La Osa Menor

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=20 años atrás=

Ambas estaban acostadas en una manta en el pasto, frente a aquella casa de campo que habían alquilado con sus ahorros por unos días. Calladas, mirando el cielo nocturno, que poseía un color azul oscuro, casi negro. Estaban alejadas de la ciudad, en una cabaña aislada de todo, con las luces completamente apagadas, por lo que podían ver todas y cada una de las estrellas que adornaban el cielo perfectamente. La morena estaba acostada en el regazo de aquella pelirroja que observaba atentamente el cielo, y luego bajaba la mirada hacia los ojos de su chica  que brillaban como la misma luna. 

A: -Ojalá todos los días fueran así

R: -En unos días volveremos a la ciudad

A: -Odio la ciudad

R: -Vamos, no mientas, tú amas la ciudad

A: -A veces, pero es que ahí no hay paz, siempre hay ruido, de todo, voces confusas y perdidas sonando desde los edificios. Los autos que nunca dejan de pasar. La música de las discotectas. Prefiero esto, el silencio casi absoluto, y el viento que sopla las hojas haciéndolas sonar como un susurro. Además aquí podemos ver las estrellas perfectamente, todas y cada una. Las únicas estrellas de la ciudad, son las que suben muy alto, y luego se estrellan, las que toman, las que se drogan, y las que fingen que todo en sus vidas va bien cuando no es así. 

R: -¿Te quedarías aquí para siempre? ¿Mirando las estrellas?

A: -Podría

R: -¿Cómo? Poder, tal vez podrías, ¿Pero lo harías?

A: -No lo sé

R: -¿Hace unos segundos dijiste cosas hermosas de este lugar y ahora no lo sabes?

A: -Es que tendrías que estar tú, amo este lugar para estar contigo, pero en cualquier lugar en el que estés, yo voy a querer estar, porque tu estarás ahí. Ya sea perdidas en el campo, en una cabaña en una montaña frente al lago, o debajo de un puente. Yo voy a querer estar contigo, un paisaje me calma, pero tú me haces feliz. 

R: -¿Y si alguna vez nos perdemos?

A: -No pasará, pero si pasa nos volveremos a encontrar

R: -¿Cómo los sabes? 

A: -Si tomamos caminos diferentes... Podrás encontrarme, de esta manera, escucha- Le dijo mirándola a los ojos -¿Ves aquella constelación?- Le dijo señalando un espacio específico del cielo nocturno

R: -Sí

A: -Es la Osa Menor, y esa de ahí- Dijo señalando una estrella específica de la constelación -Es la Polaris, o la estrella Polar. En el siglo XV, los comerciantes y navegantes asiáticos y europeos, usaban esa constelación por la noche para guiarse en el mar. Durante el día sabían hacia donde ir por el sol; Norte, Sur, Este y Oeste. Pero durante la noche, se guiaban por esa estrella, que está cercana al Norte. Esa es nuestra estrella a partir de ahora, es nuestra brújula, si nos perdemos, tu observa esa estrella, y cuando realmente me necesites cerca, apareceré. Tú solo tienes que esperar observando esa estrella. Pero recuerda esto, sólo apareceré cuando me necesites de verdad demasiado, porque luego no me podrás volver a alejar, no nos volveremos a perder. Apareceré una sola vez, pero no nos perderemos nunca mas.- La cantidad de veces que Raquel miró esa estrella recordando la promesa de su pelirroja, pensando que la necesitaba cuando Alberto la golpeaba. Pero después de todo cumplió su promesa, y cuando todo estaba más jodido que nunca, llegó, a aquel banco, para salvarlos a todos. 

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2020 ⏰

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Ralicia: Te necesito conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora