Enfermo

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,,¿Has cerrado la puerta?" pregunto para estar seguro. Laura todavía está abajo, pensando que estoy enfermo y Martín vino para asegurarse de que estoy bien. ,,Mierda" maldice levantándose de la cama. Cojo su mano, no quiero que se vaya ni por un segundo. ,,Ella no vendrá ".

Agarro su cintura para acercarlo a mí. Me besa. Siento sus labios en los míos y casi exploto. El calor en el pecho es insoportable, me siento como en el cielo. La piel de gallina se muestra por todo mi cuerpo y un agradable temblor me envuelve. Me entrego a él y dejo que su lengua explore mi boca y le devuelvo sus besos con la misma pasión. No quiero parar, es imposible controlarme. ,,Juan..." susurra en voz baja. La emoción aumenta, el aire se agita y nuestros cuerpos se conectan a uno.
Estuve esperando tanto tiempo, me controlé y escondí todo esto dentro de mí. No tuve el coraje de mostrar nada y traté de convencerme de que todo esto es solo mi imaginación y que extraño a mi novia. Oh, desearía saber cuánto me mentí a mí mismo.

Nunca sentí algo así. Esa ola de emociones, buenas emociones me está ahogando y nado en el mar de la emoción y el amor. Es como si hubiera hecho algo asombroso y grandioso y... Es cierto en ese momento.

Fuegos artificiales de todos los colores explotan frente a mis ojos y suenan reconfortantes sonidos en mis oídos.
Es ese momento en el que escuchas sonidos que no puedes escuchar. Campanas de alegría y suerte suenan en tus oídos y solo sois ustedes dos. La tierra que te rodea es el cielo y ustedes son dos estrellas brillantes.

,,Oh Juan," me susurra al oído, suena como un hermoso canto de ángel. Cada parte de la ropa me molesta y me está volviendo loco, solo quiero desnudarlo y hacerlo mío. Cuanto más tarda y mientras tanto sus dedos están hojeando mi piel debajo de mi camiseta, estoy perdiendo el control. Mis besos son cada vez más profundos y agresivos y lo suyos también. Su mano se desliza por mi cuerpo, expandiendo cada parte de mí con sus dedos. Siento el calor de su cuerpo y también su cálido aliento, sabe a chocolate y sus brazos se sienten como el hogar donde pertenezco y donde siempre tuve que estar.

Cuando llega a mi parte íntima, aprieta con tanta fuerza que mis uñas aprietan la suave piel de su hombro. Martín silencia mi grito con sus labios suaves que pone sobre los míos. ,,Tomame", vuelve a susurrarme al oído. ,,Soy tuyo".

Se recuesta a mi lado y sonríe con la sonrisa más hermosa del mundo y parpadea con sus dulces ojos marrones. Mi corazón casi se derrite cuando lo veo así. Él es tan perfecto.

Al principio, se sintió tan diferente y extraño. Nunca lo había hecho antes y puedo decir que es mi primera vez. Después de unos segundos me acostumbré y realmente me gusta.
,,Más rápido, por favor", gime Martín en voz alta. Hago lo que dice. Haría todo lo posible para satisfacerlo. Mis movimientos son impulsados ​​por sus miras y son enormes. Lo necesito, no puedo parar. Su cosa es tan grande que Me atragantaría con él, ni siquiera cabe en mi boca.

,,Juan...oh...maldita sea..." Me agarra del pelo y tira de ellos. Siento que va a venir pronto, porque su respiración es más rápida que antes. Eso solo me hace hacerlo más rápido. ,,ohhhhhhhh." Mi boca se llana de agua blanca y la expresión de pura alegría se refleja en el rostro de Martín. Lo trago sin pensarlo dos veces, porque solo quiero hacerlo feliz. Porque lo amo.

,,Eso...fue increíble". Él todavía respira tan rápido y eso me emociona aún más. Es como si hubiera electricidad dentro de mí, como si mi cuerpo estuviera en llamas. El solo hecho de que él esté a mi lado completamente desnudo me coquella por todo mi cuerpo. Lo miraría para siempre y no me aburriría de eso.

,,Tengo frío", sonríe y mira mis pantalones. Sé lo que quiere hacer. ,,Veo que tienes algún problema ahí abajo, solucionémoslo". Dejo mis pantalones y antes de que pueda darme cuenta de lo que está pasando, él me está besando de nuevo. Mis brazos sostienen su cuerpo suave y cálido y es tan pequeño. Me siento como un oso sosteniendo a un cachorrito en sus brazos gigantes. Muerde mi cuello y lo rodea con las manos. Mi corazón late con fuerza y ​​mi parte íntima va a explotar pronto. ,,¿Te gusta, osito de peluche?" Tengo que sonreír cuando me llama así. ¿Está leyendo mi mente?
,,¿Qué te parece?" Su mano de nuevo se desliza hacia mi pene erecto y juega con él como con un juguete. ,,Te gusta", observa. Sus largos dedos son tan prácticos y las cosas que hace con ellos son simplemente mágicas. ,,Estaba esperando tanto tiempo", respondo.

,,Gracias a Dios nadie...ayyy", jadeo. Nunca experimenté algo así. Entonces sus labios comienzan a hacer su trabajo. Se siente tan bien y la lengua de Martín es mister en hacerlo, incluso usa sus dientes., ,,,¿Lo has hecho antes?" pregunto. Es tan bueno que es increíble. ,,No, pero he visto cómo hacerlo," continúa Martín y yo estoy tumbado aquí, pensando en lo afortunado que soy y lo mucho que lo amo. Lo único que me preocupa es si alguien entra. Pero esos pensamientos desaparecen cuando Martín empieza a chupar aún más duro. Es perfecto, aunque de día esta un poco tímido, de noche se transforma en animal salvaje. Y eso es lo que me gusta. Es el sol de mi mundo, no hay nada que no me guste sobre él. Él es solo mío y yo soy suyo.
Empiezo a sentir un poco de dolor ahí abajo, sabiendo lo que es, gimo una y otra vez, porque eso es lo que Martín
quiere oír. Él es un Dios.

El orgasmo está tan cerca que puedo sentirlo y sé que llegará muy pronto. Ahí es cuando se detiene, dejándome con dolor entre las piernas. ,,¿Qué estás haciendo?"
,,Experimentemos un poco". Se pone de pie y sin siquiera intentarlo, se sienta encima de mí y grita tan fuerte. Estoy tan confundido, no quería que él sufriera ese dolor. ,,¿Qué estás...ahhh....¿Duele?" Es lo unico que estoy capaz de decir. ,,No puedes causarme dolor, siempre quise montarte de todos modos". Con movimientos lentos, imita a montando el caballo y nuevamente me da un abrazo con muchos besos. Los besos profundos y su cálido aliento son algo, que ya se siente como hogar. porque él es mi hogar y no quiero dejarlo nunca.

,,Te amo papi", gime en mi boca

,,Yo también te amo, Marto, "

Mis pies tiemblan y mis manos pierden la fuerza. Martín se levanta y se senta una y otra vez, gimiendo más y más fuerte con cada empujón y apoyandose en mi hombro. Desliza sus dedos largos en mis pelos mojados de sudor y tira de ellos tranquilamente mientras hace un camino mojado en mi cuello hasta mi oído. Lo lame para despues muerderlo.

,,Cerca," sussura.

,,Soy," respondo y muevo las manos a su trasero para ayudarlo con pegueños circulos. Siento el calor y mariposas arriba de mi pene, lo que Martín nota y se empieza a levantar más rápido con tant profortunidad que casi se me va el aliento de los pulmones. Su frente ahora está en mi frente, nuestros respiros calientes juntandose. El sudor brilla, haciendo los dos cuerpos viendose como dos estrellas en el cielo oscuro.

,,Tocame," ordena en un sussuro agotado, pero feliz. Hago lo que quiere, otra vez, porque él es el que me enseña hoy. Es duro y mojado, por lo que mi mano se desliza fácilmente y por algún razón se siente como un habit, cómo si lo estaba haciendo toda mi vida.

,,Toda la...p-palma," gime y silencia su grito con un beso. ,,Sí, aqui, justo aqui," dice ahogandome con más besos, obviamente perdiendo aliento. Inclina la cabeza hacia atras, la boca abierta en un gemido mudo, moviendose concentrado solo en un punto y sonrie con cada movimiento que hago. Lo acaricio despaciamente para ganar más de esos hermosos sonidos que me hacen acercarse y cuando Martín se senta por última vez, disparando en el apretón y poniendo los ojos en blanco, ya no puedo aguantar más.

Casi me desmayo, las estrellas bailando en en frente de mis ojos. Sigo acariciando a Martín durante su orgasmo mientras él se apoya en mi pecho, respirando profundamente.

,,Estás bien?" pregunto, pensando que se desmayó cuando no se mueve por dos minutos.

,,Sí...pensé que estoy soñando otra vez," murmura y se acosta a mi lado. ,,Pensé que va a acabar cómo siempre, no queria despertarme." Lo beso en la frente, es tán tierno, como un gatito.

,,Te aseguro que no es un sueño," sonrío, sacando los pelos de su cara y tratando de encontrar algo para limpiarlo, lo que termina ser mi propia camiseta.

,,Pero cuando vuelvo abajo, será una pesadilla," dice con tristeza y se aprieta más cerca de mí, los ojos hechos de cristal. Lo abrazo fuerte sin pensar en soltarlo, sin querer soltarlo. Tal vez es la última vez que puedo hacer eso, la última vez que está tan cerca de mí, tan caliente. Quiero que esa sensacion no termina, que él se queda en esa cama conmigo y nada me lo quita. Nunca.

,,No tienes que volver...quedáte en el sueño," sonrío, poniendolo de vuelta a mi pecho y besandolo con pasión. ,,Podemos soñar cuando nadie nos ve."

 Oneshots Isargas CalientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora