Frenesí

XIX

Me disculpo si hay problemas de gramática o de ortografía.

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Con mucha discreción TenTen le echo un vistazo a las dos parejas que caminaban frente a ella y quienes realmente le producían curiosidad. Por un lado, estaba su líder junto al Uchiha. Hablaban en voz baja, casi en confidencia. Por momentos, no decían nada y sólo bastaba con que se miraran unos segundos. Y por otro lado, Gaara ignoraba los intentos de Sai por coquetear. Aunque en eso si entendía al pobre líder de la arena, Sai no sabía lo que eran los coqueteos sutiles, y en cambio, intentaba meterle mano al pelirrojo en cada oportunidad. Para otra persona eso podía resultar fastidioso, pero la suavidad y la fascinación en la mirada turquesa decía otra cosa.

¿Así que esto es tener un compañero?, se pregunto.

Desde que el rumor sobre su líder encontrando a su compañero se había regado como pólvora, ella realmente nunca tuvo la oportunidad de conocerlo en persona. Muchas personas tenían opiniones y posturas diferentes ante el inminente enlace de Naruto. Algunos, siempre pensaron que él terminaría con Hinata, no sólo porque siempre estuvieron juntos de alguna forma u otra, si no qué Hiashi se encargo de siempre presumir sobre la posición de su hija con el líder de la manada.

Para TenTen, imaginarse al viejo retorciéndose en su casa debido a la elección de Naruto en la que Hinata no fue involucrada le daba un poco de risa, y aunque ella se sentía mal por la pequeña loba, en su interior, TenTen sabía que ella también se lo había buscado. No era un secreto, al menos para lo más allegados a Naruto, lo mucho que quería a Hinata, pero entre querer y amar había una gran diferencia. Decir que el hombre no había sido sincero con la omega era una mentira. Ella fue testigo donde muchas ocasiones Naruto dijo que si Hinata le llegaba a gustar alguien más o encontraba a su compañero, él se apartaría rápidamente. Acaso, ¿eso no le decía nada a la Hyuga? Sin embargo, ella no podía juzgarla, no del todo al menos...

TenTen sabía lo que era estar enamorada.

―Hey, ¿en qué piensas tanto?

La voz de Neji le llego muy cerca, lo que la hizo dar un respingo. Sus ojos castaños, se clavaron en los perlas de su amigo de la infancia. Sí, ella sabía lo que era estar enamorada, después de todo, amaba a Neji desde que tenía memoria.

Al ser una omega, TenTen no tenía mucho que ofrecer a Neji, después de todo, el clan Hyuga deseaba que él se uniera a una alfa. Así que nunca perdió el tiempo en confesarse, además, la única vez que se armo de valor... sacudió la cabeza intentando apartar las palabras crueles del padre de Neji, así que se concentró en mirar al frente de nuevo.

―Esta situación es extraña ¿no lo crees? Nunca imagine que existiera un grupo de renegados o algo así ―respondió ella evadiendo exitosamente la pregunta―. Además, esta dirección es hacía el bosque de la muerte. ¿No es peligroso si intentan atacarnos allí? Podríamos estar en desventaja.

Con una mirada seria, Neji asintió.

―Es un arma de doble filo, sin embargo, nosotros también tenemos algo ventaja. ¿No lo crees?

Ella se echo a reír.

―Bueno sí por supuesto, después de todo, Tsunade y Jiraya nos hacían acampar ahí.

―Vamos a detenernos un momento ―ordenó Naruto interrumpiendo su conversación.

Pronto, todos se reunieron en un apretado circulo, la mirada seria en los ojos de su líder los hicieron permanecer en silencio.