❝𝐴𝑣𝑎𝑡𝑎𝑟 [𝑂𝑛𝑒 𝑠𝘩𝑜𝑡𝑠]❞

[𝐴𝑎𝑛𝑔] 𝐵𝑎𝑖𝑙𝑒

(AU, hechos alterados)

Fui yo quien encontró al avatar en aquel iceberg, lo llevé a mi tribu y lo ayudé en todo lo que necesitó. Llevábamos un par de meses recorriendo el mundo, habíamos estado juntos en los más bellos lugares, habíamos resuelto conflictos y habíamos luchado, juntos. Siempre juntos.

Conocimos a los hermanos en una batalla y desde ese día sus ojos ya no buscaban los míos como antes. Katara podía enseñarle algo, tenía mucho más que entregar que yo. No quería decirlo en voz alta, pero sé que Aang está enamorado de la bella maestra de ojos azules.

—Iré a tomar aire—. Le avisé a el chico del boomerang, salí del lugar y me senté en la playa abrazando mis piernas. Estábamos en una fiesta de un chico que conocimos hoy aquí en esta misma arena. 

—Te estaba buscando—. Aang se sentó junto a mi, para ocultar su verdadera identidad se había dejado el pelo largo y me encantaba ver el castaño de este combinar con el de sus ojos.

—¿Ey, que pasa T/N? Te siento extraña—. Me habló suave con ese tono dulce que usa cuando quiere conectar con los sentimientos de alguien. 

Quería decirle todo, es más, quería gritarle a él y al resto del mundo que había encontrado a alguien que le daba sentido a los libros de amor, a alguien que me hacía sentir en casa lejos de ella. 

—Nada—. Dije intentando sonar convincente. Miré la luna, a Yue, quien había sido mi amiga los pocos días que estuvimos juntas, ella quería que yo le dijera al avatar mis sentimientos y sé que si pudiera decirlo ahora me pediría a gritos que fuera sincera con Aang.

Alguien le subió a la música de la fiesta y pudimos escuchar con claridad la canción lenta que sonaba, a pesar de estar lejos de ella. 

Aang se paró y extendió su mano, lo miré dudosa pero la tomé. En un suave movimiento me pegó a el y tomó mi cintura comenzando a bailar. Fue gracioso porque apenas comenzamos alguien apagó la música por lo que reímos sin dejar de danzar bajo la luz de Yue.

El castaño tomó mi mano y me hizo alejarme de él para luego enrollarme en sus brazos quedando de espalda a él pero pegada a su cálido cuerpo. Ambos teníamos una sonrisa en nuestro rostro. Me giró y quedamos frente a frente.

—Me gusta verte sonreír—. Me miró con ojos llenos de ternura y mi corazón saltó un latido. 

—Aang—. Gritó una voz conocida por ambos. Katara llamaba al castaño quien la miró con atención esperando que siguiera hablando. —Iré con Ty Lee a su casa, me quedaré a dormir allá, ya le avisé a Sokka y al resto, pero quería que ustedes también supieran—. Gritó para luego irse. 

—Está loca por Zuko, te apuesto que Ty lee lo sabe y la invitó como escusa para juntarlos—. Aang río. Yo estaba paralizada analizando todo lo que acababa de pasar. 

—¿No te gusta Katara?—. Pregunté aún sorprendida y confundida. —¿Que?—. Frunció el ceño sin quitar la sonrisa de su rostro. —Por la forma en que la miras yo pensé que—. No me dejó terminar y me interrumpió.

—T/N, miro a Katara para aprender sus movimientos, quiero ser un mejor maestro del agua. Y si la miro de alguna forma distinta es pura admiración—. Me miró a los ojos. —Me gustas tú—. 

Me besó suavemente, puso sus manos en mis mejillas y profundizó el beso con dulzura. Apenas mi cuerpo reaccionó lo seguí con la dificultad que causaban mis nervios, una vez los superé sonreí sin separar mis labios de los suyos. Mis manos viajaron a su cabello acariciándolo mientras el bajaba sus manos a mi cintura. Nos separamos por falta de aire. 

—Tu también me gustas Aang—. Lo abracé, mi cabeza se apoyó en su pecho sintiendo los latidos de su corazón y el ritmo de su respirar. El castaño apoyó su mentón en mi cabeza.

Hemos pasado por mucho juntos, conocimos a los hermanos, hemos entrenado nuestras habilidades, hicimos alianzas con los jóvenes del fuego, aprendimos de distintas culturas y miles de cosas más. Mientras lo abrazo tengo la sensación de que este es solo un nuevo comienzo.

—La luna brilla más de lo normal—. Susurró, yo la miré y sonreí sabiendo que mi amiga esta feliz de presenciar este momento.