Elements "Relatos de Oíkanguy"

Capítulo 4 "El escuadrón"

Liberaron a Orthi y lo escoltaron junto a mí hacia la nave humana, nos subimos en ella y nos dirigimos rumbo a Terhark. Dentro nos adelantaron cuál sería nuestro escuadrón, al parecer serían dos humanos un gher y yo. Pero la inclusión de Orthi a último momento hizo que un humano sea expulsado, nos comentaron que nos educarían militarmente. Los humanos habían estudiado los perfiles de mi gente y según ellos nos faltaba conocimiento de las naves enemigas, ya que justamente esto era lo que íbamos a sabotear.

Llegamos a Terhark y la educación fue breve, nos hablaron de las naves fundamentales de los planetas enemigos como eran nuestros aliados y nos dieron una documentación que tendríamos que ir viendo a su debido tiempo.

Luego, nos llevaron a una sala donde estaría nuestro primer integrante del escuadrón. Este era George Hudson y era lo que los humanos conocen como un N.D.N.

Los N.D.N son humanos con capacidades físicas superiores a la media, tienen una agilidad y velocidad impresionantes además de ser entrenados desde pequeños. Su apariencia era: un casco de color negro que no permitia que nosotros viéramos su cara, un traje con retoques verdes y llevaba consigo una "katana" y una pistola láser.

El casco era porque, al parecer, los humanos no pueden pisar todos los planetas. Esto porque necesitan de oxígeno, algo que en Vulcan no hay por ejemplo, así que este casco les permitiría respirar en estos planetas.

George se acercó a nosotros y nos dio la mano, este era un acto terrícola de bienvenida, por lo que se la estrechamos.

—Espero nos llevemos bien —asentimos con la cabeza.

Y nos dijeron que volvamos a la nave, porque iríamos a Ghere a buscar a nuestro próximo integrante.

Tardamos un poco en llegar a Ghere, ya que está un poco más lejos de los otros planetas, pero en el transcurso pudimos hablar con George.

George, para sorpresa mía, era muy humilde incluso chistoso en ocasiones. Pero esto me descolocaba. Los demás planetas decían que los humanos eran muy traicioneros y que no se podía confiar en ellos, pero George me daba la impresión contraria. No sabía bien que pensar de él.

Llegamos a Ghere y bajamos. Yo sabía que la población gher era muy pacífica, pero al llegar me pareció que eran demasiado pacíficos. Nos recibieron como si fuéramos sus mejores amigos. Si bien no hablaban y no sabíamos que decían entre ellos, no se los veía sometidos como nosotros, de hecho estaban bastante bien. Había colonias humanas que convivían con los ghers.

—Ven...aprendan un poco de Ghere —nos dijo el piloto riendo.

El soldado que nos escoltaba nos fue contando un poco lo que pasaba con Ghere:

—Groner ha hecho negocios beneficiarios para ambos planetas. Por eso los Ghere nos quieren tanto —dijo mientras pasábamos entre esos monstruos gigantes de hielo.

—El integrante de su escuadrón se hace llamar Jullient, y es uno de los científicos más jóvenes y brillantes de Ghere. Jullient, pudo hacer un dispositivo parecido a un auricular que al colocárselo a un humano este podría escuchar los pensamientos del gher, como ustedes son humanoides y tienen orejas me imagino que este dispositivo funcionará con ustedes —dijo mirándonos a Orthi y a mí—. De esta forma podrán "hablar con Jullient" pero tengan cuidado con lo que dicen —añadió.

Llegamos a una sala y un gher nos dio los auriculares. Nos dieron 2 cajas por si se nos rompían. Nos colocamos un auricular cada uno de nosotros y escuchamos.