❝𝓓𝓾𝓭𝓮 (𝓵𝓸𝓸𝓴𝓼 𝓵𝓲𝓴𝓮 𝓪 𝓵𝓪𝓭𝔂)❞

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Era de noche, Fugo se dirigía a un club, había tenido un día pesado y sólo quería tomar un poco y relajarse. Estaba solo, pero sabía que de todas formas podía divertirse.

Pidió un simple vaso de cerveza y tomó asiento en una pequeña mesa. Recorrió todo el lugar con sus ojos, era simple, había muchas personas ebrias, algunas otras discutiendo, y otras bailando. Dirigió la vista a la barra a unos metros de él, y se encontró con la persona más atractiva que pudo a ver conocido, un joven andrógino con oscuros cabellos, vestido con una camiseta negra sin mangas y correas que llegaban hasta su cuello, pantalones del mismo color y una prenda parecida a una falda anaranjada con cuadros. Fugo pensó que era una chica hermosa.

Her picture graced the grime on the door~

Con pasos tímidos se acercó a aquella "chica", parecía tener un aura interesante así que se decidió a hablarle.

-¿Puedo invitarte un trago?

El moreno se giró para ver a la persona que le hablaba, vio sus bonitas y blancas mejillas levemente sonrojadas, pero su cara con un semblante serio. El pelinegro no podía negar que se trataba de un chico muy atractivo. Le miró de arriba a abajo y asintió con la cabeza.

-¿Cómo te llamas?- preguntó el rubio mientras se sentaba a su lado.

-Narancia. ¿Y tú?- el menor se sorprendió al escuchar su voz, era más grave que la de cualquier chica que haya escuchado, pero tampoco sonaba muy masculina, además, no podía ver a la perfección las facciones de su rostro por la iluminación del lugar, estaba algo ocuro, y las luces de colores tampoco ayudaban. Él siguió creyendo que se trataba de una mujer.

-Fugo- le extendió su mano para saludarle formalmente.

-¿Y veniste aquí solo, Fugo?- preguntó, curioso.

-Sí, no suelo socializar mucho... pero la verdad, llamaste mi atención así que pensé que podíamos hablar un rato para distraernos, si tú quieres.

-Me parece muy bien. Ya me estaba aburriendo aquí, vine con dos amigos, pero no tengo idea a donde se largaron, seguro que se fueron a coger-. Se encogió de hombros y le dio un trago a su bebida.

Fugo rió -Bueno, pero gracias a eso ahora estoy aquí, hablando contigo.

Pasaron al rededor de una hora charlando sobre temas al azar, cada uno disfrutaba la compañía del otro y el alcohol empezaba a hacer su efecto.

-Oye, Narancia-. Se acercó a él -Eres muy linda- con una mano acarició la barbilla del moreno y con otra lo tomó por la cintura.

-Espera, ¿qué...?- no pudo seguir hablando al sentir los labios del menor sobre los suyos, besándolos delicadamente. El pelinegro le dio un empujón para separarlo -¡¿Qué haces, idiota?! ¡No soy una mujer!

-¿Qué? Oh mierda. ¡Lo siento!- dijo alejándose. Se golpeó la frente con la palma de su mano.

-¿Qué te sucede? ¿solo te acercaste a mí porque creíste que era una chica?- cuestionó algo enfadado.

-B-bueno, la verdad sí. ¡Lo lamento!- el pelinegro no le respondió. Fugo pensó por unos segundos lo que iba a decir -Bien, entonces voy a corregir lo que dije. Eres un chico muy lindo, Narancia- el mayor se sonrojó hasta las orejas y casi se ahoga con su bebida. Esto le sacó una pequeña sonrisa a Fugo, su reacción había respondido a la pregunta que se había formulado en su mente.

Sí, le había sorprendido que Narancia fuera un chico y no una chica. Pero no tenía problema con eso. Jamás había rechazado la idea de que pudieran gustarle los hombres, sin embargo, nunca se había sentido atraído por uno.

-Supongo que ¿gracias?- dijo ya estando más tranquilo.

De repente, el ruido de las balas, vidrios rotos y los gritos de las personas que estaban en el lugar interrumpieron su conversación. Un grupo de hombres, vestidos de manera extravagante habían arruinado la diversión de todos. Narancia se levantó de su asiento y tomó a Fugo de la mano, corrieron a esconderse detrás de la barra.

-Creo que esos tipos me están buscando- habló en voz baja.

-¿Por qué?- preguntó sorprendido.

-Oh, nada, las complicaciones de mi trabajo- el menor lo miró confundido -Tranquilo, me desharé de ellos más rápido de lo que crees. Parece que no son usuarios de stand- la última frase la dijo más para sí mismo.

¿Y qué carajos es un usuario de stand? Pensó Fugo.

-Aerosmith!- habló el moreno y su stand apreció sobre él. Localizó a todos los enemigos y comenzó a disparar. El rubio no entendía lo que pasaba, los tipos armados parecían no darse cuenta de cómo estaban siendo atacados.

Cuando ya todos habían caído, Narancia salió de su escondite y llamó a su acompañante.

-Vamonos de aquí, seguro alguien ya llamó a la policía.

-¿Qué fue lo que acaba de pasar? ¿Mataste a esos tipos?- el rubio aún estaba algo asustado y no entendía lo que había visto.

-Oye, tranquilo- tomó su mano en un intento de calmarlo -Sí, te explicaré. Pero ¿no prefieres que salgamos de aquí primero?

-De acuerdo-. Ante los ojos de cualquiera, esa era la más estúpida decisión, irte a quién sabe dónde con un desconocido que asesinó a un montón de tipos sin dudarlo ni un momento, como si ya lo hubiera hecho muchas veces. Pero la brillante mirada violeta de Narancia le decía que podía confiar en él, y que lo llevaría a un mundo totalmente nuevo. Tal vez era por su inocente cara, o tal vez por todo el alcohol que había bebido, pero no le importó.

Se subió al auto del mayor y empezaron el viaje. Fugo se asomó por la ventana del vehículo y pudo ver la playa, eran ya altas horas de la noche, todo se veía tranquilo.

Bajaron del coche y entraron en la propiedad.

-¿Aquí vives?

-No exactamente... Pero aveces vengo a relajarme- dijo el moreno dirigiéndose a encender la chimenea, estaba haciendo algo de frío -¿Qué te parece?

-Es un lugar lindo.

El pelinegro caminó hacia el menor para quedar frente a él -Sé que apenas te conocí esta noche, pero me gustas mucho, Fugo.

-Tú también me gustas, si no, no habría hecho la estupidez de venir contigo hasta aquí-. Sonrió. Narancia lo tomó de las mejillas con ambas manos y lo acercó a él para besarlo. Fue diferente al que le había dado el rubio en club. Después de que el beso se intensificara, Fugo metió las manos en la ropa que llevaba el otro, dando caricias en su espalda y lo tomó con fuerza por la cintura para acercarlo más.

-Vamos a una habitación- sugirió el pelinegro con la respiración agitada.

Después de ponerse algo de ropa cómoda, Narancia se levantó de la cama y caminó al balcón que había en la habitación, el viento revolvió sus cabellos y él sonrió, hace mucho no sentía tanta tranquilidad.

-La vista es hermosa- se acercó el rubio a abrazarlo por la espalda.

-Lo es- se giró a mirarlo -Gracias Fugo, me diste una noche muy divertida.

-Yo también me divertí, podemos repetirlo cuando quieras-. Sonrió -Pero tal vez sin ataques criminales. Sigo sin entender lo que pasó hace rato.

Narancia le contó sobre su trabajo y sobre sus compañeros, únicos amigos y familia. También le dijo que si fue capaz de ver a su stand posiblemente él también tenía uno. Fugo le contó que no tenía amigos porque las personas siempre terminaban por alejarse de él a causa de su mal carácter.

-Mmm, a lo que te dedicas parece interesante. Y tus compañeros parecen ser geniales. Quisiera tener algo así, yo a veces me siento muy solo.

-Pues ahora me tienes a mí- recargó la cabeza en el hombro del rubio -Voy a presentarte a mis amigos, pienso que puede interesarte unirte a nosotros.

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OneShots | ♡ FugoNara ♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora