In the name of Satan [KookGi +21]

Capítulo VIII

Te llevé a casa

Te puse en un cristal

Abrí tus alas y me reí

Vi un cambio en ti

Como si nunca hubieras tenido alas.

Y ahora te sientes tan vivo.

Te vi cambiar.

Desftones—Change

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《Porque, ¿quién sabe lo que es bueno para el hombre durante su vida, en los contados días de su vana vida? Los pasará como una sombra. Pues, ¿quién hará saber al hombre lo que sucederá después de él bajo el sol?》

Eclesiastés 6:12

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Los pies lo llevaron a Yoon Gi a donde realmente no debía, es decir, afuera del centro educativo. Cada paso que dio fue más rápido que el anterior, casi saliendo trotando de allí. Sabía que Ji Min lo estaría mirando marcharse y que el Diablo seguramente se encontraría ya a sus espaldas siguiéndolo como perro; aunque en realidad el perro más bien era él.

Huyó como un cobarde, como ese a quien nunca le gustó aceptar lo que debía afrontar. Sabiendo que Ji Min estaba confundido con la situación en la que se encontraban ahora y, aun así, dándole totalmente igual, Yoon Gi no quería hablar ni aclarar nada. Además, si ambos se encontraban en esa situación era culpa de Jung Kook y no suya, a fin de cuentas no fue él quien le había dicho que lo amaba porque sí, ni siquiera sentía que fuera de ese modo. Solamente quería alejarse de allí y de las miradas de quienes pasaban por el pasillo y se posaban en él sin escrúpulos. Era como si quisieran incomodarlo a propósito, juzgándolo por sus actos.

No sabía muy bien qué hacer, pero tenía por seguro que iría en dirección a su casa nuevamente. Pensaba que se veía muy estúpido al haber salido decidido a asistir a sus clases y después de una hora pegar la vuelta sin siquiera haber ido a la primera asignatura del día. Los profesores seguramente le pedirían explicaciones de por qué faltaba y por qué parecía no estar interesado en hacer sus tareas, como si el hecho de tener que pagar cada mes su cuota lo llevara directamente a obtener un título académico. Le molestaban los comentarios de ese tipo porque él amaba todo lo relacionado con la moda ; creía que sus diseños no eran muy bien recibidos por algunos catedráticos porque, según ellos, no se atenían a los conceptos dados en los libros y los temas que Yoon Gi elegía eran un poco ambiguos, pero a él siempre le llamó la atención todo lo andrógino, lo diferente y, la gran mayoría de sus paletas de colores solían ser oscuras. Dado esto, no entendía porqué les repetían mil veces que al proyectar algo en el papel debían de ser ellos mismo y siempre terminaban rechazando esos diseños que salían de su cabeza porque eran demasiados complejos de entender en base a sus bizarras ideas. 

Desde niño lo único en lo que gastaba su tiempo libre era en dibujar, pintar y hacer miles de collages que luego pegaba en la puerta de su armario con un poco de cinta de papel. Pero claro, el problema con eso fue su padre; lo trató de convencer de que eso que hacía era demasiado afeminado para él, que recortar las cortinas viejas y transformarlas en prendas eran cosas de mujer. No quería que su hijo terminara siendo como esos diseñadores de los que tanto le hablaba a su madre a escondidas. Para el señor Min eran todos unos maricas.