Te prometo

15 de Agosto, 2020. Sábado.

15 de Agosto, 2020. Sábado.

Sábado, las 08:32h de la mañana, me siento en el sofá de mi casa, dudo si encender la televisión, hay una noticia que no va a tardar en salir y no me gusta ver como se le da tanto revuelo. Bebo un sorbo del café y me decido por encender la caja tonta.

"-Anne, la hermana menor de Eva B, la cantante femenina del momento, ha desaparecido."
"-Desde el 14 de Agosto, sobre las 11:00h de la mañana no se ha vuelto a saber de ella, nadie la ha visto y su teléfono no da señal."
"-¿Qué le habrá pasado?"

Odio cuando la prensa se mete en medio de las investigaciones, cuándo juegan a hacer el trabajo que otros tenemos que hacer e insinúan hacerlo mejor. Y este caso no iba a ser la excepción, más siendo hermana de una famosa la desaparecida. Apago la televisión y me termino el café que ya está frío. Me queda un día largo de trabajo, me han asignado como parte del equipo para buscar a Anne, el jefe quiere a todo el cuerpo de policía en este caso. Encontrarla y si es posible, con vida, sería un gran reconocimiento para él. Como siempre, cada uno siempre mira su ombligo, aunque de cara a la galería, debemos aparentar todo lo contrario.

Agarro la placa de policía, llevo poco tiempo pero me ven potencial. Nunca he faltado, siempre me quedo a hacee horas extras y me traigo parte del trabajo a casa, a mi diminuta casa. Quiero dejar de patrullar las calles y estar en casos importantes, como este. Es la primera vez que confían en mi después del año que llevo en la comisaría.
Descuelgo la llamada que hace que la pantalla de mi teléfono se ilumine.

-Cobo, ¿Preparado?
-En 10 minutos estoy ahí.

Dejo el vaso en el hueco del fregadero, a la noche cuando vuelva lo lavaré. Cojo la chaqueta del respaldo de la silla y salgo de mi casa. En la radio de mi viejo coche suena la nueva canción de la hermana de la desaparecida. "América", me parece un temazo, una pena que la autora no pueda disfrutarlo como se merece, lo saca el 12 de Agosto y días después desaparece su hermana. Desde la desaparición ella ha dejado las redes, se la ve dando vueltas por las calles, campos, y caminos buscando a su hermana. Se vino de Madrid a Galicia, donde ha desaparecido Anne. Lo ha dejado todo, por así decirlo, por buscar a su hermana.
Antes de darme cuenta, ya estoy frente a la comisaría, aparco en las plazas reservadas en el parking subterráneo y subo en el ascensor hasta la mesa dónde están mis cosas.

-Hoy va a ser un día movido. -Levanto la cabeza para ver como Anaju se sienta sobre mi mesa. Ella lleva varios años aquí, es de las mejores inspectoras del cuerpo en esta comisaría y aunque ha pedido el traslado para ir a Barcelona, aun no se lo han dado.-
-Espero que encontremos pronto a Anne.
-No será porque no vamos a intentarlo. -Bebe el último sorbo del vaso de café de la máquina antes de tirarlo a la papelera que hay debajo de mi mesa y ponerse en pié.- Hora de salir a buscar.
-¿Han dicho algo más los padres? ¿Algún sitio nuevo donde preguntar? -La morena se limita a negar con la cabeza. Suspiro resignado, es como buscar una aguja en un pajar.- Me gustaría hablar con los padres.
-Echa el freno novato. -Suelta una carcajada que no me molesta.- Demasiado que con 20 años formas parte del cuerpo de policía y te han incluido en este caso, aunque sea para buscar hasta debajo de las piedras.

Lleva razón, como siempre. A sus 25 años, Anaju es la voz de la experiencia para todo. Es como la hermana mayor que nunca he tenido. Si dice algo, eso va a misa. Me va mejor cuando presto atención a sus consejos. En este año he aprendido muchas cosas de ella y si estoy en este caso, también es en parte gracias a ella. Sé que habló con el teniente para dejarme ser partícipe y eso se lo voy a agradecer siempre. Caminamos hasta la entrada de la comisaría, ahí nos reunimos todos los agentes que vamos a hacer el primer turno de búsqueda. Nos dan varios papeles con las ubicaciones dónde se nos ha asignado a cada uno, y en unos minutos, salimos en dirección a donde nos corresponde. Al salir veo como los padres de la desaparecida entran a comisaría, tienen ojeras y la cara blanca, se nota que no han descansado mucho y que el nerviosismo por no encontrar a su hija menor los está desgastando por dentro. Siento pena al verlos, reflejan la imagen de muchos otros padres que no han encontrado a sus hijas desaparecidas y pienso que no es justo que nadie pase por eso. Esta vez, voy a intentar que el final sea feliz.