Entre las cariñosas alas y la acaudalada muerte [Finalizada]

Capítulo 4: La suavidad de las caricias, parte 2.

Antes de iniciar... 

♧♧Cuidado contiene trama sepsosa♧♧

como dije antes, no soy buena en este de escribir cosas sepsosas XD, pero pues... así salido este capítulo...

Durante todo el camino me mantuve mirando de reojo a este tipo, debido a que después de que acelerara no dijo ni una sola palabra, es más no me volteo a ver en ninguna ocasión.

En cuanto llegamos me quedé boquiabierto, era una mansión pequeña ubicada en la colonia Polanco. Al bajar y al entrar, mire que frente mío se encontraba un par de escaleras, las dividía un pasadizo que conducía a un comedor elegante como de unos 5 metros, sus sillas eran de madera parecidas a las del castillo de Chapultepec, después pasamos a la cocina también era grande y por último pasamos a los cuartos que se encontraban arriba en el segundo piso, tenía 4 cuartos, en donde estaba se encontraba una cama king size con una colcha dorada con vivillos color salmón, en ella tenía un dosel dorado, en cada lado tenía un buró de madrera, y enfrente un tocador enorme. Simplemente me quede observando todo a su alrededor, el baño fue lo más genial, poseía unos mosaicos color blanco y una franja dorada, además tenía su regadera y su tina de baño con jacuzzi.

-¿Que estoy haciendo aquí? -pregunté con desconcierto-

-Espere un momento en esta habitación, mi amo se encuentra en su habitación, yo le diré cuando puede verlo

Al decir aquello, salió en silencio, como si nada de lo que paso antes, hubiera sucedido.

-¿Qué demonios? -me pregunté en la mente-

Saque mi celular y mire un mensaje de mi madre, en él me decía que su noche había sido un éxito, adjunto con una foto donde se mostraba ella y aquel joven. Comencé a sonreír, debido a que ella se veía como rejuvenecida. Luego le respondí alegre sobre cómo se veía y aproveché para preguntarle sobre Zeus.

Así mismo, alcance a ver un mensaje del doctor Asmita que decía que iría a verme por lo menos el domingo, a lo que le negué la visita excusando mi celo.

También alcancé a ver un mensaje de Sisifo, en el que, al momento de intentar abrirlo, fui interrumpido por Radamanthys.

-Joven Tenma, ¿puede seguirme?

Bloquee mi celular y lo guarde nuevamente en mi bolsillo, para seguir a este sujeto.

Caminamos hasta donde parecía que era la alcoba de Hades, ahí Rada me dijo preocupado:

-lamento traerte así, pero desde ayer mi amo Hades ah estado un poco enfermo

-¿Qué le ocurre?

-solo usted puede ayudarlo –dijo al abrir la grande puerta de madera y hacerse a un lado-

Me quede ahí por unos segundos, hasta que me ordenó: