, me encantaba la idea que ambos formaran pareja, ya sabes, que tu mejor amiga y tu hermano salgan, es una pequeña ilusión que tiene todas—rió ante lo último, la vida amorosa de su hermano podía ser algo... Intensa—Sólo te pido que tengas paciencia con él, le he dicho que no se entregue tanto a cualquier chica, supe que salías con una chica antes de salir con él—comentó sin un poco de discreción, era un secreto que su hermano le había contado, pues el ojiazul se sentía mal por ser el tercero en discordia en la relación de Emilia y aquella chica, de la cual no recordaba su nombre.

—Sí, la verdad es que ella no sabe que salgo con John y me gusta que se quede así, quiero que tenga esa buena imagen que tenía de mí o lo que queda de ella, antes de conocer a John, tenía esa idea de casarme con ella, a pesar de llevar unos meses, pero veía un futuro, uno que valdría la pena—confesó, sabía que Vellez se enteraría de su comentario, y era algo que ya no le importaba, aunque intentara enamorar de él, ______ estaría primero en su corazón.

—Debió ser increíble para que aún te brillen los ojos cuando hables de ella—la ojiazul se sorprendió al oír el comentario de la rubia.

—Ella seguirá siendo increíble para mí—dijo por última vez antes de irse al lado de John, quien la llamaba con una gran sonrisa, mientras abrazaba a sus sobrinos, quienes reían por las cosquillas que le daba el hombre.

Poco a poco aprendía a ser feliz a su lado, pero alguien más tendría lo que él nunca conseguiría...

Danna gritó cuando Ester abrió la puerta de su departamento, lo que no sabía la mexicana era que _____ continuaba en el departamento.

—Estoy tan feliz—abrazó a la española, quien la miraba sorprendida y trataba de hacer que guardase silencio, puso un dedo en sus labios, indicándole que se callara, pero la castaña no había entendido la referencia—Ahora sólo haya que esperar para que ella...—fue interrumpida por la española.

—Danna—inclinó su cabeza con una sonrisa forzada, indicándole que girara su cabeza hacia la dirección que le indicaba, Danna frunció el ceño e iba a comentar algo hasta que una tercera voz intervino.

—Hola, Danna—saludó ______, quien se levantaba del sofá con una sonrisa y se acercó a la chicas.

—Ya entendí—susurró para la ojiverde, se acercó a la latina y la abrazó —No sabía que estabas aquí—fulminó con la mirada a la española, la cual se cruzó de brazos.

—¿Por qué estabas feliz?—preguntó, incluso ella tenía esa duda, se alejó de la ojimarrón y se acercó a Ester, quien se sonrojó al sentir la mano de ______ rodear su cintura.

–Porque... —no sabía que excusa inventar, y no quería confesarle que escuchó la sorpresiva invitación, evadió a la latina con la mirada al ver que levantaba una ceja por su inicio de repuesta nerviosa —Porque aceptaste ir conmigo a la fiesta y espero que hayas invitado a esta chica —miró con diversión a la rubia, y regresó su vista a su amiga.

—Claro que sí, sólo cuento las horas para verla con un hermoso vestido —sonrió antes de dejarle un beso en la mejilla a su chica.

Danna soltó un grito de emoción al ver la repentina acción de su mejor amiga.

Algo saldría bien, después de todo...

Dos pájaros de un tiro...

¿Qué les parece la historia hasta ahora?