-Papá, estaba en casa de unas amigas.-le contesté lo más sutil que pude para que él no dañará aquel gran día.
-Sí, unas amigas, cómo no.-dijo manteniendo su tono enfurecido.-¿Me crees estúpido?
-No señor, no creo que usted sea estúpido.-respondí manteniendome calmadá.
Aunque ya no era una niña seguía viviendo en su casa lo que significaba estar siguiendo sus reglas. Desde la muerte de mi madre hace más de un año la relación entre ambos fue en un declive total a tal punto que ya ni soportaba estar en su casa, sí, su casa porque ya no la sentía mía y aquel hombre al cual admiraba de pequeña no era el mismo con el que ahora vivía, aún cuando yo tenía que trabajar para hacerme cargo de la cuenta y su aporte era estar echado en el sillón todo el día tomando cerveza de dinero que tomaba de mi recámara aunque se forzaba por hacerme quedar por mentirosa siempre faltaban de 10 a 15 $ que dejabá a propósitoy mirando la televisión.
Sin importarle nada me dio un bofeton tan fuerte que su mano quedó marcada en mi rostro, yo aguanté las lágrimas y aprete los dientes para soportar el dolor mientras que él solo maldecía y decía cualquier cantidad de agravios que pudieran llegar a su boca, me fui a mi recámara cansada de seguir aguantando su maltrato y aunque tomaba el dinero que yo guardaba en el cajón de noche el no sabía que todos los días yo llegaba con el dinero de la propina que ganaba y los guardaba en un cajita escondida dentro de aquel cajón que aunque sacaras todas las gabetas era muy difícil de observarla a simple vista.
Luego de pasar le pasé seguro a la puerta, tomé un bolso que tenía guardado bajo la cama y coloqué todo lo pude dentro de el lo más rápido que pude aún sintiendo desagrado por el ardor de su mano en mi cara, escuché el forcejeo de la puerta.
-¡Ann, en mi casa no se les pasa seguro a las puertas!-dijo furioso dando tres golpes secos a la puerta y siguió gritando.-¡Abre está miérda ahora o la parto en pedazos!
<Sí tú casa, cerdo asqueroso>pensé
Él era mi padre pero ya no lo veía como tal, abrí la ventana, me coloqué los auriculares puse la música a todo volumen, salí lo más rápido que pude y comencé a correr. Con lágrimas en los ojos me prometi no regresar a esa casa, corrí unos cuarenta minutos para llegar a casa de Martha una amiga desde la infancia la cual me había dicho que cuando decidiera irme ella me aceptaría en su casa con los brazos abriertós. Al llegar a su casa toque en repetidas ocaciones pero nadie salía, llame varias veces pero su celular salía apagado y en ese punto era tanto el cansancio que tenía que me dormí.
Desperté en un sillón al día siguiente cubierta por una manta, al mirar el interior noté que nada había cambiado y aún tenía el retrato de su viaje de niña a los alpes sin duda alguna era la casa de Martha. Llevé mi mano al bolsillo derecho de mi pantalón para sacar mi celular, cuando estuvo encendido miré la hora, eran las 09:40 y mi estómago se contrajo dando ruidos que sólo significaban una cosa comida.
Escuché unos pasos en dirección a las escaleras y me levante levemente en el sillón observando una silueta femenina que bajando por ellas, una joven de test blanca, de ojos negros labios pequeños y rosados, cabello negro que llegaban a unos 15 centímetros después de sus hombros, vistiendo una pijama olgada negra con bordados blancos que le daban realze a su pequeño busto y aún más a su trasero.
-¡Tan perfecta como siempre!-le dije sonriendole.
-Igual que tú hermosa-respondió ella llevando ambas manos a su cabello para recogerlo en un moño.-Por lo visto ya te decidiste a salir de una vez de esa casa.
-Sí, sí.-le contesté-Es definitivo, ya mañana comenzare a buscar un motel donde quedarme.
-No te preocupes, sabes que puedes quedarte el tiempo que quieras.-me dijo desde la cocina.
Yo lo sabía, se podría decir que Martha era la única familia que me quedaba, y me sentía muy bien por haber tomado la decisión la noche anterior.
-Oyé, ¿Cómo llegué al sillón?-le pregunté luego de levantarme del sillón para salir de la duda porque en verdad no lo recordaba.
Ella me miró y dio una carcajada.
-Te quedaste dormida en frente de la puerta, tuve que decirle a mi amigo que te pasará hasta el sillón como a las 3 de la madrugada mientras que yo llevaba tú bolso.
-¿Tú amigo?-le pregunté
-Sí, pero descuida, se fue en la madrugada.-respondió
-¿Y que tal es?-le dije intrigada
-¿Recuerdas a Marcos?-contestó sonriendo.
-Claro que lo recuerdo, sí no dejabas de hablar de él-le dije sonriendo.
-¡Este es mil veces mejor y me quedo corta!-exclamo mientras que mi estómago dejaba en evidencia mis ganas de desayunar.
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Encrucijada
RandomEncrucijada es la complejidad de como se cruzan historias en lo que se desarrolla la trama. Donde la variedad, diversidad de cada personaje y sus decisiones los llevaran a plantarse que dirección tomar y que rumbo quieren para su vida.