Asentí mientras él me decía el lugar. Yo sé perfectamente en dónde queda. Cuando era niño me escondía de mi padre en aquel galpón que estaba detrás de la casa.
— Sí, sé en dónde queda — dije y todos me miraron.
— Bien, enseguida mando unas patrullas —dijo él.
— No, yo voy — dije y corrí para salir del lugar.
— ¡No, espera! — gritó él.
Salí y encontré el auto de mi madre. Me subí rápidamente a él y comencé a manejar. Tenía que llegar a ese lugar antes de que fuera demasiado tarde. Giré mi cabeza hacia atrás para ver cómo todos comenzaban a seguirme en sus autos. Unas cuantas patrullas de policía también iban detrás de mí. Aceleré y me pasé varios semáforos en rojo. Pero nada de eso me importaba ya. Solo necesito llegar a ese lugar y sacarla de allí.
Me bajé corriendo del auto mientras todos los demás se detenían detrás de mí. Uno de los policías me agarró del brazo.
— No, es mejor que no entres — me dijo. Lo miré.
— Voy a entrar — aseguré y me solté de él.
— ¡No, Finn! — escuché la voz de mi madre.
Me giré a verla y vi su angustia. Negué con la cabeza y volví a correr para dirigirme a la entrada de aquel viejo galpón.
Llegué y con cuidado abrí la puerta de chapa. Todo se veía oscuro y silencioso. Entré del todo y comencé a caminar por allí.
Todo estaba lleno de cajas y latas de pintura. Había ratas y bichos. Seguí caminando hasta que escuché su voz a lo lejos. Me acerqué más hacia el lugar.
— Pronto todo terminara, _____ — le dijo él.
Me asomé y ahí estaba. Parado frente a ella mientras sostenía un arma con la que jugaba sin prestarle atención. Ella estaba sentada y atada a una silla. Un pañuelo sobre su boca le impedía hablar pero su rostro estaba empapado en lágrimas.
— Todo es una lastima, ¿sabes? — se detuvo frente a ella y la apuntó con el arma, justo en la cabeza. _____ cerró los ojos con fuerza — Todo hubiese sido distinto si solo Finn me hubiese escuchado. Pero no lo hizo. Está como hipnotizado por ti y yo no puedo permitir eso. No puedo permitirlo — la miró y sonrió — Abre los ojos querida, quiero que veas — ella abrió los ojos y le sostuvo la mirada — ¿Hay algo que quieras decir antes de morir?
Mi corazón se detuvo y la respiración abandonó mi cuerpo.
Ella asintió levemente y entonces él sonrió y le quitó el trapo de la boca.
— Yo... yo amo a Finn — le dijo temblorosa.
Tuve ganas de entrar allí corriendo, pero si lo hago él puede hacerle daño. Tengo que encontrar la forma.
— Todas dicen lo mismo — aseguró él.
— No, no estoy mintiendo. De verdad lo amo.
— ¿Y si lo amas por qué no lo dejaste? Tuviste que haberlo dejado si lo amabas. Pero no, decidiste no hacerlo. Entonces no lo amas, querida.
— ¿Por qué hace esto? — le preguntó ella.
— Ya se te acabó el tiempo para las preguntas — le dijo y le quitó el seguro al arma. La colocó bien sobre su cabeza. Ella volvió a cerrar los ojos.
— ¡No! — dije y me hice ver. Él se giró a verme.
— Finn — dijo ella temblorosa.
— Todo va a estar bien, mi amor. Voy a sacarte de aquí, lo prometo — le dije sin dejar de mirarla. Ella asintió y soltó unas cuantas lágrimas.
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Peligrosa Obsesión {F. W. y tú} // Terminada
Fanfiction"- No, no, no. Lo siento chicos, pero lo mío no es amor. Se llama obsesión, una peligrosa obsesión - les aclaré y volví a tomar - Yo obtengo la chica que quiero cuando se me da la gana. Sólo que con ______ me estoy tardando." Qué ingenuo era. Crédi...