45.

2K 80 3
                                    

Narra Eva.

Llegamos a la cabaña, tenía una vista increíble y era en un complejo. Era invierno acá y no era época de turismo así que solo había una cabaña de las 6 que había en el complejo utilizada y era por unos viejitos, así que no corríamos riesgo de fotos y todo eso. Hicimos un punto de encuentro y alquilamos un auto. Las cosas iban bien, normal, recién llevábamos medio día solamente pero era llevadero.

Hugo: que hermoso es este lugar, no.- me dijo y asistí rápido.

Eva: debe ser súper bonito cuando cae nieve.

Hugo: capas tenemos suerte y antes que nos vayamos cae.- mi cara se iluminó.

Eva: ojalá.- sonreí y lo mire, me estaba mirando fijo.- qué pasa.- rei nerviosa.

Hugo: nada, que va a pasar.- mordí mi labio inconscientemente mirándolo.- no hagas eso.- se quejo.

Eva: el que.- y sus ojos fueron hacia mis labios y reí. Sentí como se acercaba más a mi.- salimos a caminar un poco.- solté nerviosa.

Hugo: como quieras.- se acercó más y cerré mis ojos, sentí como su nariz rozó contra la mía.

Eva: Hugo.- susurre.- creo que no.- y me corto uniendo nuestros labios.

Después de tanto tiempo lo volvía a sentir y las mariposas aparecieron en mi. Sus manos fueron hacia mi cintura y más mias rodearon su cuello. Nuestras lenguas rozaban y luego de unos segundos nos separábamos, el me apretó más a él.

Hugo: te eche mucho de menos.- susurro pegando nuestras frentes.

Eva: y yo, demasiado.- susurre y volvió a besarme con delicadeza.

Hugo: bueno nos vamos.- dijo separándose como sino hubiera pasado nada.- me pongo ropa cómoda y salimos.- asistí y me fui rápido a buscar unas zapas cómodas.

Estábamos subiendo una montaña y yo no daba más, este chico quería matarme.

Eva: escúchame, me estás haciendo trabajar más que en mi gira.- rio.- me rindo.- dije parando y me senté en una roca.

Hugo: vamos Evi, no falta nada.- tiro de mi mano, rebolee los ojos y seguimos.

Llegamos a la punta y era una vista impresionante, te hacía brillar los ojos. Nos sentamos y tomamos agua, nos quedábamos varios minutos en silencio disfrutando el lugar.

Eva: extrañaba tu olor.- reí y él también lo hizo.- y también a ti.- solté sin vueltas.- pero se que era por el bien de los dos y creo que hicimos lo correcto.

Hugo: yo también te extrañe a ti y no sabes lo feliz que estoy ahora mismo por tenerte a mi lado aunque sea dos dias.- suspiro y lo mire.

Eva: tu crees que está bien esto.- el me miraba fijo.- tal vez es peor o hablo por mi, solo son unos días, luego cada uno sigue su camino y la ilusión va a quedar ahí.

Hugo: si estamos acá es por algo, nada pasa porque si. Eva no hubo ni un día que no piense en ti, mi amor por vos sigue intacto.- lo mire fijo.- yo quiero una segunda parte de esta historia, no quiero que se pierda, es un desperdicio.- solto y hubo un silencio.- y esto es lo que me pasa a mi, tal vez a ti ya no te pasa lo mismo.- agache mi mirada y él miro para delante de nuevo suspirando y hable.

Eva: yo también pensé en ti todos los días y estoy dispuesta por una segunda oportunidad a esto.- el me miro sorprendido.- estoy dispuesta a todo, absolutamente todo.- en su cara apareció una gran sonrisa.

Me acerque a abrazarlo fuerte, estuvimos unos minutos así. Al separarme puso su mano en mi mejilla y junto nuestras bocas, me senté encima de sus piernas y seguimos el beso. Luego nos separamos y en nuestra cara solo había sonrisas, me senté adelante suyo y me rodeo con sus brazos para ver el atardecer que estaba llegando.

Narra Hugo.

Estábamos en silencio, juntos, disfrutando del atardecer. Ella sacó su móvil para captar el momento y yo también saqué una foto, luego vería si la subía o no. Luego ella dio vuelta la cámara para enfocarnos y nos hicimos unas fotos, lo guardo y yo bese su mejilla para seguir disfrutando.

Hugo: vamos.- la mire de costado.- antes que oscurezca y no sepamos volver.- rei.

Eva: no digas eso Dios mío.- dijo pagándose rápido.- venga vámonos que aparte me estoy congelando.- rio.

Hugo: quieres mi campera.- me la estaba por sacar y ella negó.- si toma.

Eva: no dije.- se acercó y me la volvió abrochar.- los pies y manos tengo congelados.- rio.

Hugo: bueno vámonos.- agarré su mano y empezamos a caminar, ella no me la soltó así que tampoco lo hice luego.

Al llegar prendimos la chimenea así entraba en calor la cabaña. Nos fijamos que íbamos a comer y ella fue a bañarse. Puse a hacer la cena así cuando salía entraba a ducharme yo rápido y comíamos.

Eva: Hugo.- grito, apague las cosas y fui a ver qué necesitaba.- me prestas una remera para dormir.- dijo agachada mirando su valija, estaba en bata y tenía su pelo mojado.

Hugo: agarra lo que quieras y sécate el pelo.- ella reboleo los ojos.- te va hacer mal.- asistio.- voy a bañarme.

Entre rápido a ducharme, cuando salí ella tenía una remera mía y encima una campera abrigada, se había secado el pelo. Me puse algo para dormir y salimos a la cocina a terminar la cena. Comimos entre charla de nuestras vidas, nos pusimos al día y hablamos de cómo nos estaba yendo en la gira estas últimas vueltas. Dejamos las cosas y ella se puso a lavar así que me puse a ayudarla.

Eva: Hugo.- la mire y tenía espuma en su mano, sopló y me tiro todo.

Hugo: qué haces.- ella reia.- ven aquí.- dije agarrando fuerte su brazo.

Eva: no por favor, está frío.- dijo tapando su cara.

Hugo: está bien, solo porque me das pena.- ella me miro con sus cejas levantadas.

Eva: me das pena.- se burló y reí.

La agarré fuerte de la cintura y junte nuestros labios, sus manos fueron acariciar mi nuca. Al minuto enredo sus piernas en mi cintura y mis manos recorrían su espalda. Nos separamos y nos miramos con una sonrisa, mordió mi labio y tiro de él. Volví a juntarnos y besándonos caminé hacia la habitación, llegue y la tiré en la cama. Sus manos empezaron a recorrer mi espalda por debajo de la remera, mis manos recorrían sus piernas. Con delicadeza la ropa fue desapareciendo y volvimos hacer el amor como solíamos hacerlo. La mire y llevé su pelo detrás de la oreja, ella sonrió cerrando sus ojos.

Hugo: te amo Eva.- solté y ella me miro, sus ojos brillaban.

Eva: y yo te amo a ti.- susurro y sonreí rozando nuestras narices.

Ahora fue ella quien volvió a juntar nuestras bocas y me hizo girar para quedar ella encima, lo hicimos otra vez pero siempre con amor y delicadeza.

Coincidir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora