20 de Agosto, 2020. Jueves. Parte 2.

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20 de Agosto, 2020. Jueves. Parte 2.

¿Estoy nervioso porque Eva está en mi salón esperando para comer una pizza de ayer en la tarde conmigo? Pues sí. Para que negarlo. Sentí demasiadas cosas cuando entrelazó su mano con la mía al salir de la comisaría. Esta mujer me vuelve loco e hizo que el enfado que tenia se esfumara, como si nunca hubiera existido. Nunca nadie había tenido ese poder sobre mi, ni siquiera mi ex novia. Ni la primera chica de la que me enamoré. Pero esos ojos hacen que me pierda y la cordura abandone mi cabeza.

El sonido del microondas hace que mi atención se centre en la pizza y deje a la chica de ojos azules. Camino hasta el pequeño salón, sonrio al verla sentada en mi sofá, con la televisión apagada y muy concentrada en su teléfono. Ojalá algún ser yo a quien ella le mande mensajes y sonría mirando la pantalla de su teléfono. Camino hasta ella y pongo el plato justo en el hueco de la mesa que hay delante de Eva, para captar su atención. Levanta la mirada de la pantalla de su pequeño disco y me sus ojos se quedan fijos mirando a los míos, acompañados de una sonrisa.
Nunca antes me había pasado que unos ojos me intimidasen tanto y a la vez me dejaran hipnotizado. Siento que me vuelvo tonto cuando se me acerca y es una sensación rara, porque me gusta sonreír solo porque ella está a mi lado. Carraspeo para poder salir de la burbuja que parece haberse creado entre nosotros.

-Espero que te guste. -Le da el primer bocado a la pizza y pone cara rara, como de asco. Mierda, ¿Qué le hago ahora de comer? No tengo mucho más, no he ido a la compra esta semana.- ¿No te gusta? -Al momento ella estalla en risas. ¿Qué le pasa?-
-Deberías haber visto tu cara. -Hace una pequeña pausa donde suelta la última carcajada. Esa risa es música para mis oídos.- Está buena, idiota.

El resto de la comida lo pasamos entre bromas y picandonos, no nos hace falta encender la televisión. Todo es tan distinto a cuando como solo o con Anaju... Vemos la televisión y comentamos las noticias o lo que estén dando en el canal que dejamos puesto. Con Eva todo es distinto, no podria prestar atención a la pantalla teniéndola a ella a mi lado. Soy consciente de que lo que siento no es recíproco, con todos los chicos que tiene detrás no va a fijarse en mí, no me considero feo ni mucho menos, pero por alguna extraña razón, los famosos suelen acabar con otros famosos. Yo voy a aprovechar todo el tiempo que pueda para estar con ella hasta que cada uno coja su camino por separado.
Recojo el plato y los vasos de la mesa y ella se queda sentada en el sofá, es mi invitada, no voy a dejar que encima recoja la mesa, vuelvo y me siento a su lado. Después de comer siempre me entra sueño y si a eso le sumo que anoche no dormí pues...

-¿Vas a dormir? -Me encantaría decirle que no, quiero seguir estando con ella pero tengo demasiado sueño.-
-Podemos ver una peli si quieres.
-Te dormirás. -Me sonrie y acaricia mi pelo, cierro los ojos un segundo para disfrutar de esa caricia.-
-No quiero que te vayas, quiero estar más tiempo contigo.
-¿Una de terror entonces?

Y así es, ponemos la película, ella en un extremo del sofá y yo en el otro. Al poco mis ojos comienzan a cerrarse y mi cabeza se cae hacia adelante despertándome. Escucho la risa de Eva y la miro con la ceja levantada, ella pone un cojin a su lado y me hace señales para que ponga mi cabeza ahí y me tumbe. Sin dudarlo avanzo hasta hacer lo que me dice, mi cabeza se apoya en el cojin, al lado de su pierna. Cierro los ojos cuando su olor me invade. Sin esperarlo siento unos dedos haciendo caricias por mi pelo y millones de mariposas me recorren el cuerpo entero. Eva me hace caricias y yo no puedo imaginar que esto sea cierto. Con una estupida sonrisa dejo que Morfeo me acompañe.

El timbre de mi casa hace que abra los ojos con pereza. Delante de mi hay alguien, mi brazo está sobre su cintura y prácticamente estamos pegados, el sofá no es demasiado amplio. Sonrio al darme cuenta de que es Eva. Se remueve y se da la vuelta, intento no moverme para no despertarla, está durmiendo y se ve realmente preciosa. Ahora esta frente a mí, vuelvo a dejar caer mi brazo sobre su cintura y me permito contemplar tan de cerca su rostro. Sus pestañas son largas y hacen que sus ojos sean más impresionantes de lo que ya son, sus cejas no están muy marcadas y me encantan, su nariz es demasiado graciosa y sus labios... Lo que daría por poder besarlos y saber que se siente... Viene a mi cabeza la conversación que vi con Anne, el susto que tuvo de pensar que se había quedado embarazada y siento celos del tío que pudo tocar toda su piel tan perfecta. Ese tío pudo disfrutar de su cuerpo, de sus besos, de sus caricias... Desecho ese pensamiento de mi cabeza, ahora no debe importarme, ella está tumbada conmigo en mi sofá, y aunque no vaya a pasar nada, teniéndolo cerca yo ya soy feliz.
Entrelazo sus dedos con los mios y sonrío. Pero de nuevo el timbre de la puerta suena y hace que se rompa la burbuja en la que estaba con ella. Eva abre los ojos y me mira confundida, estamos muy cerca y estoy muy nervioso por esa cercanía. El timbre vuelve a sonar y maldigo por dentro a quién esté llamando.

-Dejemos que llamen.
-Podría ser importante. -Hablamos en susurros que sentimos en la cara del otro. Puedo ver en sus ojos que en realidad ella tampoco quiere que abra la puerta.-
-¿Vamos a dormir a la cama? -No entra claridad por la venta, así que debe ser de noche. Eva me sonrie y acaricia mi mejilla. Dios... Me está poniendo realmente difícil seguir aguantando las ganas de lanzarme a sus labios.-
-¿Quieres dormir conmigo?
-Lo quiero todo contigo. -Y escondo la cabeza en su cuello para no acabar estampando mis labios con los suyos.- ¿Te llevo en brazos?
-Peso mucho Hugo.
-No digas tonterías. -Paso por encima de ella para poder salir del sofá. Sonrio antes de agacharme para cogerla en brazos como si de una princesa se tratase. Suena mi teléfono, es Anaju. Eva me mira y me hace señas para que lo coja.- ¿Qué pasa Anaju?
-¿Dónde estás?
-En mi casa.
-¿Y por qué no abres? -Mierda, es ella quien está llamando a la puerta.-
-Estoy durmiendo Anaju, estoy muy cansado. -Me sabe mal colgarle y dejarla en la puerta, pero ya se lo compensaré mañana. Ahora solo me preocupa la chica de ojos azules que se ha puesto en pie y está detrás de mí.- Oye, que te iba a llevar yo. -Eva me abraza y yo la cojo de las piernas para subirla en mis brazos. Su cabeza se esconde en mi hombro y camino con ella encima de mi hasta mi habitación. ¡Bendita la hora en la que compré una cama doble! La dejo sobre las sábanas, pero no suelta el agarre de mi cuello y hace que los dos estemos tumbados en el colchón, yo encima de ella.-
-Buenas noches.
-¿Como que buenas noches? -Yo rio y giro para quedar de lado, uno frente a otro.- Eva...
-¿Si?
-Buenas noches.

Me acerco, mis labios dejan un beso en su nariz y cierro los ojos para intentar evitar la tentación de tenerla tan cerca y besarla hasta que me duelan los labios. Siento como su cuerpo se acerca más al mío, su cabeza se esconde en mi cuello y aspira mi colonia.
Recuerdo la promesa que le hice la primera vez que hablamos, encontraría a su hermana, y vuelvo a poner en pie esa promesa. Ojalá que al estar Anne con ella, Eva pueda pensar en un nosotros. ¡Eso seria increíble! Pensar en que elle me viese como algo más que un amigo o el policial que está buscando a su hermana...
Abro los ojos al notar como ella se mueve, sus ojos también están abiertos, me miran, y yo me pierdo en ellos.
¿Qué pasa si la beso? ¿Se irá corriendo? ¿Volveré a verla? ¿Me seguirá el beso? ¿Quiere que lo haga? Dejo de pensar y rozo mis labios con los suyos, mi cuerpo actúa sin pedirle permiso a mi cabeza, ya estoy perdido, mi cordura me abandona y el simple roce de antes se convierte en un beso lento, que me eriza cada centímetro de piel.

-Dios... Hugo.

Ese susurro contra mi boca hace que pierda el control total sobre mi cuerpo. Mis manos acarician su cintura, para luego ir a su cuello y apoyar mi peso en mis codos al girar y ponerme sobre ella. Sus labios se vuelven adictivos para mí, su lengua no tarda en buscar a la mía. Suelto un leve gemido al sentir sus manos recorrer mi espalda por dentro de la camiseta. Tengo que controlarme, sé que ella no quiere ir más allá de unos besos y no podria perdónarme si por mis hormonas esto acaba antes de lo que me gustaría.
La maldita falta de aire hace que nos separemos. Mi respiración es agitada, al igual que la suya.

-Dime que tú también querías esto. -Veo como muerde su labio inferior, eso es que si. No hace falta que me lo diga con palabras.
-¿Esto está bien? -Sus dedos acarician mi cara.-
-¿Por qué no iba a estarlo?
-Yo solo tendría que pensar en encontrar a Anne... Pero tu haces que por momentos no piense en ella y solo pueda pensar en besarte y estar contigo. -Mi sonrisa se ensancha muchísimo en mi cara, creo que lo que acabo de escuchar, es lo más parecido a decir que le gusto por parte de Eva.-
-Podemos ir a comer, abrazarnos, andar de la mano, besarnos, dormir juntos.... Y a la vez seguir buscando a Anne. No son dos cosas incompatibles.

Eva sonríe y esta vez es ella quien busca mis labios. Me pellizco para estar seguro de que nada de esto es un sueño. Quiero estar toda la noche entre besos con ella, y parece que así va a ser.

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¡Holaaa!

Aquí os dejo el nuevo capítulo.

He de decir que he adelantado bastante esta novela en el fin de semana, son ya 11 los capítulos que tengo escrito y mil ideas para seguir escribiendo más.

Espero que os guste, nos vemos mañana en el próximo 🤟

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