31 de Agosto, 2020. Lunes.

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31 de Agosto, 2020. Lunes.

Dejo a Eva en el sofá de su casa. Su madre ya trae el bote con alcohol y un paño para despertarla. Al olerlo tiene que empezar a despertar. Me levanto y doy varios pasos atrás, la mujer impregna la tela del líquido y lo pasa cerca de la nariz de Eva. La morena comienza a moverse y abre unos centímetros sus ojos, hasta que sus ojos se acostumbran a la luz y podemos volver a ver ese azul increíble. En ese momento es cuando yo comienzo a caminar para salir de la casa. Ya está a salvo, yo tengo que seguir respetando ese tiempo que ella quería. Lo que ha pasado hoy no debe cambiar nada.

El frío de la noche hace que alce los hombros para tapar parte de mi cuello y mi boca con la parte de arriba de la chaqueta. Saludo a uno de mis compañeros que esta noche vamos a hacer vigilancia alrededor de la casa de ella. Por fin Manu ha entrado en razón y ha mandado varios coches patrullas para evitar que se acerquen a ella. Casi la pierdo para que mi "querido" jefe diese la orden que tenía que haber dado mucho antes, desde la primera llamada que recibió. Suspiro aliviado sabiendo que ella ahora está bien. Vuelve a latir mi corazón con normalidad después de que casi se para al ver que se la llevaban y ninguno de nosotros podía evitarlo.

"Llegamos a la ubicación dónde han mandado venir a Eva. Después de esa llamada, Manu ha enviado un equipo de seguimiento, y yo estoy en el. La hemos seguido hasta el aeropuerto cuando ha llevado a Rafa, y ahora aquí estamos. Casi la perdermos por la cantidad de personas que se aglomeraron en la salida para poder tener un mínimo contacto con Eva, pero el mensaje de su amiga rubia con la ubicación nos ha salvado la vida.

"Esta es la ubicación que le han mandando, no dejes que le pase nada."
"Muchas gracias Sam, estamos detrás de ella. No dejaré que le pase nada, te lo prometo."

Suspiro mientras miro mi reloj, son las 23:29h, estoy muy nervioso. La hora se acerca y no vemos a nadie cerca de ella. Unas luces a unos 100 metros de nosotros nos hace desviar la mirada, pero la mía vuelve rápidamente al cuerpo de Eva para ver como la duermen con un trapo mientras ella patalea hasta que cae inconsciente y la cogen en brazos. El hombre, que puede medir unos dos metros comienza a correr.

-¡Eh! ¡Detengase! ¡Queda detenido! -Comienzo a correr detrás de él como si la vida se me escapase y en realidad una parte de mi vida si que se me escapa si pierdo el rastro de ese cabrón.- ¡Necesito refuerzos! ¡Se la lleva! ¡Va hacia el noroeste por el sendero número 3! -No lo veo pero sigo corriendo en la misma dirección que lo he visto marchar la última vez. Mis esperanzas se desvanecen cuando de frente me encuentro con uno de mis compañeros.-
-Por aquí no está.
-No no no no no. -Comienzo a agobiarme, se me derrumba el mundo ahora mismo. Paso las manos por el pelo desesperado. A mi derecha hay un camino y empiezo a correr por ahí. Necesito encontrarla, no puedo perderla, a ella no.- ¡Eva! ¡Eva! ¡Eva! -No obtengo respuesta solo el silencio y el silbido del viento en las hojas de los árboles. Mis rodillas tocan la arena del camino, estoy exhausto y desmotivado. ¿Dónde estás? No me dejes así por favor... Miro a la luna, buscando una respuesta y el sonido de la puerta de un coche al cerrarse vuelve a darme esperanzas. Sacando fuerzas sin saber de dónde empiezo a correr como si de Usain Bolt me tratase. Veo las luces del coche y de nuevo a ese tío tan alto. ¡Eva tiene que estar ahi! Saco mi pistola y antes de que el hombre pueda montarse en el coche comienzo a disparar, vacío el cargador contra él. Espero haberle dado al menos una vez. Al llegar al coche puedo ver como está sentado en el suelo, apoyado contra la puerta. Le he dado dos veces, en el hombro y en el abdomen. No creo que salga de esta.- Estás muerto hijo de puta.
-No más que su hermana. -Se ríe y le doy un puñetazo con el que le rompo la nariz.-
-¿¡Dónde está Anne!? -El gilipollas sigue riendo. Me agacho y con la punta de la pistola presiono en la herida que tiene en el abdomen. Grita de dolor.- Voy a salvarte la vida solo para que me digas donde está la morena antes de que me supliques que te mate.
-¡Hugo! -Me suena el aparato por el que nos comunicamos.-
-Los tengo, no sé donde estoy pero los tengo. -Le pongo las esposas al mal nacido y lo dejo tumbado boca abajo en el suelo para que no pueda escapar mientras yo abro la puerta trasera, Eva no está ahí. Camino unos pasos hasta llegar al maletero, subo la puerta y mi cuerpo vuelve en sí al verla ahí tumbada. Me agacho lo suficiente para retirarle el pelo de la cara y quitarle la cinta que le han puesto alrededor de la boca. Me tranquilizo al oler el cloroformo, con eso la han dormido y con un poco de alcohol despertará pronto. Le acaricio la cara antes de coger su cuerpo entre mis brazos.- Ya ha pasado todo. -Y por primera vez en la noche y me atrevería a decir en lo que va de día, sonrío.-"

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