24 de Agosto, 2020. Lunes.

1.5K 54 11
                                    

24 de Agosto, 2020. Lunes.

Ya son diez días de la desaparición de Anne. Hugo ha conseguido que no cierren el caso creyendo que se ha ido voluntariamente. Habló con su jefe y después de dos días buscando algo más que respaldase su teoría, encontró la ropa de mi hermana al lado de un pozo cerrado. Habían manchas de sangre en su ropa y no todas pertenecían a mi hermana. Tuvimos suerte y el adn de la otra persona estaba en la base de datos de la policía.
Desde ahí, se busca más incesantemente a mi hermana, y yo solo tengo una frase en mi cabeza: "Aguanta Anne, ya llegamos." Y llegaremos, estoy segura de que si. Con Hugo formando parte de ese caso y asumiendo partes de la investigación, no tengo dudas de que la vamos a encontrar.

Y hablando del rubio... Después de esa noche en su casa en la que ninguno podíamos despegarnos de los labios del otro, todo va bien. No somos pareja, no puedo pensar en eso, tampoco ha pasado nada más allá de los besos que nos regalamos cuando estamos solos. Pero así, teniéndolo así, me siento muy bien. Él me hace sentirme bien, tranquila, segura y eso no me lo ha hecho sentir nadie.
Intentamos que por la calle nadie nos vea juntos, o que siempre nos acompañe alguien más. La prensa no deja de perseguirme desde que se encontró la ropa de Anne y no quiero exponer a Hugo a la opinión pública. Quiero que sea solo para mi y para él, no quiero que nadie estropee todo lo bonito que puede salir de ahí. No lo sabe nadie, ni mis padres, ni Sam, ni nadie de su entorno, esto es solo nuestro.

Paseo mis dedos por la espalda del chico rubio que me acompaña en la cama. He cogido por costumbre venir a dormir a su casa, así al menos estamos juntos unas horas. La investigación le quita muchas horas del día y a veces este es el único momento durante 24h que tenemos para nosotros. Me muerdo el labio mientras él sigue durmiendo, anoche eran las 03:21h de la mañana cuando llegó, y ahora apenas son las 09:32h, pero tiene que estar a las 10:00h en la comisaria y su alarma ya ha sonado. Hugo se resiste a levantarse y yo voy dejando besos por su espalda, subiendo hacia su cuello, deteniendome en esa parte con algún mordisco que hace que su piel se erice y termino por dejar besos en su cara, cerca de la comisura de sus labios. Al estar boca abajo no puedo seguir hasta su boca como me gustaría.

-Hugo, tienes que levantarte.
-No quiero. -Su voz me hace sonreír, parece un bebé, resistiendose a levantarse.-
-Yo tampoco quiero que te levantes, pero tienes que hacerlo. -Paso mis dedos por los mechones de su pelo y en un movimiento rápido se levanta poniéndose encima de mi y atrapando mi cuerpo entre el suyo y el colchón.-
-Dame un beso. -Si él supiera lo que me gusta y me excita que me pida besos... No lo haría. Muerdo mi labio antes de besarlo. No cambiaría estos despertares por nada en el mundo. No hay nada mejor, estoy segura. Tiro de su labio inferior con mis dientes al separarnos.- Dios Eva...
-Se te va a hacer tarde y no has desayunado.
-Me apetecen más tus labios que cualquier tostada.
-Idiota. -Vuelve a besarme, pero esta vez con mucha más intensidad. Si no para me va a volver loca... Y se separa alejando su cuerpo del mío, haciéndome sentir frío por ese movimiento. Lo miro confundida y él mira hacia abajo colocándose bien el pantalón.- Mira que tienes poco control ¿Eh?
-Tengo control, porque por si fuese por mi me tiraría a esa cama y no saldrías en horas. -Muerde su labio inferior mientras yo abro los ojos por la intensidad con la que ha dicho cada palabra. Río y él sale de la habitación.- ¡Necesito una ducha de agua fria! -Me levanto corriendo y voy hasta el baño, llamo a la puerta.-
-¿Nos duchamos juntos?
-¡Eva no juegues conmigo! -Pero me encanta picarlo, me encanta provocarlo. Me encanta jugar con él, que parezcamos niños pequeños y también adolescentes. Sigo riendo detrás de la puerta y vuelvo a llamar.-
-¿Puedes tú solo o necesitas ayuda?
-¡Eva! ¡Te vas a enterar cuando salga de la ducha!
-Si jugamos vas a acabar perdiendo tú.

Río por última vez antes de apartarme de la puerta y dejar que se calme él solo en el baño. Camino hasta la cocina para prepararle el desayuno, tiene el tiempo justo para comer algo y salir. No puedo borrar la estupida sonrisa de mi cara al pensar en el rubio que me tiene loca. ¿Como he dejado que pase todo esto? Quizás es que no lo he podido evitar... Le preparo un zumo de naranja, un café y una tostada con aguacate. Lo espero para desayunar juntos en el salón, pongo la televisión mientras termina de vestirse.
Sonrío al verlo aparecer ya vestido. Me mira sorprendido y se sienta a mi lado después de mirar su reloj, son las 9:41h.

Te prometo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora